Soria, Guanajuato. Un ejemplo de la ciudad Utópica

Debido al desarrollo que, afortunadamente ha habido en el estado de Guanajuato, el sistema carretero ha crecido mucho en los últimos años, antes para ir de Celaya a San Miguel había que pasar por varios pueblos y ranchos, incluso había que hacer cola en un tramo pues había un puente tan pequeño, que solo cabía un auto, así que, uno iba, el otro venía y así se organizaba ese cruce, creo que el puente era parte del Camino Real. En la actualidad se han construido carreteras que enlazan más fácilmente a las ciudades grandes.

Así que, si tu eres de los que se van por las “vías rápidas” te estarás perdiendo la oportunidad de conocer Soria, una población que, desde que la conocí, me dio la impresión de estar viendo la idea de Tomás Moro realizada, la misma que contagió a don Vasco de Quiroga y le hizo crear el sistema de Hospitales en el Obispado de Michoacán en el último cuarto del siglo XVI.

Soria tiene una historia, (sale de sobra decirlo), interesantísima. Nació, como te lo conté en el artículo anterior, respecto a Empalme Escobedo, debido a la hacienda que allí existía, denominada El Molino, que luego cambió al instalarse allí los telares, al nombre de Soria. Sobre el nombre hay una discusión pues se dice que debido a que el último de los dueños del lugar, don Eusebio González, era originario de Soria, España, de allí se originaba el nombre. Pero hay un personaje más, que también fue dueño de la hacienda y que se llamaba Florencio Soria, por lo que más bien esta es la razón del nombre.

Este es uno de los telares que sigue aun produciendo estupendos casimires.

Recurriendo a la Monografía del Municipio de Comonfort encontramos lo siguiente: “La fecha exacta de la fundación de Soria no se ha podido precisar, en el periódico “El Siglo XIX” en su número 79 del 3 de abril de 1851 da cuenta en una de sus columnas que el Ing. Antonio María Leyva, celayense, fue asesinado en El Molino de Soria el 23 de marzo de 1851 por gentes de Ibarguren, siendo esta la primera vez que aparece el nombre completo de Molino de Soria. El coronel don Florencio Soria, fue Jefe Político de Celaya, es decir, lo que actualmente denominamos Presidente Municipal, y fue dueño de este caserío y terrenos colindantes, es de ahí que, posiblemente venga el nombre de Soria, pues antes se le denominaba simplemente El Molino, debido a que, existía allí un molino de harina”.

En este lugar se levantó luego la fábrica de manta “La Providencia” con los telares que don Lucas Alamán había comprado en Inglaterra y que fueron los primeros en llegar a México e instalados en la fábrica “Textiles Cempoala” en Celaya y que fueron adquiridos por don Eusebio González, creando entonces un nuevo centro textil en el Bajío.

Cientos de metros de casimir siguen saliendo de los pocos telares que aun siguen funcionando en Soria.

Eusebio González, casado con Emeteria Valencia, una de las más acaudaladas damas del Bajío en la segunda mitad del siglo XIX, logró crear un verdadero imperio textil con fábricas en Savatierra, Celaya y ahora, Soria. Las de Salamanca habían sido ya desmanteladas. Sin descendencia, esta pareja ejerce su fortuna en ayudar a los desamparados, creando escuelas en toda la región.

Lo que sucedió luego de la muerte de doña Emeteria y pocos años más tarde don Eusebio, no lo se, desconozco quién habrá reclamado la propiedad de los telares, pero estos, a pesar del incendio que dicen sucedió en 1904 y la inundación por la ruptura de las represas construidas en las inmediaciones de la hacienda, siguieron prosperando. Al parecer hubo una huelga en septiembre de 1960, no se si estalló o no, lo que recuerdo haber visto fueron los periódicos en donde se anunciaba el inminente acto.

En la actualidad Soria sigue allí, los telares siguen en producción, ya no en la bonanza que tuvo pues, ante la introducción desmedida de telas venidas de China, Soria ha podido sobrevivir con sus estupendos casimires que en algún tiempo llegaron a ser los mejores de todo México.

En esta fotografía hay un detalle que será bueno anotar: si observas con atención verás que el poste del que pende el farol no es otra cosa que un riel de los desechados en Empalme Escobedo, que se encuentra a corta distancia de Soria.

Esta es la entrada del que fuera una vez emporio textil de Guanajuato.

Cuando pases por allí, entra a Soria, podrás adquirir, a excelentes precios pantalones de casimir y otras prendas y te darás una idea del por que vengo diciendo que aquí en Soria, si se materializó la idea de Tomás Moro de la ciudad Utópica.

Si te interesa leer mi disertación sobre la ciudad Utópica, lo puedes hacer aquí:

http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/08/la-utopia-que-escribio-tomas-moro-fue.html