sábado, 28 de diciembre de 2019

Los primeros mineros de Guanajuato. En el descubrimiento de Jaso.

  Esta es la cuarta, y última, aportación que hace el maestro Jesús Rodríguez Frausto sobre la primitiva historia del hallazgo de minas en Guanajuato. Cabe hacer hincapié del uso de una palabra: "estacas", que no es lo que todos entendemos regularmente de ella, como un palo que se clava del cual se amarra algo, sino que en este caso la "estaca" refiere a la " Pertenencia de una mina que se concede a los peticionarios mediante ciertos trámites"; según lo menciona el diccionario de la Real Academia. Dicho esto, veamos:

Muy poco hemos logrado saber de don Luis Ramírez Vargas, primer Alcalde Mayor de las Minas de Guanajuato. Por un memorial suscrito hacia el año de 1545 y presentado al virrey don Antonio de Mendoza, dice solamente que era oriundo de la villa de Madrid, hijo del Secretario don Juan Ramírez y de doña Ana de Vargas, que su abuelo, padre y hermanos habían servido mucho al rey, que llevaba 12 años de residir en el reino, sirviendo a Su Majestad y deseaba continuar en él siempre y cuando se le hiciera alguna merced (1). Total que nuestro personaje en cerca de tres lustros nada digno de referirse había realizado, apelando a los méritos de sus parientes, aun los más remotos, para alcanzar alguna jugosa merced. Ignoramos si entre este memorial y su nombramiento como Alcalde Mayor de las minas de Guanajuato desempeñó algún cargo público en algún lugar de Nueva España.
  En cuanto al registro de minas que hubo de sancionar el teniente de Alcalde Mayor don Bartolomé Martín, porque Ramírez de Vargas no se encontraba en su puesto en esos momentos, vale la pena transcribirlo porque a través de él podemos conocer los nombres primitivos que ostentaron los cerros aledaños a nuestra ciudad de Guanajuato, así como algunos de los mineros que perpetraron sus nombres ya en minas o en haciendas de minas. En el susodicho registro, habla Alonso Jiménez Pérez y dice:
   Primeramente registro una mina en el cerro de Santiago a estacas de Rodrigo Martín y Hernandico su cuñado.
Registro otra mina en el cerro de Santa Anna a estacas de Jorge Duarte.
Registro otra mina en el cerro de las Ánimas del Purgatorio a estacas de Pedro Murga y Catalina Guillén y de las minas de las Ánimas del Purgatorio.
Registro otra mina en el cerro de las Ánimas del Purgatorio, pasando un arroyo.
Registro otra mina en el cerro de los Reyes a estacas por una parte la descubridora de Juan de Jaso y por la otra minas de Fabián Martín y Jorge Duarte.
Registro otra mina en el cerro del Adalid a estacas de Francisco Martín y Juan de Godoy.
Registro otra mina en las cuadras de la descubridora de Juan de Jaso, en la Atalaya a la parte del norte y en cuadra de la mina de Francisco Martín.
Registro otra mina en el cerro de Buenavista a estacas de Francisco Rayas y compañía a la dicha mina de Agustina.
Registro otra mina en el cerro del Cid a estacas de Francisco de los Ríos, las cuales dichas minas pido y suplico a Vuestra Merced haya por registradas conforme a las ordenanzas hechas en minas.
Alonso Jiménez.
   Y presente el dicho escrito –concluye este interesante documento- según el susodicho es, el dicho Sr. Bartolomé Martín, teniente de Alcalde Mayor, dijo que había y hubo por registrada las dichas minas y dio licencia al dicho Alonso Jiménez para labrar y beneficiar conforme a las ordenanzas y sin perjuicio de tercero y las firmó de su nombre. Testigos: Martín de Velasco, Fabián Martín y Francisco Ramos.- Bartolomé Martín, ante mí, Alonso Vázquez, Escribano de Su Majestad. (2)
   De esta serie de minas la tercera, o sea, la situada en el cerro de las Ánimas del Purgatorio a estacas de las minas de Pedro Murga y Catalina Guillén, fue la que el carpintero y minero Miguel Pérez estaba saqueando a través de un socavón subterráneo, lo que dio motivo para que lo demandara Juan Jiménez, Bernardo Ramírez, Luis Santos, Juan de Jaso y Alonso de Villaseca. La mina se llamó en un principio la Mina de Alonso Jiménez o del Caballero Pardo. Una vez más tarde el mismo Alonso Jiménez, que a poco le encontramos convertido en fraile de la Orden de San Agustín, con fecha en Yuririapúndaro a 20 de abril de 1557, dona graciosamente a doña María Ponce de León, mujer de don Juan de Jaso, la mencionada mina, transcribiéndose en el expediente de 1572 todas las diligencias necesarias para que doña María tomara de ellas legal posesión.
Esta mina todavía se le menciona en los albores del siglo XVIII (3).

1.- Francisco de Icaza. Conquistadores y pobladores de la Nueva España, ficha 1356
2.- AGN. Civil, Tomo 1310
3.- ¿?

Fuente:

Rodríguez Frausto, Juan. Estado de Guanajuato, Tomo XVII, No. 828. 10 de octubre de 1959, p. 3.

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