miércoles, 11 de septiembre de 2019

Espacios reciclados: la antigua capilla de indos, hoy templo de Santa Catarina, Coyocán, CDMX

   Varias personas me han cuestionado sobre la veracidad de Wikipedia, yo no dudo de ella, claro es, dependiendo del artículo y los participantes del mismo, es por eso que no dudo en compartir los datos que ahí encuentro sobre el templo de marras.

   Después de la conquista, Hernán Cortes, otorgo a los franciscanos una generosa porción de terreno, para construir una iglesia y un claustro, conocidos como el claustro e Iglesia de San Juan Bautista de Coyoacán, los frailes comenzaron a edificar iglesias a la redonda, entre ellas están el Cuadrante de San Francisco, San Lucas, Churubusco, y Santa Catarina. Los frailes edificaron la Capilla de Santa Catarina o "Santa Cata" como capilla de indios, digase una capilla abierta, donde los indios podrían ir a la iglesia, como Catecúmenos, antes de recibir el bautismo. En los siglos XIX y XX se añadieron rejas a las entradas, así como se edificó una torre de campanario en el S. XVII, la cual se derrumbó, pero se añadió una nueva posteriormente, así como se añadió una barda de piedra alrededor de la plaza y la capilla.

   El altar mayor contiene un baldaquino, con vitrina de cristal, donde esta un crucifijo de madera, y una virgen dolorosa de yeso y piedra. Ambas imágenes se visten con telas. Debajo del baldaquino, se encuentran tres gradillas, donde se colocan floreros y candeleros, así como se ubica el sagrario original del siglo XVII. El altar esta hecho de piedra volcánica, es un altar transferible (que se puede mover), contiene cuatro cruces marcadas, así como un ara, con la reliquia de Santa Catalina a venerar en esta capilla. La mesa se compone de 2 columnas, y un rectángulo donde esta precisamente el ara y donde se celebra la Misa, aún se desconoce que Reliquia de Catalina de Siena se preserva, sea una uña, dedo, piel, cabello o vestimenta, es fácil predecir sea un miembro de la religiosa, pues su cuerpo después de muerta y hallada incorrupta, se dividió diversas partes el cuerpo de la monja dominica.

   Desde la conquista, Coyoacán fue sede de la residencia de Hernán Cortés, tal es el caso que su palacio aún se preserva ahí mismo, y como existía un gran espacio para construir, así como una fuente inagotable de piedra volcánica, en el Pedregal de san Francisco, hoy conocido como la colonia Romero de Terreros por una falla geográfica que emite lava, los asentamientos fueron sencillos en este lugar, ya que con tanta piedra, se pudo construir caminos, puentes, casonas antiguas, y plazas. Después del establecimiento de la colonia de la Nueva España, comenzaron las grandes edificaciones, y una de estas grandes edificaciones, fue el puente de Panzacola, que cruza sobre el río Magdalena al sur de la Ciudad de México, y siguió la avenida llamada en aquel entonces "Real camino a San Ángel" y "Real Avenida de Santa Catarina" después de la muerte de Francisco Sosa Escalante, el gobierno del Distrito Federal, aprobó cambiar el nombre de la avenida, y renombrarla a Francisco Sosa, en honor a este escritor y periodista Coyoacanense. En el siglo XX, el científico Miguel Angel de Quevedo fundo los Viveros de Coyoacán, que están a exactamente dos cuadras del parque, estos viveros preservan árboles de reserva especial, así como venta de tierra, y artículos de jardineria, también tiene un edificio de oficinas de la SEMARNAT.

   Después, en una hacienda, localizada enfrente de la Plaza de Santa Catarina, se estableció la casa de Cultura de Coyoacán, que después se renombró a Jesús Reyes Heroles, un importante político mexicano de finales del siglo XX. Actualmente, es museo gratuito de la cultura del Coyoacán virreinal, centro de convenciones relacionado al pasado de la Nueva España, así como los fines de semana, se transforma en un bazar artesanal. La plaza fue atrio de la capilla desde época de indios, aunque constantemente se abrían las puertas del atrio, después de la Guerra Cristera, se acordó derribar la barda, y crear un parque para entretenimiento laico, independiente del culto católico de la capilla.

  Toda la plaza tiene piso de piedra volcánica, desde el siglo XVI, así como las jardineras y las bancas de piedra, aunque después se añadieron bancas de bronce, las cuales se han teñido de verde por el óxido del propio bronce. Los árboles abundan en capulines, truenos, y jacarandas, que son árboles que se dan en todo el centro de Coyoacán.

  Al centro de la plaza se levanta el busto de Francisco Sosa,  escritor, poeta, historiador, biógrafo y periodista mexicano. Nació en la ciudad de Campeche cuando esta formaba parte de Yucatán. Para leer algo sobre su vida, entra aquí.

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