Si hacemos un recuento de las personalidades que han nacido en Salamanca, estado de Guanajuato, y que han logrado destacar por méritos que pocas gentes llegan a obtener, ese personaje es, sin lugar a dudas, José Rojas Garcidueñas quien fuera académico de número de la Academia Mexicana, maestro en la UNAM, abogado en la Secretaría de Relaciones Exteriores, fundador de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guanajuato, investigador, ensayista, humanista, en fin, la lista es larga, bastante larga y con estos datos te darás cuenta de la dimensión de la persona a quién se le rindió el 15 y 16 de noviembre un Homenaje, esto debido al Centenario de su nacimiento.
Don José Rojas nació aquí, en Salamanca, el 16 de noviembre de 1912, un año antes de que en la población se comenzara a sentir la presencia de las fuerzas revolucionarias, primero las carrancistas, luego las villistas. Pudo satisfacer sus necesidades básicas de educación en la legendaria escuela, la única existente en ese entonces, localizada en la casona que ahora ocupa Modatelas, en la esquina de Hidalgo con Tomasa Estévez, partió luego para continuar sus estudios. En la Universidad Nacional obtuvo el título de Abogado con una brillante tesis que luego fue publicada -en 1938- debido al importante tema que allí trataba y que marcó el inicio de los estudios a nivel nacional y latinoamericano sobre los derechos humanos: Vitoria y el problema de la conquista en Derecho Internacional.
Tú que has leído algunos de los artículos que sobre Salamaca he publicado aquí, en El Bable, y otros tantos en el blog El Señor del Hospital, recordarás que son muchas las referencias que hago sobre lo escrito por Rojas Garcidueñas en torno a la historia de ésta población que lleva el mismo nombre de la más célebre y culta ciudad de España, a la que, precisamente él puso un nombre para identificar a la una de la otra, diciendo que ésta Salamanca, la de Guanajuato, la del Bajío, la de México es la "Salamanca criolla", dándonos con ello pie a una disertación que bien pude durar toda la vida y que nos asegura, desde la mente más brillante que ha visto la luz por primera vez en este pueblo, que Salamanca, la criolla, tiene un gran importancia a lo largo de sus ya más de cuatro siglos de existencia.
Y es precisamente eso que, aparentemente es tan simple y sin trascendencia, lo que me golpeó directo a las ideas, el título de "la Criolla" para la población en la que yo también nací. Más aun, al ir leyendo tan sólo un libro de la generosa producción de Rojas Garcidueñas, ese en el que cuenta la Historia de Salamanca, justo en su prólogo que, por cierto, escribió apenas unos meses antes de morir, y en la que dice, palabras más, palabras menos, que ya vendrán otras generaciones que ampliarán, profundizarán, documentarán la historia que es nuestra historia común. Muy dentro de mí sentí que aquello era el mensaje directo que don José me estaba dejando. Interesarme más por la historia verídica de lo aquí ocurrido, haciendo un poco al lado, las historias de café, de sobremesa, y yéndonos a una investigación más académica y un mucho más documentada.
Es por eso, creo yo, que la Casa de la Cultura de Salamanca me extendió una invitación para que viniera a Salamanca a estar presente en el Homenaje que se le rendiría. Primero pensé que era solo para que supiera del evento, pero luego comprendí que lo que estaban haciendo era invitarme para hablar un poco sobre su vida y su obra. Tremendo honor y a la vez gran responsabilidad me estaban dando, cosa que acepté pues ser parte del Homenaje del hombre más brillante de la Salamanca Criolla es algo que bien puede tener, exagerando un poco, valor curricular.
A lo largo de tes días se desarrollaron tres paneles en donde se exaltó la vida y la obra de José Rojas Garcidueñas, personalidades como el maestro Juan Diego Razo Oliva, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM; el licenciado Gabriel Sanoscoy Domenzain, uno de los más notables Notarios del estado de Guanajuato; el maestro José Luis Lara Valdés de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guanajuato; el doctor Luis Rionda Arreguín (a quién vemos en la fotografía con micrófono en mano), maestro emérito de la Universidad de Guanajuato y quién por cierto, dictó una verdadera cátedra en torno a la persona de José Rojas Garcidueñas. Luego vendría mi turno y opté por hablar de lo que escribo, es decir, dirigiéndome a los más jóvenes, que allí se encontraban presentes y diciéndoles de la importancia del personaje pero que esa grandiosidad la podrán percibir al leerlo, razón por la cual aquí, en este blog, aparecen algunas transcripciones de sus relatos, breves y substanciosos que nos dejan ver al humanista... y ya en el modo actual, que es el electrónico. Vemos en la fotografía al lado del Dr. Rionda a Juan José Chávez, Cronista del Municipio de Salamanca.
El Homenaje concluiría con la participación del doctor Adolfo Castañón, académico de número de la Academia Mexicana; la doctora Rosa María Palazón Mayoral, distinguida profesora de la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; el doctor Jaime Morera y González, académico de la Academia Mexicana, y representante del Seminario de Cultura Mexicana. Al ver el elenco de los ponentes nos damos cuenta del tamaño y de la importancia del evento apenas realizado en lo que fuera el claustro menor del ex convento agustino de San Juan de Sahagún en Salamanca, la Criolla.
Es indudable que el esfuerzo realizado por la Casa de la Cultura de Salamanca rindió frutos y los seguirá rindiendo al haberle ofrecido al público un acercamiento al que, insisto, es la mente más brillante que ha nacido en Salamanca. Corresponderá ahora a todos nosotros hacer la debida promoción a la obra de don José Rojas Garcidueñas para que nos sigamos enorgulleciendo de tener al paisano más culto, al más ilustrado.
Y como colofón al evento, el Presidente Municipal de Salamanca, Justino Arriaga, informó de la intención de reeditar en conjunto con la Academia Mexicana una de las obras, quizá la más sentida, ya que allí se contienen los relatos y algunos cuentos que don José escribiera para obsequiar a sus amigos en la Navidad y que se han integrado en el libro El erudito y el jardín.
Enlaces:
Una de las narraciones más intensas que he leído de Rojas Garcidueñas es sobre Otelo, aquí el texto:
http://elsenordelhospital.blogspot.mx/2010/08/otelo-un-perro-con-historia-en.htmlUna semblanza de José Rojas Garcidueñas, aquí:
http://elsenordelhospital.blogspot.mx/2010/11/jose-rojas-garciduenas-sin-lugar-dudas.html
Una narración más, esta sobre "El protector de México, Joshua Norton":
http://elsenordelhospital.blogspot.mx/2011/11/joshua-norton-el-protector-de-mexico.html
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