sábado, 18 de julio de 2009

Si los templos son el alma de la ciudad, los mercados son el corazón

Cuando se desarrolla el arte de “pueblear” sabemos que la primera parada obligatoria es en el templo principal, allí sabremos a que santos se veneran y en consecuencia podremos deducir los días en que habrá fiesta en el pueblo. Si no estás muy familiarizado con el santoral y las tradiciones, te sugiero adquieras el Calendario del más antiguo Galván, se publica cada año, en noviembre tendrás ya lista la edición del año siguiente. La segunda visita obligada es en el mercado, lugar que si comparamos, le daremos el alma al templo y el corazón al mercado.

Hay en Celaya un mercado sencillamente precioso. Es el Morelos, se ubica en el mero centro, a una cuadra del jardín principal, a una de la Bola del Agua, a una de la Catedral. Si no te lo advierten pensarás que el mercado es una iglesia ya que su edificio tiene una torre central con reloj que en más de un par de ciudades quisieran tener como su edificio emblema. Dentro de la modernización que se buscó durante el porfiriato, además del desarrollo ferrocarrilero, se le dio importancia a lo comercial, dentro de las celebraciones del Centenario de la Independencia, en algunos lugares se inauguraron mercados, como en Guanajuato, el de Celaya fue un poco antes y se incluye ese fuerte sabor de las construcciones magnas que en los primeros años del siglo XX se levantaron.

"El Mercado Morelos se encuentra localizado entre las calles de Libertad, Pedro Figueroa y Av. Morelos. Fue proyectado conforme a los planos formados por el Sr. Luis Long y aprobados por el supremo gobierno, con ello se dio principio a la construcción del edificio que se destinara para el nuevo Mercado en esta población, situado en la plaza de la Cruz. Fue construido por Ernesto Brunel, del año 1903 al 1906. Inicialmente su nombre era "Joaquín Obregón González", en la actualidad mejor conocido como mercado "Morelos". En la Torre que se ubica en el centro de la fachada principal, existe un reloj mecánico que opera con pesas, que se puede considerar como un elemento histórico que junto con el mercado con más de 100 años de construido forma un elemento distintivo de la ciudad". (El Sol del Bajío, 16 de julio de 2007, José Sánchez)

De los testimonios más apasionantes que hay sobre la organización de los mercados en el antiguo México, es decir, el Tianguis, existen dos, uno de ellos es el de La Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España en donde Bernal Díaz del Castillo relata cómo era la vida de los aztecas a la llegada de los españoles, entre otras cosas y al respecto del tianguis dice: “quedamos admirados de la multitud de gente y mercancías que en ella había y del gran concierto que en todo tenían y los principales que iban con nosotros nos lo iban mostrando; cada género de mercaderías estaba por sí, y tenían situados y señalados sus asientos.” Si te interesa conocer más sobre la organización existente en Tenochtitlán, este libro es uno de los que no te puedes perder.

El otro testimonio lo escribe Hernán Cortés en su Segunda Carta de Relación que envía a Carlos V relatándole como era el Imperio Azteca "Tiene otra plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca, toda cercada de portales alrededor, donde hay todos los géneros de mercadurías que en todas las tierras se hallan, así de mantenimiento como de vituallas, joyas de oro y de plata, de plomo, de latón, de cobre, de estaño, de piedras, de huesos, de colchas, de caracoles y de plumas; véndese tal piedra labrada y por labrar, adobes, ladrillos, madera labrada y por labrar de diversas maneras.

Hay calle de caza, donde venden todos los linajes de aves que hay en la tierra, así como gallinas, perdices, codornices, lavancos, dorales, zarcetas, tórtolas, palomas, pajaritos en cañuela, papagayos, búharos, águilas, falcones, gavilanes y cernícalos, y de algunas aves destas de rapiña venden los cueros con su pluma y cabezas y pico y uñas. Venden conejos, liebres, venados y perros pequeños, que crían para comer, castrados. Hay calles de herbolarios, donde hay todas las raíces y yerbas medicinales que en la tierra se hallan. Hay casas como de boticarios, donde se venden las medicinas hechas, así potables como ungüentos y emplastos.

Hay casa como de barberos, donde lavan y rapan las cabezas. Hay casas donde dan de beber y comer por precio. Hay hombre como los que llaman en Castilla ganapanes, para traer cargas. Hay mucha leña, carbón, braseros de barro testeras de muchas maneras para camas, y otras más delgadas para asientos y para esterar salas y cámaras. Hay todas las maneras de verduras que se fallan, especialmente cebollas, puerros, ajos, mastuerzo, berros, borrajas, acederas y cardos y tagarninas, hay frutas de muchas maneras, en que hay cerezas y ciruelas que son semejables a las de España.

Venden miel de abejas y cera y miel de cañas de maíz, que son tan melosas y dulces como las de azúcar, y miel de unas plantas que llaman en las otras y estas maguey, que es muy mejor que arrope y destas plantas facen azúcar y vino, que asimismo vende. Hay a vender muchas maneras de filado de algodón, de todos los colores, en sus madejicas, que parece propiamente alcaicería de Granada en las sedas, aunque esto otro es en mucha más cantidad. Venden colores para pintores cuantos se pueden hallar en España, y de tan excelentes matices cuanto pueden ser. Venden cueros de venado con pelo y sin él, teñidos, blancos y de diversos colores.

Venden mucha loza, en gran manera muy buena; venden muchas vasijas de tinajas grandes y pequeñas, jarros, ollas, ladrillos y otras infinitas maneras de vasijas, todas de singular barro, todas o las más vedriadas y pintadas. Venden maíz en grano y en pan, lo cual hace mucha ventaja, así en el grano como en el sabor, a todo lo de otras islas y Tierra Firme. Venden pasteles de aves y empanadas de pescado. Venden mucho pescado fresco y salado, crudo y guisado. Venden huevos de gallina y de ánsares y de todas las otras aves que he dicho, en gran cantidad; venden tortillas de huevos fechas.

Finalmente, que en los dichos mercados se venden todas cuantas cosas se hallan en toda la tierra, que demás de las que he dicho son tantas y de tantas calidades, que por la prolijidad y por no me ocurrir tantas a la memoria, y aun por no saber poner los nombres, no las expreso. Cada género de mercaduría se vende en su calle, sin que entremetan otra mercaduría ninguna, y en esto tienen mucha orden. Todo lo venden por cuenta y medida, excepto que fasta agora no se ha visto vender cosa alguna por peso. Hay en esta gran plaza una muy buena casa como de audiencia, donde están siempre sentados diez o doce personas, que son jueces y libran todos los casos y cosas que en el dicho mercado acaecen, y mandan castigar los delincuentes. Hay en la dicha plaza otras personas que andan continuo entre la gente mirando lo que se vende y las medidas con que se miden lo que venden, y se ha visto quebrar alguna que estaba falsa ...»




Celaya es, indudablemente otro lugar por descubrir en el Bajío, siendo una ciudad grande, la segunda, luego de León, ¿o la tercera luego de Irapuato?, hay todo tipo de servicios a todo nivel, como quiera, los precios, al igual que en todo el Bajío son muy accesibles, especialmente si los comparamos con los que reinan por Los Cabos, tan solo por mencionarlo como punto de referencia. El acceso es de lo más fácil, la Carretera Federal 45 “Panamericana” atraviesa Celaya de oriente a poniente, hay autopistas que te conectan con facilidad a todas las ciudades importantes del centro del país.

Si quieres embelesarte con las descripciones que Hernán Cortés le hiciera a Carlos V, aquí tienes el enlace a la Segunda Carta de Relación:

5 comentarios:

  1. Benja,

    Sin duda Celaya es una ciudad grande, pero es la tercera no la segunda, luego de León y Irapuato :)

    ResponderEliminar
  2. Bob:

    Gracias por aclararnos cual es la segunda y la tercera ciudad en el Estado en relación a su población y muchas gracias por seguir leyendo El Bable.

    ResponderEliminar
  3. Qué fascinantes son los mercados porque es ahí donde podemos conocer cómo es un pueblo en sus costumbres más puras. Eso creo, no digo que así deba ser precisamente, pero pienso que desde la forma como se presentan los productos, el orden, disposición por género, limpieza, atención, etc., marcan muchos detalles interesantes sobre cada pueblo o ciudad.

    ResponderEliminar
  4. Vaya!Me encantó esta descripción tan detallada y hermosa que haces de este mercado.Me ha llamado la atención lo que a seguridad se refiere,lo de los jueces,y las personas que están pendientes de las medidas y la buena calidad de los productos...Chévere lástima que son tantas mis horas de vuelo,pero lo tomaría como el lugar ideal para comprar.Gracias por acercarnos a estos lugares...me gusta!!!!

    ResponderEliminar
  5. el mercado morelos es el mas bonito de guanajuato

    ResponderEliminar