Sigo organizando las fotos que por miles (10,200) acumulé en la "tirada a perder", los artículos de fondo los publicaré más adelante, cuando esté en un entorno adecuado que me permita concentrarme para poderlos desarrollar pues, ahora esa "enjundia" se la he estado poniendo a los artículos de "el otro blog" que hablan sobre la historia de Salamanca. Retomo el tema del factor humano el cual, sin lugar a dudas es el que permanecerá siempre en el recuerdo pues, al final, objetos son objetos (incluidos allí fachadas, obras de arte, naturaleza, etc.) en cambio el incluir una persona en la escena cotidiana del lugar nos da una mejor idea de lo que ese sitio, así que, la vez anterior llegamos hasta la ciudad de México, ahora continuamos rumbo sur y esto fue lo que fui capturando por el camino.
La escena de mayor surrealismo con la que me topé: una guía rusa vestida de China Poblana dando una explicación en Ek Balám, Yucatán.
Turistas reposando en una zona arqueológica.
Tomando el fresco en una casa en Temozón, Yucatán.
Listos para chambear en Cancún, Quintana Roo.
Una de las miles chiapanecas que se van a trabajar a Cancún.
Hay una constante: las hijas no siguen la costumbre materna una vez que salen de su comunidad. Esto es en Cancún, Quintana Roo.
Preparando las tortas de lechón en el Mercado 23 de Cancún.
Un Rastra güero por el pasaje del Museo de Arte Moderno en Mérida.
El hermoso terno o huipil presente por todos lados en Yucatán.
Menonitas por las calles de Mérida.
En los quince años de Sharón... sí, así decía el letrero de su auto Sharón no Sharon.
Por las calles de Mérida. Insisto, las nuevas generaciones están cambiando la tradición.
Un turista que no posa para mi, sino que apareció en el momento que yo enfocaba.
Equilibrio perfecto por el rumbo de la estación del ferrocarril en Mérida.
Presencia chiapaneca en Progreso, Yucatán.
En el mundo globalizado vemos estos tambores brasileños adoptados en Progreso, Yucatán.
En mis tiempos esto se definía como padrotear, no se ahora.
Un vendedor ambulante de muebles por Chablekal, Yucatán.
Unas mestizas en el mercado e Acanceh, Yucatán.
Una vendedora de tortillas.
Por el centro de Acanceh, en donde se levanta, justo frente a la plaza principal, una pirámide.
Yucatán, el país de las motos.
Y esto va entre sorprendente e irritante. Este señor, ya anciano, va cangando al menos 50 kilos en la espalda, en Yucatán no les decían tamemes, era otro el nombre, en maya, pero no lo recuerdo.
Madre e hijo, en Tecoh, Yucatán.
Templos de Yucatán. Si no los conoces, estoy seguro que te sorprenderás al ver lo que por allá hay.
Tekit, Yucatán, es uno de los lugares en donde se producen las guayaberas y los ternos.
Las calandrias, al menos así les dicen por Guadalajara, en Yucatán las vi en distintas poblaciones.
Natural Ice Cream por los rumbos de Izamal, Yucatán.
Una dama de la noche en pleno día... y en el calorón de Mérida.
Un policía identificando al que tiró esta escultura de su pedestal.
La placidez de la Plaza Mayor de Valladolid, Yucatán.
Pensaba que el traje regional más espectacular que hay en México era el de Veracruz, ahora más bien pienso que es el terno de Yucatán, además está vivo.
Vivo y cotidiano.
Embarcando al pasaje en Puerto Juárez, Quintana Roo.
Esta la agrando porque me parece excepcional. Es en la playa Norte de Isla Mujeres. Bien la podemos nombrar como una "Insoportable levedad del ser". Recuerdo haber visto algo similar por la playa del Tecolote en La Paz, Baja California Sur.
En el muelle de Isla Mujeres.
Llegando a Cancún por mar.
El acceso principal de la zona arqueológica de Palenque, Chiapas.
Si estos turistas no compraran dentro de la zona arqueológica (la que gustes) de seguro los vendedores ambulantes optarían por otra actividad. ¿Será eso posible y que los recintos arqueológicos no sean paraísos del comprador de oportunidades étnicas?
Misma escena, distinto lugar. Recordarás que un grupo de turistas escatológicos, estaban recibiendo una explicación del "oficio humilde" (defecar) en el convento del Desierto de los Leones. Pues bien, estos hacen lo propio en Palenque.
En la selva el factor humano es imprescindible para tener una idea, si es que no lo has visto con tus propios ojos, del tamaño de los árboles.
En Yaxchilán, cuando los sarahuatos aparecen todas las miradas se van sobre ellos.
En el sitio más apartado al que llegue el turismo organizado habrá siempre un vendedor ambulante.
Más selva, ahora en Bonampak, Chiapas.
La modernización o transculturación llegó a la comunidad Lacandona, ahora las mujeres visten así.
Vendedor de heliconias en Villahermosa, Tabasco.
Esperando la salida del camión en una terminal alterna (por así decirlo) en Villahermosa, Tabasco.
En el templo de San Francisco en la ciudad de México.
Muy buenas espero que el policia haya resuelto el misterio de la cabeza rodada.
ResponderEliminarsaludos.
Luis Jesús
Es increíble cómo puedes captar y clasificar tantas fotografías, tantos temas e ideas, encontrar un sentido a algo que podría ser cotidiano a las miradas e involucrarnos a tu cosmovisión, influenciando la nuestra para hacernos también, más observadores.
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