
Hoy, una vez mas hoy, leo en la prensa local que se habla de las perlas, se sigue debatiendo sobre su tamaño e importancia, sobre su peso y su origen. Se comenta de la travesía de estas excepcionales joyas que iban de México a Europa, de América a las cortes europeas mas poderosas del Siglo XVII, se dice que se producirá un cortometraje aquí, en la isla que vio en algún tiempo crecer tantas y tan valiosas perlas, solo que nos estamos olvidando de una, quizá la mas importante de ellas, la mejor perla que México ha dado, una perla que fue una joya dentro del cine: María Elena Marqués.
Me sucedió un día, hace ya mucho tiempo, algo así como cuarenta años que fui al cine, sólo por salir, pues hoy, igual que antes, los jóvenes no quieren estar en casa, la calle llama y el ansia por descubrir más y más nos lleva al lugar que sea a donde sea. Esa fue una muy feliz coincidencia la que tuve, un afortunado encuentro el que viví en un cine, de esos de antes, de pantalla inmensa cuyo espectáculo comenzaba antes de la película, cuando se apagaban las luces y las cortinas se corrían, lentamente, rojas, invariablemente rojo era el color. El
Noticiero Continental era inminente y luego la película.

Esa vez ni vi el programa, entré al cine, me senté y de pronto una película blanco y negro, una fotografía excepcional una ternura inaudita en la pantalla y la historia mas bella y cruel comenzó a ser contada. La pareja ideal, jóvenes, bellos, él el hombre trabajador, ella la mujer de casa, el fruto del amor les daba un hijo. Un pueblo perdido en alguna costa de México en donde es encontrada una perla tan grande como nunca se había visto. Esto fue el inicio de la agonía, de la ambición exagerada.
Me fui adentrando mas y mas en la historia, una a una las escenas eran simplemente hermosas, el blanco y negro en su mejor expresión, unas actuaciones que inundaban la pantalla y el argumento excepcional. Con el tiempo supe que esa película fue inspirada por las aguas del Mar de Cortés, por la calidez y sencillez que algún día reinaron en La Paz, fue allí en donde la pluma de John Steinbeck creo una de sus mejores obras, la tituló
“La Perla” ¿para que buscar nombre mas complejo? No había necesidad. Esta vez mas el Mar de Cortés daba una perla excepcional al inspirar una historia sin igual, que junto a otras le hizo ganar el premio Nobel en 1962.
Esa historia de
La Perla de
John Steinbeck puede ser ubicada antes o después de cuando fue escrita, incluso la podemos ubicar en nuestros días, cabe a la perfección, pues, lamentablemente la codicia humana no ha cambiado en nada, quizá se ha incrementado.
Una reseña de la película la puedes leer en:
http://cinemexicano.mty.itesm.mx/peliculas/perla.html
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La perla ganó el Premio a Mejor Fotografía en la Muestra de Venecia de 1948, en el festival de Madrid de 1949 y en los Globos de Oro de la prensa extranjera de Hollywood de 1949. Gabriel Figueroa consideraba a La perla (1945, Dirección de Emilio “El Indio” Fernández”, y fotografía de Gabriel Figueroa) como la mejor película del cine mexicano. La perla ganó el Premio a Mejor Fotografía en la Muestra de Venecia de 1948, en el festival de Madrid de 1949 y en los Globos de Oro de la prensa extranjera de Hollywood de 1949. Gabriel Figueroa consideraba a La perla (1945, Dirección de Emilio “El Indio” Fernández”, y fotografía de Gabriel Figueroa) como la mejor película del cine mexicano". (Texto tomado del blog:
Armando Santos.)