En la exposición que recién concluyó en el Archivo Histórico del Poder Ejecutivo del Estado de Guanajuato tuve la oportunidad de enterarme de varias de las fiestas tradicionales más arraigadas en algunas de las poblaciones del estado. Cabe anotar que ni son todas las que están, ni están todas las que son; como quiera, nos da una buena idea de lo mucho que nos falta por visitar en la zona. Dejo las imágenes de los textos para que tengas una mejor idea de lo que ocurre en cada localidad.
martes, 3 de marzo de 2020
lunes, 2 de marzo de 2020
Tenemos un Décimo Aniversario más en puerta: Cabezas de Águila
Contaré, una vez más, como surgió esta idea, la de crear El Bable... resumiendo lo mucho ya dicho y escrito al respecto, fue allá en San José del Cabo, en Baja California Sur cuando, en 2007 abrí el primer cuaderno en donde anotaba cosas, datos, estadísticas, en un par de meses lo tenía agotado y abrí el segundo... luego comencé a ver, en el lugar más apartado del país, en Bahía de los Ángeles, que había una moda milennial, que era el blog, el blog escrito, topé con varios, casi todos de jóvenes que apenas terminaban la universidad y estaban en su sabatismo para preparar la tesis... entendí, pues, que el blog era eso, una bitácora.
Como había trabajado muchos años en hoteles, y tuve siempre personal a mi cargo, lo de la bitácora me era sumamente familiar, pues en aquellos años en que las cosas se hacían manualmente y en un hotel que estaba de moda en el sitio de moda (Cancún 1983), la bitácora era algo imprescindible para mantener orden en la recepción a mi cargo, pero la bitácora que manejaba no era la habitual de "entrego turno sin novedad", como solía decirse entonces y me dí cuenta que se podía usar para transmitir una información valiosa.
A esa bitácora la bauticé como La Gaceta del Sábado, y circulaba no sólo por la recepción sino por, practiamente, todo el hotel pues ahí incluía notas de actualidad, notas de historia del turismo (historia, claro está) y los últimos avisos que se daban al personal. Esto funcionó bastante bien y dejó huella (creo) en varias personas. El producirla me llevaba varias horas, lo hacía el viernes por la noche y no me iba a descansar hasta que no la hubiera terminado... tiempos en los que no había computadoras, por tanto el copy&paste en caso de hacerse era manual y eso llevaba mucho tiempo.
En buena medida esa Gaceta fue el antecedente de lo que hoy es El Bable, y, revisando lo que en pendientes tenía, encontré que cuando estaba preparando el décimo aniversario, en diciembre de 2018, había colectado aquí -en lo que ahora ves- todos los avisos que estuve publicando a través de Facebook sobre mi tan cantado X Aniversario y creo es bueno compartirlo hoy.
Compartirlo hoy porque otro décimo aniversario que tuve lo olvidé por completo, eso fue en marzo del año pasado, cuando llegué a los diez años en el bog El Señor del Hospital. De él ni siquiera lo mencioné, lo olvidé por completo, pero el próximo décimo aniversario no lo quiero olvidar, será en Abril, creo el 9 (fecha por corroborar) y serán diez años de publicar Cabezas de Águila, el blog que tengo dedicado a las esculturas creadas por Tomás Chávez Morado y que fueron colocadas en tiempos de Adolfo López Mateos para marcar la Ruta de la Libertad en ocasión del sesquicentenario del inicio de la Guerra de Independencia.
Estoy preparando esa entrada (post) que será sorprendente (creo) de una de las esculturas que un lector tuvo a bien notificarme y que fue colocada en un lugar que no tienen que ver con la ruta y que me intriga saber cómo fue que llegó a donde ahora está colocada. Mientras eso ocurre, ahora podrás ver mis "anuncios" de aniversario. Si me quieres seguir por Facebook, estoy como El Bable de Benjamín Arredondo.
domingo, 1 de marzo de 2020
Del cine, Guanajuato, la minería y sus palabras
Las tres primeras imágenes de esta entrada corresponden a la película Bugambilia rodada en Guanajuato en el año de 1945 y fue dirigida por Emilio Fernández. Sus actores principales fueron Dolores del Río y Pedro Armendáriz, el argumento es de Rodolfo Usigli y ahí nos dejan ver un poco de usos y costumbres del siglo XIX y sus diferencias en las clases sociales. Lo interesante del film es el documento gráfico que nos deja ver la afamada ciudad hace ya 75 años. La trama es la misma que muchas telenovelas mexicanas o de cualquier otra nacionalidad:
En la ciudad de Guanajuato, en el Siglo XIX, vive la joven, bella y pérfida Amalia de los Robles (Dolores del Río) que es el objeto del deseo de todos los muchachos de la ciudad pese a los celos de su padre viudo, Don Fernando (Julio Villarreal), quien ve en su hija, el retrato de su esposa muerta, y siente por ella una extraña devoción. Sin embargo, el único hombre que despierta el interés de Amalia es Ricardo Rojas (Pedro Armendáriz), aun así, su amor es imposible debido a la diferencia de clases sociales y principalmente por los celos de Don Fernando. (Wikipedia)
Lo más curioso de la película son los vestidos de Amalia, ya que hay una escena en la que lleva esa monumental crinolina y, al salir corriendo por la escalinata del Teatro Juárez y cruzar (supongo) el Jardín Unión, va a dar a la Plaza del Baratillo, en su carrera se ven los calzones que trae puestos, que la hace ver como un clown, o, en el mejor de los casos, un Arlequín... o, más elevado aún Pierrot. En la siguiente imagen vemos la pintura de Cezanne donde representa a Pierrot y Arlequín. Pero esto no es el punto a que quiero llegar ahora, sino a la definición de una palabra: Barra.
La definición la busqué cuando preparaba mi libro sobre las haciendas de Salamanca y luego con el de Diego Rul pues varios personajes que fueron hacendados eran también mineros y la palabra barra aparecía en muchos documentos, la entendí muy bien y la expliqué en ambas publicaciones, pero una definición como tal no la había encontrado, fuera de una terminología que en un portal chileno daban sobre el mundo de la minería. Ahora, la encuentro perfectamente clara en el Diccionario de mexicanismo de Icazbalceta:
Barra. f. «Rollo de oro, plata ú otro metal sin labrar» (Dicc.). Entre nosotros la barra de plata pura, plata mixta u oro tiene la forma de una artesa, y su peso legal máximo es de 135 marcos. Si son de plomo se llaman galápagos, si de fierro zamarras, etc.
Dice también el Diccionario: «Min. Amér. Acciones ó participaciones en que se dividía una empresa para el laboreo de alguna mina». Esa división subsiste todavía. BARRA es la unidad elegida para expresar la representación en la propiedad de las minas de compañía. Según la Ordenanza de 1793, esa propiedad se divide en veinticuatro BARRAS, unas aviadoras y otras aviadas. Las primeras son las que llevan anexa a la posesión la obligación de contribuir proporcionalmente a los gastos de la empresa; las segundas, sin tener esa obligación, tienen derecho a participar proporcionalmente de las utilidades, después que se han cubierto los gastos de explotación. En algunos minerales se usa otra especie de BARRAS, llamadas viudas, que disfrutan privilegios especiales, siendo el principal el de percibir la utilidad que les corresponde, antes de estar reembolsado el capital. Actualmente se acostumbra sustituir las BARRAS con acciones, que casi siempre se relacionan con la división en BARRAS, por ser ésta la más general y conocida (1).
Por cierto, recuerdo que andando por los callejones no de Guanajuato, sino de Fez, en Marruecos, cuando se oía la palabra ¡Barra!, ¡barra! uno tenía que despejar y pegarse lo más posible al muro pues el barra quería decir algo así como ¡aguas! o ¡atención! e indicaba que venía una carreta con mercancía, jalada por burros.
Fuente:
1.- Joaquín García Icazbalceta. Vocabulario de mexicanismos. Tip. La Europea. México, 1899
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