Grave problema en nuestros días es no saber interpretar los símbolos... y no solo ellos sino los significados y representaciones que a lo largo de siglos estuvieron presentes en la liturgia y en los discursos gráficos de evangelización en tiempos oscuros en los que pocos, la enorme mayoría, no sabía leer, y los que sí lo sabían abusaban de ellos. Esto sucedía creando infiernos temerosos y paraísos gloriosos: discurso eclesiástico al final. Para entender apenas una partecita, esta vez comparto un texto breve y sustancioso en torno a seres míticos, alados, bondadosos... y algunos, malvados, por eso cayeron... hasta el fondo, es decir, hasta el averno.
Se dice que los Ángeles y los Arcángeles son mensajeros divinos, la palabra griega Aggelos significa “el que trae las noticias”. Los ángeles aparecen en el antiguo y nuevo Testamento y no solo traen la palabra de Dios a la humanidad, sino que también ofrecen su protección o castigo. Por lo general, se les representa como jóvenes con alas y aureolas; a los jóvenes alados se les llama putti (ángeles o cupidos).
La teología cristiana divide a los ángeles en tres jerarquías, cada una de ellas integrada por tres coros o grupos. En la primera jerarquía están los coros de Serafines, que rodean el trono de Dios y con frecuencia son de color rojo; los Querubines conocen y adoran a Dios y son de color dorado o azul; los Tronos usan vestimenta de jueces, sostienen el trono y representan la justicia divina, la que confieren a la segunda jerarquía.
A ésta la conforman los coros de Dominaciones, Potestades y Virtudes que gobiernan las estrellas y los elementos que iluminan a la tercera jerarquía con la Gloria de Dios. A las Potestades se les plasma con corona, cetros u orbes, insignias reales que representan el poder de Dios; las Virtudes llevan azucenas o rosas rojas, símbolo de la Pasión de Cristo; y las Dominaciones son figuras combativas que contienden con los demonios omnipresentes.
La tercera jerarquía incluye a los coros de Principados, Arcángeles y Ángeles, quienes mantienen el contacto entre el Cielo y la Tierra y cumplen la voluntad de Dios. Los Principados supervisan los territorios; los Arcángeles Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel son personajes independientes que junto con los Ángeles, llevan los mensajes de Dios a la humanidad.
La Asunción de la Virgen de Francesco Botticini, forma parte del comulgatorio de Palmieri y muestra las tres jerarquías de ángeles, cada una con sus tres coros.
Los Ángeles rebeldes fueron arrojados del cielo junto con Lucifer, a quien más tarde se le llamó Satanás. El Arcángel San Miguel y la caída de los Ángeles rebeldes de Domenico Beccafumi, los plasma derrotados por San Miguel, en el momento en que caen al infierno y se transforman en demonios.
Fuente:
Carr-Gomm, Sara. Diccionario de arte a partir de sus símbolos. Grupo Editorial Tomo. México, 2003. p.13
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