Estos momentos placenteros son iguales a una gran comida, la disfrutas en su momento pero ese reflujo que te queda en ocasiones lo llegas a paladear. La atmósfera creada durante esos momentos los quieres seguir prolongando pero... no, la vida continua, queda el recuerdo. El éxtasis al que llegué frente al azul maya y, más aun, al amarillo maya se va al expediente de los buenos recuerdos, de las buenas experiencias y es hora de seguir el viaje, mismo que está por concluir. Pensaba regresar directo de Palenque a la ciudad de México pero, el precio se duplica desde allí, en cambio, desde Villahermosa el costo es de 350 pesos así que, al no haber prisa alguna por llegar, me voy a Villahermosa, segunda clase de nuevo, pero seguro será una buena experiencia.
El camión irá parando en cada una de las comunidades... es curioso que desde que entramos al estado de Veracruz se pierde el concepto del Rancho que usamos en el Bajío y en otras partes del centro de México, aquí se les denomina comunidades, incluso, en Chiapas las consideran aldeas. Así pues, en cada una de las comunidades o en los paraderos que hay a lo largo del camino habrá una parada; salimos de la "ceja" de la selva (término que aprendí en la amazonia), y nos enfilamos ahora por la carretera, no sé el número, pero es la libre que va por el Golfo de México, uniendo Veracruz, Tabasco y Campeche. Vamos por el sur pero rumbo norte.
Salimos ya de la selva húmeda, ahora estamos en la selva baja, igual deforestado. Esta parte se ha vuelto enorme pastizal, los ranchos ganaderos se siguen uno al otro, dejamos Chiapas y entramos en Tabasco, el verde se acentúa... es impresionante, cuando pones atención, ver como cambia el panorama cuando pasas deun Estado a otro en nuestro país. Curioso ver un paradero que por nombre lleva El Kinder, sale de sobra anotar que enfrente hay justo eso, un kinder.
Y no es de sorprendernos que en Chiapas y Tabasco sea la región en la que la presencia de la iglesia Católica cada vez es menor... cuando vamos por Michoacán o algún otro estado del centro del país, la constante serán siempre los templos católicos que hay en cada comunidad, en cambio, por acá, eso difícilmente se ve, en cambio los templos de "los hermanos separados" diría mi tía, esos se ven por todos lados.
Y claro es, en cada sitio veremos lo que el lugar produce, en este caso lo que vemos es un camión cargado de semillas de coco, de donde (supongo) extraerán el aceite... veo varios campos de palma en el camino, y no de la palmera que da el coco que todos conocemos, sino de otra variedad, la que produce aceite.
Viajar en segunda tiene sus detalles buenos, como, por ejemplo que van a velocidad moderada, que no tienen aire acondicionado y abres la ventana y recibes el fresco del camino, que hacen paradas por todos lados que te permiten ver un poco más allá de lo que puedes ver en un cómodo de primera que va a los 95 kilómetros que les tienen permitidos.
Pero claro es que estos rumbos fueron ya deforestados, y hace tiempo de ello, con la cosa de que abundando el agua, los pastos mantienen verde el panorama durante todo el año. Es curioso que la gente local te dice que ahora no está verde, que verde está en temporada de lluvias, imagínate lo que será entonces.
Y mil cosas se suceden una a una en la carretera, como las reparaciones... antes de que comience por acá la temporada de lluvias, porque aquí aun con cambio climático, sigue lloviendo.
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