domingo, 2 de agosto de 2020

Algo sobre las cruces de consagración en los templos católicos

              
  Quizá has notado que en algunos templos, especialmente los muy antiguos y los más importantes tienen en las paredes una serie de cruces, la mayoría de ellos son mosaicos que bien pueden ser de mármol que de marmolina o de algún otro tipo de piedra, los que he visto han sido blancos; de ahí que presuma el que sean mármol. En el caso de lo que ahora vemos, se trata de la entrada del templo de San Agustín en Celaya. Los he visto también en el de San Agustín en Salamanca y de ellos tenía ya noticia. Hace tiempo una persona muy cercana a mí, y muy religiosa, me contaba que siendo adolescente allá por la década de los sesenta del siglo XX, le tocó asistir a una ceremonia muy extraña que se hizo a puerta cerrada y con estricta invitación, muy solemne y en latín... no recuerdo mucho, me dijo, pero es eso -continuó- eso que ves ahí, los mosaiquitos con cruces. Y no me preguntes más, arremetió, pues ya sabes que no me acuerdo de nada.

Desde entonces se me quedó la idea sin una respuesta concreta. Luego supe que lo que había ocurrido entonces en Salamanca había sido la consagración del templo agustino, y que fue parte de una reunión Capitular de la orden, alguien por ahí me contó que hubo la necesidad de pedir prestados colchones y que los frailes agustinos fueron acomodados en las celdas del ex convento, tiempos en los que la refinería había hecho aparición y el convento se transformó en alojamiento y en centro recreativo para los que habían sido contratados en otros lugares para venir a trabajar en el nuevo complejo de Pemex.

Hace pocos meses, publiqué sobre unas cruces que vi en Oaxaca, pintadas en los muros, con pátina dorada, recuerdo en el templo de La Soledad y en la Catedral y uno de mis lectores comentó que seguramente se trataba de las Cruces de Consagración. 

La respuesta había llegado:

   "Las cruces de consagración son signos rituales que se trazan en lo alto de las paredes de los templos con la finalidad de bendecirlos, santificarlos y conferirles un carácter de protección contra las fuerzas del mal. Rememoran la primera liturgia celebrada en la cada iglesia, la ceremonia de consagración del templo, que se actualiza anualmente con la conmemoración de dicha fiesta. La forma y factura de las cruces de consagración evoluciona y sigue los patrones estilísticos del período en el que se trazan. Así, las cruces románicas se caracterizan por enorme sencillez en sus trazos, generalmente rojos, y encuadrados en un círculo también del mismo color. Con el avance de los siglos, los trazados se hacen más gruesos y las puntas de los brazos de las cruces se ensanchan. Sin embargo, no es posible trazar patrones evolutivos ya que en cada iglesia adquieren fórmulas compositivas diversas.

   El número de cruces de consagración varía según las tradiciones geográficas y, aunque generalmente se fijan doce cruces en las paredes, en algunos casos tenemos constancia de que se limitan a cuatro o se aumentan a veinticuatro. El simbolismo de pintar doce cruces, número más frecuente, está relacionado con los doce apóstoles que actúan como pilares de la Iglesia, al igual que las cruces soportan y protegen el templo. El trazado de las cruces de consagración puede hacerse previamente a la ceremonia de dedicación del templo, durante la liturgia o después de esta, según la costumbre. Cuando se trazan con anterioridad o dentro de la ceremonia, el rito más extendido consiste en ungir las cruces con crisma mientras se pronuncia una oración. Para llegar a la altura de las cruces en las paredes, el obispo ataviado con mitra y capa pluvial debe subir con ayuda de una escalerilla, motivo que es reproducido de forma característica en la iconografía ritual asociada a esta ceremonia. Además, las cruces se iluminan con velas que se sujetan a la pared por unos clavos fijos, que todavía se conservan en algunas iglesias, permitiendo su iluminación en los aniversarios anuales de dedicación del templo. (Tomado del sitio de la Universidad Complutense de Madrid.)

Este es el Santuario Diocesano del Señor del Hospital, es también la parroquia principal de Salamanca y vemos, marcado con la flecha, ese mosaico, en este caso ovalado, que da cuenta de que fue consagrado bajo todo el ceremonial.


Nota: Hace pocos días cambió el sistema blogger y aún no logro dominar completamente los pasos, razón por la cual las fotografías no quedan centradas y los enlaces no funcionan. Por lo tanto te dejo auí abajo los enlaces a las páginas que refiero:

El de la Universidad Complutense de Madrid es:

Sobre lo que vi en Oaxaca entra a:


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