Nos regocijamos una vez más al visitar Encarnación de Díaz, poblado que conocemos mejor por su apodo, el que la hace más que humana; una buena amiga: La Chona, en los Altos de Jalisco y la vemos esta vez en el sobrio blanco y negro y descubrimos, una vez más, su enigmática belleza.
Que hermosas fotos!!! Te pasaste!!! Felicidades !!! tus fotos mejoran día a día, y no quiero decir con esto que las anteriores sean malas, sino que puede verse una evolución fotográfica en ti.
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