domingo, 2 de febrero de 2020

Entre bailes y lechugas y los cambios de las advocaciones a los templos católicos

  Son varios los casos que conozco en los que, sea por fe, que por intervenciones calificadas como milagrosas o que por razones desconocidas, los santos patronos asignados originalmente, luego de un tiempo son cambiados por lo ya mencionado a sabiendas de que un santo patrono no puede ser cambiado ni anulado, pero sí desplazado. Por ejemplo en Teocaltiche, Jalisco, el santo patrono es San Pedro pero, a mediados del siglo XVIII debido a un evento de tipo milagroso, dada la intervención que hizo para proteger a la población de unos temblores, la devoción creció hacia la virgen de los Dolores, desplazando así a San Pedro. Mismo caso ocurrió aquí, en Salamanca, Guanajuato, pues el santo patrono asignado fue el apóstol San Bartolomé y al paso del tiempo el culto creció hacia el Cristo conocido como El Señor del Hospital. Seguramente hay casos similares en otras poblaciones; con estos dos ejemplos nos basta por ahora para ver como esas "intervenciones" sean o no milagrosas favorecen al cambio. Veamos:

  En este caso no se trata de un santo patrono, sino una capilla de las tres fundaciones que hubo de barrios en torno a la villa de Salamanca en el último cuarto del siglo XVIII, ésto debido al crecimiento que comenzó a experimentar aunque, habrá que anotar, las epidemias que entonces se desataron, menguó en mucho el número de pobladores; recordamos el llamado "año del hambre" que se extendió la segunda mitad del 1785 a la primera de 1786 y que diezmó en un 30 o 40, incluso un 50% a la población, no sólo de la villa sino de toda la intendencia de Guanajuato y en general a toda la Nueva España.

  Así, pues, en el siglo XVII, luego de la fundación de la villa en 1603, fueron creados algunos pueblos de indios: San Juan de la Presa, Santa María Nativitas, San Pedro y, un poco más distante, Santa Cruz de Valtierrilla. Luego, ya entrado el siglo XVIII fueron tres los creados, no como pueblos, sino como barrios: Santa María, Señor San Roque, y San Antonio. Pueblos y barrios crecieron y de algún modo se fueron integrando a la villa, en eso que ahora denominados como "mancha urbana" pues estaban cerca del centro de la villa, si bien el pueblo de Valtierrilla estaba un poco distante, dos leguas al oriente.

  Y es justo ahora, 2 de febrero, día de la Candelaria o día de la Purificación, que traigo a colación el tema del barrio de Santa María cuyo nombre aparece en todos los documentos que he revisado, específicamente en padrones y no es hasta que comienza el siglo XIX que vemos los referidos barrios ya mencionados. Específicamente es en el Padrón de la feligresía de la villa de Salamanca, levantado en 1809 que se marcan con claridad la forma en que se componía la Villa, mencionado a detalle los pueblos y barrios que la conformaban:

   No se hace mención a la calidad que tuvieron de pueblo algunos de ellos, entiendo entonces que ya estaban integrados a esa "mancha urbana" por decirlo de algún modo. Así, pues, tenemos que Nativitas tenía 1,282 habitantes, San Antonio 1,027, San Juan de la Presa 231 y San Pedro 288. En el caso de Santa María y San Roque, ambos son referidos como Barrios, San Roque con 769 habitantes y 1,021 en el Barrio de Nuestra Señora de San Juan. Sí, en efecto, ese barrio y su capilla estaba dedicado a la virgen de San Juan de los Lagos, como bien lo vemos en la fotografía de arriba del altar mayor en donde existe una réplica de la venerada advocación mariana de San Juan de los Lagos en tamaño real. Recordando que dicha imagen es más bien corta en sus dimensiones físicas.

  La pregunta surge, pues nadie se refiere a esa capilla... o a ese rumbo como Nuestra Señora de San Juan, sino como San Gonzalo. Creo tener la respuesta o, en todo caso, una teoría sustentada en documentos que nos pueden llevar a aclarar ese traspaso de nombre de Santa María a San Gonzalo Primero debemos saber algo, San Gonzalo no es santo, la Iglesia Católica no le ha concedido aún el titulo, él está registrado como Beato pues su causa no fue concluida. Causa, por si no te es familiar el término, es el proceso que se lleva para la canonización de alguien, son cuatro etapas, comienza con el título de Venerable, sigue el de Siervo de Dios para luego pasar a ser un Beato y concluir con la santidad que le otorga la canonización. Desconozco los motivos por los que a Gonzalo de Amarante no ha concluido su proceso cabalmente.

  Eso a la gente, al público, a los creyentes es lo de menos, pues el culto a Gonzalo de Amarante sigue vigente, está vivo pues cada año, el 10 de enero, los devotos del beato llegan a la puntual cita a bailarle pues fue así como se difundió su culto desde que los dominicos lo introdujeron en Nueva España, hay quien dice que fue el sustituto a la deidad nahua de Xochipilli. Te recomiendo ver la película mexicana El baile de San Juan de Francisco Athie, producción de 2010

   La clave a esta incógnita está en la pintura que representa al beato, pues, como era costumbre, en la cartela de la parte baja derecha aparece la "devoción", que era la manera de manifestar de forma regularmente anónima, quién fue la persona que mandó hacer la pintura, pues la mandó hacer por una devoción que él tenía. En el caso de la pintura de San Gonzalo en esa cartela aparece una fecha: 1830, año en que supongo comienza el culto al beato. Habrá que anotar que por la región del estado de Guanajuato no hubo presencia de la Orden de los Predicadores, es decir, los Dominicos, razón por la cual el culto a Gonzalo de Amarante no fue conocido en la época virreinal.

  Hay un dato, detalle pequeño que nos puede dar la pauta a encontrar la razón del por qué se cambió el nombre a este barrio pues, en algún momento del siglo XIX, no puedo precisar la fecha, se comienza a referir al lugar como San Juan Chihuahua. Ahora la pregunta cambia, al por qué precisamente "Chihuahua" si relación alguna con aquella región del norte de México no había. El pequeño dato al que me refiero es que en el mencionado padrón de 1809, en el Barrio de Nuestra Señora de San Juan, en la Calle 3a. vuelta, de Oriente a Poniente, 1a. Cuadra, aparece anotado el nombre de Santiago Chiguagua. ¿Acaso es el mayordomo que mandó hacer el cuadro de Gonzalo de Amarante? Tal vez sí.

  Al lado de la capilla de Nuestra Señora de San Juan se construyó un cementerio, mismo que ya entrado el siglo XX fue demolido y los restos trasladados al panteón municipal. En lo que fuera el barrio de Nuestra Señora era la zona de huertas, mismas que fueron seccionadas en 1880 cuando se construyó el Ferrocarril Central Mexicano y, para entonces ya el culto a Gonzalo de Amarante estaba más que difundido, durante su fiesta se acostumbraba ir a bailarle y luego a comer lo que las huertas producían: lechugas, rábanos y zanahorias. Por ahí cruzaba el arroyo de San Antonio, así que las huertas producían en abundancia.

  Entrado el siglo XX, en la década de los sesenta cada vez eran menos las huertas que sobrevivían pues el rumbo se pobló casi en su totalidad, el arroyo desapareció y ya en los setentas quedó totalmente poblado y de la tradición del 10 de enero solo queda la de bailarle al santo (que es beato) y de los puestos que se ponen en la kermés, en este año solamente vi uno que las vendía... las cuales, por cierto, las trajeron de otros lados pues lechugas ya no se cultivan por acá.


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