Las haciendas mexicanas en número: 1877-1910

 Uno de los ejes rectores, de los temas siempre presentes en El Bable es, sin lugar a dudas, el de las Haciendas. Sitios emblemáticos que encontramos salpicando la región del Bajío. Si consideramos que esta parte de México la forman los estados de Guanajuato y Querétaro, observamos que, para 1910 eran 657 las haciendas registradas ante las autoridades federales. Si aumentamos el número de ranchos, que eran de 4,283, tenemos que, en este Bajío había 4,940 comunidades rurales, unas 50 cabeceras municipales y dos grandes ciudades; la de Guanajuato y la de Querétaro. Lo que vemos en la fotografía es el torreón de la Hacienda de Chapingo en el Estado de México.

 Este gusto-obsesión que tengo por las Haciendas se debe a que El Bable fue un rancho pero, en su momento era parte de la enorme Hacienda de Sardinas, incluso su troje, de donde se deriva el nombre Bable, semejaba un enorme Baúl en mitad de la llanura del nor-oriente de Salamanca, fueron, en el siglo XIX, las galeras, las trojes de la mencionada Hacienda. Del tema hemos hablado mucho. Además hemos visto impresionantes vestigios en los estados de Guanajuato, Michoacán, Aguascalientes, Zacatecas, México y Jalisco. Esta vez, apoyándonos en las estadísticas oficiales, las históricas del INEGI, veremos las haciendas en número. En la fotografía aparece la finca de Las Blancas Mariposas en Tabasco. Surge la pregunta ¿finca o hacienda?

Una finca se conoce en Derecho como  fundo o predio; es una propiedad inmueble que se compone de una porción delimitada de terreno. Los límites de la propiedad, llamados lindes, puede ser físicos; marcados mediante vallas o mojoneras; o simplemente jurídicos, en una descripción legalizada que se llama escritura. Una quinta se refiere a la casa de recreo en el campo cuyo arriendo solía ser la quinta parte de los frutos. Un  rancho es un terreno relativamente extenso dedicado al cultivo y a la cría de animales, generalmente provisto de uno o más edificios donde viven sus dueños y trabajadores y donde se guardan todos los insumos necesarios para la siembra y cosecha. Una hacienda se refiere al conjunto de bienes y riquezas que se poseen, procede de latín: facienda que significa hacer.

Las haciendas las encontramos especializadas en algo: ganadera, cerealera, carbonera, tequilera, pulquera, henequenera, guayulera, etcétera. Las fincas que hay en México son cafeteras, azucareras (llamadas ingenios), etcétera. Y ni que decir de las Haciendas de Beneficio de metales. En la foto aparece un Señor hacendado, un auténtico amo.

 Al ver esta tabla aclaramos muchas dudas que teníamos sobre el número exacto de haciendas que, yo las calculaba erróneamente en el estado de Guanajuato de 950, ahora la duda se despeja, pues eran 511 las registradas en 1910. Pero vamos por partes. En México había en 1877 un total de 5,869 haciendas, en ese último cuarto del siglo XIX se construyeron solamente 63 para contar en 1900 5,932. En cambio los ranchos proliferaron por todo el país pues se agregaron 17,852 en el mismo periodo para dar un total de 32,557. Comprobamos algo que bien sabíamos: la población de México era eminentemente rural y vemos con claridad algo que, al tener el número preciso damos cuenta del desarrollo agrícola que hubo en la primera década del siglo XX, que fue la del declive del porfiriato.

 Entre 1900 y 1910 se construyen 2,499 nuevas haciendas en todo el país y el número brinca de 5,932 a 8,431. El dato es sorprendente pues arroja una media de construcción de 20.8 haciendas por mes durante esos diez años. Habrá que ir con tiento en estos números pues quizá muchas de esas haciendas ya existían pero no estaban registradas en el Ministerio de Fomento, que era el encargado de llevar los datos estadísticos en la época porfiriana. En la fotografía vemos una de las haciendas más bellas que hay en México, la de Molino de Flores en Texcoco, Estado de México.

 Considerando los datos de 1910, tenemos que era Yucatán el estado que más haciendas tenía, recordemos que la primera década del siglo XX fue el "boom" del henequén y del total de haciendas registradas en ese estado, 1,170, casi todas se construyeron en esa década. El segundo estado con mayor número de Haciendas era el de Tabasco con 634. El tercero correspondía a Guanajuato con 511. El cuarto sitio lo ocupaba Nuevo León con 507. La quinta posición correspondía a Jalisco con 471. Le seguían el Estado de México con 398; Michoacán con 397 y Puebla con 376. En cambio era el territorio federal de Quintana Roo el que solamente contaba 3 haciendas. El Distrito Federal tenía 11 y en la enorme península de Baja California había apenas 11.

No cabe duda que al hablar al tanteo cometemos muchos errores, ahora tenemos una base bien firme para afirmar cuál era el tamaño de esa riqueza que ya se nos fue de las manos y que bien podemos aun rescatar algunos ejemplos magníficos de las que fueron las magníficas haciendas de México.

Fuente:

Estadísticas Sociales el Porfiriato. Secretaría de Economía. Dirección General de Estadísticas. Talleres Gráficos de la Nación. México, 1956. Edición electrónica del INEGI.