Es 18 de mayo, día de los Museos, aniversario de la fundación de Morelia, natalicio de Juan Pablo II y, además, día de mi cumpleaños (18-05-1955). Razón por la cual hago en este Bable una reflexión abierta de lo que es mi vida en estos momento... o de lo que ha sido hasta ahora.
Viví perdido toda mi etapa de formación. Perdido porque nunca tuve dirección alguna, ni se me dio la debida orientación, cada día se vivía el día, punto. Obtuve plena libertad de mis acciones desde un principio, se me dejó hacer lo que yo quisiera, con la salvedad de que, en el momento de elegir carrera no me enfoqué a lo que realmente me gusta (eso lo sé ahora, antes no).
Con la economía resuelta en aquellos años "dorados" pude brincar de una carrera a otra, comencé por Arquitectura (dado que sabía dibujar muy bien) pero, luego de un año y medio cambié al Diseño Gráfico, eso porque "sabía escribir muy bien" (me refiero a la caligrafía) y finalmente caí en Turismo, pues me gustaba mucho viajar. Caí en el engaño de que al estudiar esa carrera se está estudiando el arte de ser buen turista y no fue así. Como quiera, logre ser un buen turista... un excelente turista, pero eso fue por otras habilidades, no precisamente por lo que aprendí en la escuela.
Viví largas temporadas en muchos lugares: Guadalajara, México, Cancún, Ixtapa, Los Cabos... conocí 30 de los 32 estados del país y una docena de países. Viví el turismo desde todos sus ángulos a excepción de la Gastronomía (nunca me ha gustado preparar comida, ni servirla) y un buen día, hace ya 10 años de eso pensé si me daría la oportunidad de hacer lo que realmente me llena tanto y me dije que sí. Me di permiso, en el entendido de que sacrificaría la comodidad, los ahorros y la certeza de tener siempre en la cartera una tarjeta con la cual pagar lo que se me antojara.
Puse todo en la balanza que carga el Arcángel San Miguel y opté por dedicarme a hacer lo que realmente me gusta, fue así que emprendí el otro viaje, un viaje al pasado, el cual me ha llevado a sitios remotos, a entendimientos gratos... e ingratos, a sorpresas, a llanto y sobre todo a un entendimiento mayor de lo que es esto que tengo por subtitulo en este Blog: "el pasado perfecto del futuro incierto del verbo vivir".
Ese pasado se materializa de tal modo que un día alguien me dijo, viéndome fijamente a los ojos: "oye, tu no estas aquí, ¿verdad?, tu te vas en el tiempo..." sí le respondí. Así es.
Al igual que miles de seguidores de todos los lugares y de todos los tiempos, me uno a las muestras de felicitación al historiador, que bien ha demostrado esta ocupación, Benjamín Arredondo. Su actual viaje de diez años es reconocido por su profesionalismo, persistencia y lenguaje claro y sencillo. Conforme transcurran los años será mayormente valorado, consolidándose como obra de consulta por su escritura y su valor agregado, las fotografías.
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