sábado, 7 de septiembre de 2019

El río Magdalena, el puente de San Francisco y el templo de San Antonio Panzacola, Coyoacán, CDMX

   Hay dos versiones sobre quién la mandó construir. Las guías de turistas que hay en Internet afirman que fue Pedro de Alvarado. Una segunda versión dice que por el lugar, en la Colonia, vivía una familia de contrabandistas y que un día llegó la autoridad a detenerlos, pero ellos prometieron a Antonio de Padua que si los libraba de la cárcel le construirían una iglesia. Las autoridades registraron la casa, pero no vieron la mercancía. En agradecimiento, la familia cumplió su promesa y construyó el templo. Tal vez esta leyenda tenga alguna base, porque la construcción data de finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII, como muchos de los inmuebles del centro histórico de Coyoacán. El templo fue declarado monumento nacional en 1932. (Wikipedia)














 Puente de San Francisco Panzacola, el cual está ubicado en la zona cercana a los viveros de Coyoacán. La construcción a la derecha corresponde a parte posterior de la capilla de San Antonio Panzacola, y al fondo se ubica parte de la hacienda del Altillo. De aquí partían los caminos que llevaba a San Ángel, Coyoacán y Churubusco, este es el Rio de la Magdalena, único río que se mantiene a cielo abierto en toda la ciudad de México.

   La zona donde se origina el río era llamada Atlitic o ‘lugar donde abunda el agua’ por los grupos indígenas. Pertenecía al señorío o altepetl de Coyoacán, y originalmente había en los cerros numerosos santuarios dedicados al dios Tláloc. En la época colonial fue parte del Marquesado del Valle de Oaxaca, de Hernán Cortés, y fue reconocida como patrimonio del cacique y gobernador de Coyoacán, Juan de Guzmán Ixtolinque. Cortés encargó a los frailes dominicos del convento de Coyoacán la congregación y conversión de los indígenas de esta región. Así se fundó el pueblo e iglesia de María Magdalena Atlitic, que dio nombre al río.

 Desde el siglo XVI se establecieron a lo largo del río batanes que aprovechaban su capacidad hidráulica. A fines del siglo XIX se instalaron en Los Dinamos cuatro plantas generadoras de energía eléctrica para abastecer las fábricas textiles de La Magdalena, La Alpina, Puente Sierra y El Águila. Asimismo en Tizapán se ubicaron la fábrica textil de La Hormiga, y la papelera Loreto y Peña Pobre, en la actual Alcaldía Álvaro Obregón, que aprovecharon el río para generación de electricidad y desagüe de residuos. El desarrollo urbano del siglo XX contribuyó a la contaminación del río, al ser usado como vertedero de aguas negras. Por esta razón fue parcialmente entubado en los años treinta.

  La cuenca del río Magdalena está localizada en zona de reserva ecológica; sin embargo, gran parte de la superficie se encuentra en proceso de avanzada deforestación, pues la zona es invadida por la mancha urbana.

   El suelo de la cuenca del río Magdalena permite la infiltración del agua de lluvia en un nivel muy alto. Protegerlo de la erosión y potenciar esta característica ayudaría en la protección del medio ambiente.

La fotografía corresponde al último cuarto del siglo XIX, las dos primeras construcciones aún se mantienen en pie. Se encuentra en el catálogo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos con el título "Old bridge on the Churubusco", aunque el nombre es erróneo, pues este es el Rio de la Magdalena, único río que se mantiene a cielo abierto en toda la ciudad de México.

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