jueves, 6 de agosto de 2009

Pueblo del Glorioso Señor Santiago Apóstol del Llano Grande de Silao, Gto.

Silao levantó este hermoso monumento en cantera verde al Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo en la conmemoración del Centenario del inicio de la guerra de Independencia.
Las ciudades, al igual que las personas, tienen un origen y múltiples tradiciones: tienen historia. Hace aproximadamente 13 mil años que se originaron pequeñas poblaciones en el llamado Bajío guanajuatense, en el que ubicamos a Silao. La fundación y el poblamiento de la actual ciudad de Silao se debió, en gran parte, al avance de la conquista y la colonización española hacia el norte, durante el siglo XVI. Se vincula el surgimiento de Silao fundamentalmente con dos condiciones: a) la expansión de la ganadería; y b) el descubrimiento de las minas de Zacatecas y Guanajuato, entre 1546 Y 1554. Algunos documentos oficiales nos dicen que Silao fue fundado como pueblo-colonia por el jefe otomí don Nicolás de San Luis Montañez, quien le dio el nombre de Pueblo del Glorioso Señor Santiago Apóstol del Llano Grande de Silao, el 23 de julio de 1537.
En Silao los portales no están alrededor del Jardín principal, como sucede en la mayoría de los casos sino a todo lo largo del centro histórico en la calle principal.
Todo lo anterior es extracto del libro Un paseo por las historias de Silao de José Rizo de Ediciones la Rana, Guanajuato, 2008. Silao tiene el mismo origen que una buena cantidad de poblaciones del Bajío que fueron fundadas por los caciques de Xilotepec. Silao floreció especialmente debido a su ubicación, a tan solo 15 kilómetros que serían unas cuatro leguas, más o menos, de las minas más ricas que hubo en el México colonial, las de Santa Fe de Guanajuato, las cuales, para funcionar necesitaban de cientos de mulas, burros y demás animales que proporcionaban la fuerza motriz que en la época era obtenida solamente por la fuerza del hombre o de las bestias de carga. Consecuentemente los pastos y granos que requerían estos animales como alimento era grande y Silao ubicado casi al final del Bajío proveía de esos insumos, de allí el origen de su riqueza.

El Kiosco de Silao, sin duda el más bello y estético de todos los del Bajío.

Silao se mantuvo, como todas las poblaciones del Bajío, en una vida apacible, pueblerina, tranquila, con los altibajos que causaron primero la Guerra de Reforma y la Invasión Francesa, esta última mantuvo presencia desde Querétaro hasta León, luego los altibajos causado por la Revolución y finalmente las consecuencias de la Cristiada, ya para los años treinta cuando el ritmo de vida retoma su habitual tranquilidad, las obras de embellecimiento comienzan, como es el caso del Kiosco Municipal, el más estético de todo el Estado, es una bóveda de cantera cubierta de cuadros de vidrio que dejan pasar la luz, sostenida por ocho columnas en forma espiral y cuatro escalerillas, una obra excepcional del estilo Déco tan de moda en la época.

La cúpula o domo del Kiosco de Silao, una pieza magnífica de Art Déco.

(Aquí hago un pequeño paréntesis en la visita a Silao) ¿Qué es el art Déco? "Hablar del término o estilo Art Déco como tal es explicar un conjunto de diferentes manifestaciones estéticas que se dieron cita en la ya citada Exposition Internationale de Arts Décoratifs et Industriels Modernes de 1925 y que fueron conmemoradas en la retrospectiva titulada "Les Annés 25" llevada a cabo en París en el Musée des Arts Décoratifs del 3 de marzo al 16 de mayo de 1966. Además, dichas manifestaciones constituyeron una época de la decoración que inundó todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde una lámpara hasta un edificio completo y que alternó con los movimientos de vanguardia. Esa época son los años de entreguerras, los veinte y los treinta, los "años Locos", la "Belle Epoque" que quedaron insertos en la historia del siglo XX y de la decoración como los años del Art Déco". Texto tomado del sitio:
http://www.laberintos.com.mx/

Placa alusiva al accidente de 1953 en la que fuera la famosa Carrera Panamericana.
Dentro de las tantas historias que hay en Silao, una tragedia que sucedió en los cincuenta, le dio a conocer a nivel mundial de su ubicación. En la época la vía principal de comunicación era la Carretera Panamericana, la 45, que corre de Ciudad Juárez hasta Tapchula, atravesando todo el país, esa carretera inicia en Canadá y termina en Chile, es por eso su nombre. Había un evento deportivo bien conocido por todos en el Bajío ya que durante los cinco años que se organizó fue objeto de atención, era la Carrera Panamericana, tenía un prestigio a nivel internacional ya que la Carrera Panamericana era el evento automovilístico de velocidad en carretera más importante y de mayor recorrido en el mundo, superior a las Mil Millas y la Targa Florio de Italia. El evento, reconocido así por la prensa internacional, acaparó la atención de los amantes de la velocidad quienes pusieron los ojos en México como un país de grandes expectativas turísticas”.

Felice Bonetto célebre personaje que dejó su vida en la calle principal de Silao.
Fue el 19 de Noviembre de 1953 que comenzó la Cuarta Carrera Panamericana, llegaban a México los más espectaculares autos deportivos, Alfa Romeo, Lancia, Ferrari, Mercedes, Maceratti, gran expectación había a todo lo largo de la ruta que comenzó en Tuxtla Gutiérrez, Chis, para recorrer poco mas de 3mil kilómetros en ocho etapas para terminar en Ciudad Juárez. Al llegar a Silao, el auto tripulado por el italiano Felice Bonetto perdió el control en un vado y se fue a estrellar a mas de 200 kilómetros por hora contra la casa que ahora vemos pintada en color naranja. El golpe le ocasionó la fractura del cráneo y expulsión de la masa encefálica, la muerte fue instantánea. En 1954 se corre la quinta carrera que fue la última del serial que dejó profunda huella en el estado, especialmente en Silao por su trágico acontecimiento.

La estación del tren en Silao, una de las más bonitas que hay en el estado de Guanajuato.
Silao, igual que casi todas las ciudades guanajuatenses conserva aun la centenaria estación del ferrocarril, de allí iniciaba el ramal que conectaba a la capital del estado con el Ferrocarril Central. La estación de Silao, me atrevo a asegurar, es la más bella de las que están aún en pie. Aunque todas son prácticamente iguales, la de Silao mantiene por sus dimensiones una armonía estética única, dándonos esa nostalgia del tiempo pasado con el fuerte sabor de la arquitectura porfiriana que lamentablemente se está dejando morir, siendo que son verdaderas joyas que ameritan ser preservadas y sobre todo dignificadas dándoles un uso adecuado, no de basureros o mingitorios.

El Hotel Central tuvo sus años de esplendor, ahora está a la espera de un restaurador.

Hay en las cercanías de la estación del ferrocarril, además del monumento a Hidalgo que vemos en la primera fotografía, caminando rumbo al centro, el que fuera un Hotel que atendía a los pasajeros que, seguramente, por motivos de la conexión de la ruta de Guanajuato con el Ferrocarril Central, tenían que pasar la noche en Silao, el Hotel Central nos deja ver en su ya muy deteriorado edificio lo que eran aquellos hoteles de principios del siglo XX, sus arcadas de aire ligeramente mudéjar, seguramente fueron en su tiempo espléndidos corredores llenos de helechos que eran las plantas más usadas en la decoración de los que se denominaban “los lugares bien”, ahora, el edificio no en ruinas pero casi, está en venta y, aunque parezca increíble, sigue rentando sus habitaciones, claro es, de su magnífico esplendor no queda nada, más que las bancas, a la entrada del edificio, tan usadas en la época.


   "A pesar de que Silao no sea una ciudad muy importante, tiene dos buenos hoteles. El Hotel Central es el mejor; parece un nido misterioso para recién casados y las flores y las sonrisas graciosas de la propietaria aumentan el encanto del lugar". Esto lo escribió un italiano que viajó por México en 1910. se llamaba Adolfo Dollero y su libro se titula México al Día.

¡Y claro es que nos llevamos nuestra sorpresa ecléctica! No sé si nombrarla así o una “fantasía de colores” o “una tendencia Warholista”, o "el extremo de lo Kitsch". La verdad no sé cómo calificar esta fachada que por allí, recorriendo las calles de Silao me encontré, con esta foto confirmo que no hay nada mejor que ejercer el arte de la “puebleada” que caminando y perdiéndome por las calles desconocidas.

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http://www.laberintos.com.mx/artdeco2.html

6 comentarios:

  1. suban mas fotos del hotel central porfis

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  2. Mi abuelo se hospedo en el hotel central y nos comento que ahi espantaban bien feo.
    Saludos desde Tamaulipas.

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    1. comentan que ahí se econdiadurante la guerra cristera

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  3. Pasa a dar una vuelta por la Ex Hacienda de Chichimequillas, la ex Hacenda de Franco de Benavente, la montaña de Cristo Rey y demás lugares fantásticos!!

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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