sábado, 3 de octubre de 2020

Ex convento de la Concepción de Santa María Yauhquemecan en Atlihuetzia, Tlaxcala.

   Ahora sí que debo hacer una profunda corrección a lo que publiqué en enero de este año en la relación a la construcción de los primeros templos católicos en las tierras recién conquistadas que luego sería nombrado Nueva España, es decir, lo que desde hace 200 años conocemos como México. Y este templo, es el que luego sería transformado en convento y que fue dedicado a la Concepción, del que hay, más bien la leyenda, de que fue trazado por Hernán Cortés. Para entender debemos ir ubicando los acontecimientos en el tiempo.

   “Uno de los testimonios de mayor presencia de los franciscanos en Tlaxcala es exactamente la construcción de sus conventos que, al mismo tiempo de servir de aposentos, fueron puntos gravitacionales en torno de los que se organizaban las comunidades indígenas, tanto a recibir la administración de los sacramentos como en cuanto a la formación de nuevos distritos desde el punto de vista político. Apenas unos años después de la caída de México-Tenochtitlan, los franciscanos comenzaron su labor de construcción de conventos en Tlaxcala” (Wikipedia.)

   Hernán Cortés conoce Tlaxcala y sus señoríos era 1519, tiempo en el que, más bien, se dedicaba a diseñar una estrategia para llegar a Tenochtitlán y comprobar qué tanta riqueza en oro y plata había en esos rumbos, ocupado en controlar a sus principales y a todos los demás, se dice 300, que le acompañaban y hacer la traza de un templo es algo que, tal vez, se reduce a que dijo que “ahí sería bueno levantar uno”, en el mejor de los casos señalando con su índice algún punto en el horizonte. Para aclarar esta posibilidad sería menester leer la carta de Relación correspondiente y lo escrito por Bernal, cosa que no haremos hoy, pero si seguiremos viendo lo que Wiki publica en torno a los doce conventos tlaxcaltecas:

   “En total fueron doce conjuntos diseminados a lo largo del territorio, entre los que se cuenta a los de Tlaxcala, Atlihuetzian, Tepeyanco, Texcalac, Huamantla, Hueyotlipan y Nativitas, por mencionar los más representativos. Los conventos franciscanos de los siglo XVI y XVII construidos en Tlaxcala servían esencialmente para dar albergue a los religiosos, y para ellos estaban habilitados con sus celdas, elementos sanitarios, cocina y comedor, además de corredores, huerta y otros lugares comunes; para el oficio de los ritos, contaban con grandes naves, dotadas de coro, arquería y pintura mural; en la parte posterior, destacan las Capillas Abiertas, hechas especialmente para oficiar al aire libre y poder estar a tono con las costumbres indígenas de no celebrar en lugares cerrados, y las Capillas Posas, elemento ubicados en las esquinas de los atrios que servían como descansos o estaciones en la celebración de procesiones. (Wikipedia)

   Debemos recordar que fueron 12 los primeros franciscanos que llegaron a México, cosa que ocurrió el 13 de mayo de 1524. Pero hubo tres que llegaron un año antes, el 13 de agosto de 1523, Fray Pedro de Gante, primo de Carlos V y cuyo nombre en flamenco era Pieter van der Moere, Juan de Tecto (Johan Dekkers) y Juan de Ahora. El primero de ellos es quien funda el convento de Texcoco y el Grande de la ciudad de México, para leer más de su vida, entra aquí. El segundo es el que acompaña a Cortés en su expedición a las Hibueras (Honduras) y del tercero no sabemos mucho.

   Es justo cuando Cortés andaba por esos rumbos centroamericanos que el convento que hoy nos ocupa comienza a ser construido, era 1525… “ante la evidencia de diferentes materiales presentes a simple vista, vemos que fue hecho en diferentes etapas, tardando el resto del siglo XVI para su culminación. Originalmente el conjunto constaba de nave principal con coro y sotocoro, torre, capilla abierta, claustro, celdas, huerto, capillas posas y otras dependencias domésticas. Es de destacar que está fechada la destrucción de la techumbre del lugar, en 1725, y se dice también que un ciclón [sic] en julio de 1882 derribó la torre. Aunque se encuentra en la actualidad parcialmente destruido, destaca de inmediato lo bello de su arquería y en particular divide al coro del presbiterio y que conserva su esencia hasta nuestros días (Wikipedia).

   Actualmente el recinto fue elevado a la categoría de Santuario para dedicarlo a la memoria y veneración de los Niños Mártires Tlaxcaltecas, Cristóbal, Antonio y Juan, que fueran canonizados por el papa Francisco el 15 de octubre de 2017. Tengo entendido que los restos de Cristóbal, conocido regionalmente como Cristobalito, fueron depositados en el convento ¿o en el cementerio? de Atlihuetzia.






 

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