Si preguntara a alguien que no sea del Estado de Guanajuato sobre sus poblaciones, todos me dirían de León, Irapuato, Celaya, San Miguel y Guanajuato... algunos, agregarían Valle, Salamanca, Silao... pocos serían quienes incluyeran otras de sus 47 ciudades, quizá Moroleón por su producción de ropa, quizá Acámbaro por su pan... pero muy pocos me dirían algo de Tarandacuao o de San José Iturbide...
Y justo hoy andamos por San José Itrubide que no sé si se debe de incluir el "de" o va a secas el apellido del Consumador. El caso está en que en esta población del norte de Guanajuato que es de más fácil acceso por Querétaro, visitamos de nueva cuenta su parroquia.
Casas Viejas se llamó originalmente, por ahí eran posesiones del acaudalado don Alonso de Villaseca, el mismo del santo Cristo que lleva su apellido y que está en el Mineral de Cata en Guanajuato.
Aquí en San José Iturbide encontramos una verdadera joya, un templo que en la efervescencia del Neoclásico se levantó en honor de su santo patrono con el más puro y entendido estilo que revoca, como su nombre lo indica, el renacer del clásico griego y romano.
Es el arquitecto Rodríguez Arangoiri el autor de tan magno diseño, para leer la historia de este templo, entra aquí, lo que hoy nos lleva a San José Iturbide es repasar por un lugar en donde, lo menos que esperas encontrar es una obra de tan soberbia manufactura, hoy solo la vemos por fuera... sorpréndete.
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