Empalme Escobedo, Guanajuato, guarda una interesante historia

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Con esta será la vez “n” que te diga que mi infancia en buena medida la tuve ligada, además del Bable, a la estación del tren. Los trenes los oí miles de veces, digo los oí porque cuando estaban por llegar a Salamanca comenzaban a tocar su silbato para que despejaran camino, creo que te conté lo de los burros que una vez destazaron precisamente porque no los movieron a tiempo de la vía, a pesar de que anunciaba el tren su presencia… pues bien, llegar a Empalme Escobedo significa recordar montones de cosas relacionadas al ir y venir de los trenes y, claro está, sorprendernos con su estación y su historia.

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Se llama Empalme porque es allí en donde se le daba mantenimiento a las máquinas y vagones de los Ferrocarriles Nacionales de México, (desde 1996, concesionado a Kansas City Southern, si ¿tu crees? Ya no hay ferrocarril mexicano sino KCS, casi igual al KFC, bueno, al menos del mismo estado). Era este un punto estratégico, dada la cercanía con las vías que iban hacia Laredo y Ciudad Juárez desde la Ciudad de México, por lo tanto era un empalme de vías. Pero no era éste el único sitio donde se le daba mantenimiento a los FFCC, en el estado de Guanajuato, más al sur, en Acámbaro había otro enorme patio de maniobras para el ferrocarril que hacía la ruta de México a Morelia.

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Empalme se localiza al norte de Celaya, pocos kilómetros antes de llegar a Comonfort; y forma parte de este municipio, por lo tanto está en la zona noreste del Bajío, es decir, en la parte más productiva. Pasa cerca de allí el río Laja, afluente del Lerma, sus cosechas son abundantes y lo fueron desde siempre, razón por la cual se ubicó en sus inmediaciones ya casi al final del período colonial, una hacienda llamada El Molino cuya producción de trigo inundaba a toda la Nueva España.

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En la monografía del Municipio de Comonfort encuentro algo al respecto escrito por Hugo Chávez, (nada que ver con el venezolano), “El Molino, por los años de 1850-60, se decía que era propiedad del coronel Florencio Soria, quién estaba destacado como Jefe Político de la Villa de Celaya. Es en ese entonces que aparece Patricio Valencia, quién hace un trato con el coronel y le compra su propiedad. Se dice que don Patricio había llegado de España, de un lugar nombrado Agüera de Iturriots. La hija de don Patricio, Emeteria, (nacida en Salamanca, Gto.) casa años después con Eusebio González”.

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“Eusebio González enstaba en tratos con don Lucas Alamán, quien tenía por esos momentos unos telares ingleses en la fábrica de Textiles Cempoala en Celaya, ubicada en la calle 5 de mayo. Una vez hecha la compra don Eusebio instala a un costado del Molino dichos telares, de esta manera da impulso a otra industria que viene a reforzar la molienda de trigo. De esta manera es muy posible que el transporte fuera originalmente a lomo de bestia, pero se dice que ya en 1888 había línea de ferrocarril funcionando hasta El Molino, lugar que ya había cambiado de nombre por el de Soria”. Si Lucas Alamán murió en 1853, seguramente esta compraventa se realizó en el 52.

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Continúa diciendo Chávez que: “por aquellos años, el mayor cliente que tenía el Ferrocarril Central era el Molino, la estación se construyó a espaldas de ésta fábrica. Más adelante don Eusebio regala las tierras para que se tiren las vías del nuevo ferrocarril, de allí que surge la tradición de llamarle Empalme de González, esto sucedía a principios del siglo XX, es en 1903 cuando se inicia el tendido de vías para el servicio de la ruta México – Querétaro – Escobedo – San Luís – Laredo con la innovación de la vía ancha. Es para 1905 cuando la línea ya llegaba a Empalme”. Habrá que notar que cuando surge Empalme Escobedo, era cuando se había ya constituido Ferrocarriles Nacionales de México.

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El nombre actual sigue siendo una ligera interrogante, se presume que se denomina Escobedo en honor a Mariano Escobedo (1826-1902), “general que combatió la invasión norteamericana y defendió el Plan de Ayutla, contribuyendo al triunfo de los liberales en la guerra de la Reforma. Tomó la ciudad de Monterrey y al frente de las tropas republicanas capturó a Maximiliano y firmó la orden de su ejecución en 1867”. Al parecer Mariano Escobedo vivió en la cercana población de Comonfort entre 1867 y 1880 en la casa ubicada en la actual calle Hidalgo número 37.

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Ya para 1948, Ferrocarriles Nacionales de México hace una gran inversión, inicia la modernización de los talleres del empalme ferrocarrilero, eran los tiempos de Miguel Alemán, los tendidos de vías corrían por varios kilómetros al norte y la cantidad de vagones que hacían fila para ser reparados en momentos llegaba a ser impresionante.

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“Siendo Presidente de la República el Lic. Miguel Alemán y gerente general de los Ferrocarriles Nacionales de México el Lic. Manuel R. Palacios se reconstruyeron los talleres, patios, instalaciones y demás servicios de esta Terminal Empalme Escobedo, Gto. 15 de Mayo de 1949”.

Así lució Escobedo aquel 15 de mayo de 1949, luego de la inauguración de las instalaciones de Ferrocarriles Nacionales de México por parte del presidente Miguel Alemán.

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La visita a Empalme Escobedo es interesante, si te atraen los lugares en donde el Ferrocarril dejó profunda huella, este es uno de ellos. Su estación rompe totalmente con el estilo establecido en casi todo el estado, parece un viejo palacio porfiriano, lamentablemente está muriendo poco a poco y reclama a gritos ser rescatado. Su parroquia es bastante interesante como lo habrás ya notado en las fotos del principio.

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Empalme Escobedo, siendo una población que surgió gracias a la construcción de la estación de servicios para Ferrocarriles Nacionales Mexicanos, no puede dejar desapercibida la presencia del Héroe de Nacozari, Jesús García Corona, el legendario conductor de la Máquina 2, que la tradición popular la cambió a Máquina 501, si quieres conocer la historia completa entra en el enlace y sabrás del acto heroico del sonorense Jesús García Corona.

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Y andando por acá, no te puedes perder una de sus nieves de garrafa, de las auténticas, tradicionales, hechas a mano y por la mañana muy temprano para que estén listas en la tarde. La de la foto es de café la de abajo y de piñón la de arriba, esta última la más recomendable de todas, es exquisita.

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Para terminar la vista, esta fotografía que revela la identidad más fuerte de Empalme Escobedo, el Ferrocarril. Esta fuente es un poco extraña, ¿monumento al molcajete?

De todo lo que transcribo entre comillas, obtenido de la Monografía del Municipio de Comonfort, veo que hay una serie de discrepancias en cuanto a fechas, algunas las he podido corregir, otras las dejo tal cual aparecen en el escrito, lo que si corregí totalmente es la ortografía y una buena parte de la sintaxis para evitar caer en eso que se llama “cantinflismo”. Con esto no quiero decir que lo escrito allí no sea valioso, al contrario, todo esfuerzo que se haga