La frase se nos quedó grabada para siempre a todos los que seguimos un poco la política con aquello de que "un político pobre es un pobre político". Por si acaso no la habías oído te diré que eso se volvió casi casi la marca del Porfesor Carlos Hank González cuando fue gobernador del Estado de México. Mucho se le ha criticado, especialmente por su enriquecimiento, pero hay algo que me llamó sobremanera la atención hace poco que pasaba por la autopista en el tramo Tepotzotlán-Palmillas, justo en el entronque de la ex hacienda de Arroyozarco, sitio en donde vi esto que fue una de las ideas que el profesor tuvo, la del desarrollo agropecuario reviviendo la idea del Calpulli. Tan fue así que a estos conjuntos se les denominó precisamente así: Calpulli pues lo que se pretendía era, en buena medida, revivir el concepto creado por la sociedad mexica. Para entenderlo mejor nos apoyaremos por los escrito por el maestro Enrique Florescano.
"Así, de la familia extensa que adquirió cohesión en la medida en que sus componentes estrecharon sus ligas con el suelo que los alimentaba, derivó el calpulli, forma de organización social cuyo cemento lo constituían los lazos de parentesco y los derechos sobre la tierra. En los calpullli, comunidades de personas ligadas por la sangre, se institucionalizaron los derechos a la tierra que la familia había adquirido antes por la costumbre. Solo los miembros de la familia o del mismo linaje podían pertenecer a un calpulli y tener derecho a la tierra. Ésta siguió siendo común, pero cada calpulli disponía de un terreno claramente delimitado, el cual se dividía en parcelas cuyo usufructo correspondía a las familias del mismo. Es decir, no había propiedad privada de la tierra porque ésta pertenecía al calpulli, pero los miembros de él, y sólo ellos, tenían derecho a recibir el usufructo de una parcela, y con el tiempo adquirieron también el derecho de transmitirlo a sus descendientes por herencia. Esos derechos sólo se perdían cuando el usufructuario dejaba de cumplir con el objetivo esencial de la comunidad campesina: hacer producir la tierra."
En la actualidad ese conjunto que vi desde la autopista está abandonado, o al menos así se ve desde la distancia, seguramente no hubo la continuidad necesaria o no cumplió con las expectativas, como quiera fue una buena idea por parte del Profesor para revivir la tradicional forma de trabajar la tierra y que fue el antecedente de lo que hoy conocemos como la pequeña propiedad con matices de ejido.
Algo que también hay que reconocer del Profesor fue la visión que tuvo de volver a los pueblos del Estado de México sitios de atractivo turístico, dando el primer paso con aquel programa que desarrolló para mantener la estructura original de los pueblos y pintarlos con los característicos colores blanco y rojo ladrillo que aun hoy día podemos ver al recorrer esa parte del país.
Fuente:
1.- Florescano, Enrique. Origen y desarrollo de los problemas agrarios de México 1500-1821. Secretaría de Educación Pública. Lecturas Mexicanas No. 34. México, 1986.
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Estimado Benjamín, muy interesante este articulo, como todos los que nos brindas. Saludos desde Jilotepec
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