martes, 24 de mayo de 2011

El estero de San José, la aguada segura de la Nao de China

Lo que actualmente conocemos como San José del Cabo era un punto importantísimo para la navegación española durante la época colonial ya que, cuando se inició la ruta entre las Islas Filipinas y la Nueva España en la llamada Nao de China, que ni era Nao ni venía de China, sino era el Galeón de Manila y la importancia de lo que hoy conocemos como el Estero de San José era que, en el llamado "tornaviaje", es decir, cuando la Nao (que no era Nao) regresaba de Filipinas el trayecto le llevaba 4 o 5 meses y el primer sitio al que llegaban en el Continente Americano era precisamente a San José del Cabo, lo cual era una parada obligatoria ya que este punto se conocía como la Aguada Segura y se enclavaba en la Bahía de San Bernabé.


Imagina lo que implicaba ese recorrido de al menos cuatro meses por lo que se llamaba "Mar del Sur", es decir, el Océano Pacífico, el Atlántico se llamaba entonces la "Mar Océano". La Nao venía con todo tipo de mercancías a cual más valiosa la una de la otra: marfil, seda, perlas, especias, telas, PALIACATES, porcelanas. Productos que no solo se manufacturaban en las Filipinas, sino en China y la India y, en general, en todo el este asiático. La Nao no podía contener más, solo hacía un viaje de ida y otro de regreso cada año, así que el espacio se debía aprovechar al máximo, razón por la cual la reserva de agua con la que se contaba era más bien escasa.


Imagina lo que representaba para la tripulación que desde varios días antes de llegar a la Aguada Segura ya no tenían agua y de pronto anclaban aquí y este era el panorama que observaban: el Estero de San José. Con agua fresca y abundante, finalmente, luego de al menos cuatro meses se podrían bañar, podrían lavar su ropa y así llegar como triunfadores a Acapulco en donde es les estaba esperando ya con ansia pues la Feria estaba lista y seguramente los compradores de los tesoros venidos del Oriente estaban ansiosos por ver la mercadería.


En un viaje tan largo la tripulación era víctima fácil de enfermedades, cólera, fiebre y, sobre todo el escorbuto. Algunos de los tripulantes morían en la travesía, otros, enfermos llegaban hasta la Aguada Segura en donde eran bajados para ser atendidos en un pequeño hospital, más bien, una enfermería que habían instalado para tal fin en la Misión de San José, esto durante su presencia en la península que fue durante el siglo XVIII.

Antes de la presencia Jesuita en la zona, no había ningún puesto de atención para los enfermos, pero el agua, el preciado líquido allí estaba, y en abundancia. Vendrían luego los convulsionados años de la guerra de Independencia y, en 1815, la Nao de China, que ni era Nao ni venía de China, sino el Galeón de Filipinas dejaría de transitar llevando y trayendo sus preciadas mercancías a ambas orillas del Océano Pacífico.


Un punto más de historia rica y llena de anécdotas que tenemos en San José del Cabo y que no se ha difundido atinadamente entre los cientos de turistas que visitan la región, a ellos se les sigue diciendo que celebridades poseen casa en Los Cabos o como fue la filmación de la película Troya... dejamos pasar la historia rica de San José y nos cobijamos, malamente, con un burdo anecdotario.


Así como hay quienes están interesados en rescatar el Estero, que, aunque no lo creas hay quienes se empeñan en vaciarlo, en quemar sus palmares, para construir suntuosos edificios y dar al traste con la espléndida naturaleza que es el signo característico de la región... como dice el periodista Ricardo Alemán... Al tiempo!


Para ver algo de la cartografía de la Bahía de San Bernabé, entra aquí:

http://celestinoatienzo.blogspot.com/2011/02/de-cuando-existia-la-bahia-de-san.html

Un cuento que, (aunque no lo creas), la SEP tiene sobre la Nao de China, aquí:



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