viernes, 27 de mayo de 2011

Juan de Palafox y Mendoza, primer gobernante de México en ser beatificado

Viendo las cosas tal cual son, sin apasionamientos de ninguna especie y en base a eso que aprendí hace varias décadas cuando lo que uno encontraba en las promociones de productos de consumo infantil no eran "tazos" sino estampas con todos los gobernantes que ha tenido México, desde Acamapichtli , pasando por los Virreyes y los los que entraban y salían en el siglo XIX hasta llegar a los pos Revolucionarios, esa colección que encontrabas en los chocolates, creo Carlos V, terminaba con la foto de Díaz Ordaz, último Presdiente en ese tiempo. Así pues, si consideramos que Juan de Palafox y Mendoza fue el décimo octavo Virrey de la Nueva España, fue entonces uno de los 66 que lo hicieron bajo ese título, aunque su periodo fue corto, pues solo duró 5 meses con 13 días, tiempo suficiente para hacer algunas innovaciones en la capital Novohispana y entrar en disputa con los Jesuitas.


10 de junio de 1642 es cuando toma el gobierno del Virreinato, él había llegado a México como visitador, además de Obispo de la diócesis de Tlaxcala, había ya entonces algunos temores de que se levantaran algunos movimientos independentistas, razón por la cual llega con ambos cargos que el visitador, Wikipedia dixit, es el individuo investido de autoridad en la época colonial española en América, cuya labor era la de inspeccionar y revisar la conducta de las autoridades. Generalmente los visitadores eran enviados cuando ocurrían alborotos graves que alteraban la tranquilidad y el orden públicos, cuando había sospecha de malos manejos fenecieros, o cuando estaba en peligro la fidelidad del país". Lo que estamos viendo es un cartel que anuncia la tradicional matanza, festividad tradicional del Burgo de Osma, lugar en don Palafox y Mendoza fue Obispo, luego de que su disputa con los Jesuitas acabara por no serle favorable y regresó a España.

Esos alborotos que alteran la tranquilidad y orden público se refieren a que el entonces Virrey de la Nueva España, Diego López de Pacheco Cabrera y Bobadilla, Duque de Escalona y Marqués de Villena era primo del que había sido proclamado como rey de Portugal, provincia que formaba parte de la Corona Española bajo el reinado de Felipe IV junto con los Países Bajos (llamadas Provincias Unidas), Portugal, Sicilia, Nápoles y Cardeña . Tanto Portugal como las Provincias Unidas se habían independizado de España y había el temor que estas indeas separatistas llegaran a la Nueva España, dada la relación del Virrey López de Pacheco con Juan IV, el ya proclamado rey de Portugal, fue destituido por el propio visitador, Palafox y Mendoza el 10 de junio de 1642, tomando él la posición de Virrey. Lo que ahora vemos es el logotipo oficial de la Beatificación de Palafox y Mendoza.

Vemos ahora en el mapa la división provincial de España, la que destaca es la de Soria, lugar donde se encuentra Osma, sitio en el que será realizada la Beatificación el próximo domingo 5 de junio de 2011. En el sito oficial de la Beatificación encontramos esta parte de la semblanza de su vida: "Como obispo de Puebla su labor fue ingente. Visitó todos los rincones de la espaciosa diócesis, propició una profunda reforma del clero y de los conventos de monjas, escribió numerosas cartas pastorales, destacó en su defensa de los derechos de los indios, desplegó una fecunda labor educativa y cultural (tan sólo la biblioteca palafoxiana de Puebla justificaría toda una vida), promovió la construcción de 44 templos y más de 100 retablos, amén de la propia catedral de Puebla que él mismo consagró el 18 de abril de 1649. La negativa de las órdenes religiosas, especialmente jesuitas, a pagar los diezmos necesarios para el sostenimiento del clero diocesano y a solicitar las correspondientes licencias episcopales para predicar y confesar, le supuso enormes quebraderos de cabeza en su defensa de la jurisdicción episcopal. En una carta remitida al Papa Inocencio X el 8 de enero de 1649, Palafox informó sobre el comportamiento en estos asuntos de ciertos jesuitas. Palafox llegó a ser excomulgado por unos jueces usurpadores, lo que le obligó a esconderse durante más de cuatro meses en San José de Chiapas ("Mejor es una honrosa fuga que una sangrienta victoria"), para evitar que el pueblo hiciese daño a los religiosos o emisarios del Virrey. Inocencio X dio la razón al obispo y pudo regresar a Puebla. También salió airoso del juicio de residencia".


Su labor civil pasó por poner orden en la penosa situación que se encontró: corrupción política, nepotismo administrativo, fuertes cargas impositivas que perjudicaban a indios y españoles pobres, contrabando, justicia plagada de falsos testimonios que se daban por buenos… A cada uno de estos abusos se enfrentó enérgicamente Palafox. Con el aplauso general y el odio de los poderosos afectados, saneó la Hacienda, arrestó a muchos corruptos, limpió de parásitos la administración, liberó presos injustamente encarcelados y ordenó el pago de salarios dignos a maestros y empleados públicos.


Satisfecho de su labor política, el rey Felipe IV le nombró Virrey (cargo que desempeñó del 9 junio al 23 de noviembre de 1642), presidente de la Real Audiencia, gobernador y capitán general de Nueva España. Su gestión al frente del virreinato en estos escasos seis meses fue espectacular: para hacer frente a los ataques de naves francesas y holandesas hizo proteger el puerto de Vera Cruz, revitalizó las milicias y construyó fortificaciones costeras y una armería; creó la Armada de Barlovento para disuadir a los portugueses de invadir México; su antecesor, el virrey Escalona, había dejado vacías las arcas reales, Palafox ingresó, en ese medio año, 700.000 pesos sin imponer nuevos tributos, controlando la recaudación y la rectitud de los funcionarios regios; la alhóndiga estaba vacía de grano de maíz por la carestía del producto, Palafox la llenó; los ricos acaparaban el agua para sus jardines de recreo dejando secos los campos, Palafox hizo que el agua fuera para todos; obligó a rebajar los precios de los productos de uso y consumo de las gentes del común, prohibiendo a los alcaldes enriquecerse con el género y mejoró la seguridad y el orden público limpiando el país de salteadores y bandoleros.


La popularidad, prestigio y exaltación de la figura de Palafox entre el pueblo americano fue tal que se hicieron miles de estampas con su imagen utilizadas como objetos de devoción, lo que obligó a la Inquisición a retirarlas (requisó más de 6.000) al no estar permitido rendir culto a personas vivas. (1)

Palafox muere en Osma el 1 de octubre de 1659, al poco tiempo en 1666 se inicia la causa, como se denomina al proceso de beatificación, mismo que no procede debido a la intervencion de los Jesuitas que no lo consideraban digno de tal nombramiento, el proceso se vuelve largo en extremo y no es hasta el 17 de enero de 2009 que Palafox y Mendoza logra obtener primer título en la larga carrera por la canonización, el de venerable.

"En la Iglesia Católica, un cristiano es declarado "Venerable" cuando se demuestra, durante su proceso de beatificación, que ha tenido una vida conforme al evangelio y el Papa por tanto declara sus "virtudes heroicas". Este es el paso previo a que éste sea reconocido como Beato, si existe un milagro comprobado. En el caso de la beatificación de mártires, no es necesario atestiguar tales virtudes heroicas, pues ya es suficiente heroicidad el mismo martirio. Así, un mártir no es declarado Venerable, sino, en tal caso, directamente Beato. Sea o no mártir, el proceso continuará hasta la canonización y el consecuente reconocimiento como Santo, para el que siempre será necesaria la comprobación de un milagro (que será ya el segundo, en caso de que no sea mártir), sucedido después de la beatificación".





Así pues: Habemus Beatum!



Los apuntes biográficos los tomé del sitio oficial: http://www.beatopalafox.es/index.php

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