Docenas de trenes con cientos de vagones pasan todo el día por Salamanca, aquí vemos unos contenedores que llegan de Manzanillo y Lázaro Cárdenas van con destino a toda la zona industrial del Bajío.
Son varias las veces que te he comentado acerca del tren, la razón es sencilla, vivo a una cuadra de la estación en Salamanca, aquí fue donde crecí, oyendo su ir y venir durante todo el día y buena parte de la noche. Padeciendo hace mucho, cuando no había paso a desnivel, las infinitas esperas para cruzar de un lado al otro de la vía pues, era cosa normal que partiera el pueblo en dos, con las maniobras para la refinería y sus cientos de vagones que entraban y salían de la llamada RIAMA. Ese caos se acrecentaba aun más en temporada de cosecha o trilla, pues eran cientos de vagones los que se cargaban de los granos que la zona producía. Eso ya no sucede, las cosas han cambiado, el tren sigue pasando pero en condiciones y características muy distintas.
Son varias las veces que te he comentado acerca del tren, la razón es sencilla, vivo a una cuadra de la estación en Salamanca, aquí fue donde crecí, oyendo su ir y venir durante todo el día y buena parte de la noche. Padeciendo hace mucho, cuando no había paso a desnivel, las infinitas esperas para cruzar de un lado al otro de la vía pues, era cosa normal que partiera el pueblo en dos, con las maniobras para la refinería y sus cientos de vagones que entraban y salían de la llamada RIAMA. Ese caos se acrecentaba aun más en temporada de cosecha o trilla, pues eran cientos de vagones los que se cargaban de los granos que la zona producía. Eso ya no sucede, las cosas han cambiado, el tren sigue pasando pero en condiciones y características muy distintas.
Al asaltar los trenes y dejar abiertos los contenedores de granos, estos se van esparciendo a lo largo de la vía, en la foto lo sucedido en el mes de Mayo aquí en Salamanca.
La ciudad ya no se paraliza, no se parte en dos, pues hay ya dos pasos a desnivel y, mal que bien, el flujo de norte a sur continúa. Ahora lo que hay son dos flagelos, el tren sigue atravesándose a lo largo con sus 40, 50 o más vagones y desquicia a la población de otra manera, con los robos a la mercancía que carga. Cuando regresé a Salamanca, hace cuatro meses, lo oí y me pareció absurdo, luego, al igual que a todos, la historia se me volvió habitual. El asalto al tren carguero, específicamente a los que llevan granos, maíz para ser más precisos. Al tren lo vi una y otra vez detenido. Es que lo asaltaron, decían. Me parecía absurdo, hasta que un día lo vi. Vi como habían abierto la parte baja de los contenedores y a lo largo de kilómetros y kilómetros el maíz se iba esparciendo, luego venían las operaciones de colecta de ese grano que se convertiría, seguramente, en tortillas, en pozole o en alimento para animales.
Esas plantas que vemos entre los rieles y durmientes es maíz que creció luego de las primeras lluvias que cayeron en Junio pasado. Indudablemente que la tierra del Bajío es fértil.
Y ahora, aunque las lluvias han sido escasas, ahora que tenemos en pleno el cambio climático y la temporada del maíz está en su apogeo, veo que el ciclo sigue, esa poca agua que ha caído ha sido suficiente para que esos granos esparcidos crezcan a lo largo de los rieles y dentro de las vías del tren. Se han vuelto un kilométrico campo de cultivo, todo producto de la naturaleza y de la rapiña. Con esto se comprueba la fertilidad de la tierra en esta parte central de México. Ah, por cierto, el tren ya no se llama ni Nacionales de México, ni Ferronales, ni nada que suene a Ferrocarril ni a México, ahora se llama KCS, Kansas City Southern… Pero te decía de dos flagelos, el otro es la migración, todos los días pasan mas y mas cada vez, son lo que antes se conocían como “moscas” los que viajaban colgados de los vagones, ahora son varias docenas los que se ven pasar, todos los días, en cada uno de los 16 servicios que cruzan a Salamanca, muchos de ellos se bajan aquí pidiendo ayuda, algo para comer, es triste ver la escena, en su mayoría son guatemaltecos y hondureños, todos persiguiendo el cada vez más distante sueño americano, yo quisiera ayudar, un día lo hice, pero eran cinco, al día siguiente había diez, al otro día otro tanto y así sucesivamente. Luego entendí porque la gente que vive aquí permanentemente se ha vuelto indiferente, son tantos, que ni con una gran fortuna se les podría ayudar.
Y ahora, aunque las lluvias han sido escasas, ahora que tenemos en pleno el cambio climático y la temporada del maíz está en su apogeo, veo que el ciclo sigue, esa poca agua que ha caído ha sido suficiente para que esos granos esparcidos crezcan a lo largo de los rieles y dentro de las vías del tren. Se han vuelto un kilométrico campo de cultivo, todo producto de la naturaleza y de la rapiña. Con esto se comprueba la fertilidad de la tierra en esta parte central de México. Ah, por cierto, el tren ya no se llama ni Nacionales de México, ni Ferronales, ni nada que suene a Ferrocarril ni a México, ahora se llama KCS, Kansas City Southern… Pero te decía de dos flagelos, el otro es la migración, todos los días pasan mas y mas cada vez, son lo que antes se conocían como “moscas” los que viajaban colgados de los vagones, ahora son varias docenas los que se ven pasar, todos los días, en cada uno de los 16 servicios que cruzan a Salamanca, muchos de ellos se bajan aquí pidiendo ayuda, algo para comer, es triste ver la escena, en su mayoría son guatemaltecos y hondureños, todos persiguiendo el cada vez más distante sueño americano, yo quisiera ayudar, un día lo hice, pero eran cinco, al día siguiente había diez, al otro día otro tanto y así sucesivamente. Luego entendí porque la gente que vive aquí permanentemente se ha vuelto indiferente, son tantos, que ni con una gran fortuna se les podría ayudar.
La estación de Salamanca, claro ejemplo del abandono de una construcción histórica con más de un siglo de existencia. Todo el verdor que se ve dentro de la vía es maíz en crecimiento.
Ahora mismo que escribo esto, estoy oyendo al tren, al KCS de las 12, su pitido es largo, agudo, va avisando que se detengan en las docenas de cruces que hay para evitar un accidente. Sin verlo te aseguro que en ese tren al menos cuatro personas van rumbo al norte, les faltan aun 1200 kilómetros para llegar a la frontera, si es que llegan. A la 1 es el siguiente, luego a las 2, en fin, los trenes seguirán pasando, cada quien irá buscando su vida y las cosas continuarán en su ritmo ya establecido. Las estaciones seguirán abandonadas, se seguirán desmoronando y quizá dentro de poco alguien entienda que son maravillas que debemos conservar, darles un uso, fueron construidas en el Porfiriato, merecen ser rescatadas… como esos “moscas” merecen vivir como seres humanos.
Ahora mismo que escribo esto, estoy oyendo al tren, al KCS de las 12, su pitido es largo, agudo, va avisando que se detengan en las docenas de cruces que hay para evitar un accidente. Sin verlo te aseguro que en ese tren al menos cuatro personas van rumbo al norte, les faltan aun 1200 kilómetros para llegar a la frontera, si es que llegan. A la 1 es el siguiente, luego a las 2, en fin, los trenes seguirán pasando, cada quien irá buscando su vida y las cosas continuarán en su ritmo ya establecido. Las estaciones seguirán abandonadas, se seguirán desmoronando y quizá dentro de poco alguien entienda que son maravillas que debemos conservar, darles un uso, fueron construidas en el Porfiriato, merecen ser rescatadas… como esos “moscas” merecen vivir como seres humanos.
En este convoy es donde se transportan las Suburbans que la GM Silao produce, aquí van vacíos esos enormes contendores, luego de dejar su mercancía en rumbo sur, ahora van al norte, para cargar la nueva producción y así sucesivamente, no está de más comentar que antes los autos los transportaban en plataformas, pero, ante el vandalismo que se ha desatado a todo lo largo de la vía del tren se optó por contendor cerrado. ¿Notaste a los dos “moscas” que van en la persecución del sueño americano?
Por si te interesa ver de qué tamaño es este problema, aquí dos notas del periódico.
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=339201
http://www.eluniversal.com.mx/notas/614758.html
Por si te interesa ver de qué tamaño es este problema, aquí dos notas del periódico.
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=339201
http://www.eluniversal.com.mx/notas/614758.html
perdon pero yo solo digo una cosa, es porque todos los mexicanos permitimos que profanen nuestra tierra, y no es porque yo sea mala persona pero solo vienen a nuestro pais a delinquir porque ni siquiera llegan a los bordes de nuestro pais. no se porque se aventuran si no tienen nada que ganar, sinceramente porque ni nuestros compatriotas lo logran y lo que me da coraje es que se queden en mi patria a delinquir o a hacer que un compatriota tambien delinca. perdon pero es la verdad.
ResponderEliminarEstimado Anónimo:
ResponderEliminarTu "verdad" no la comparto. La gente que asalta el tren, continuamente hasta la fecha, son puros mexicanos, de esos que no trabajan porque dicen que no encuentran trabajo pero que si estan al acecho de los vagones que vienen cargados... no se si habrás notado que de un tiempo para acá los vagones que transportan vehículos nuevos van ya encerrados, esto es debido a que antes eran el botín más preciado.
El que pasen por aquí docenas de Centroamericanos no quiere decir que vengan a robar, al menos no he visto que suceda esto por acá. Asi que, esta vez, no creo estes en lo correcto con tu comentario.
Saludos