Las enramadas de la zona maya de la península de Yucatán.

   Aunque las fotografías que ahora ves fueron tomadas en museos, uno en Dzibilchaltún y el otro en Valladolid, ambos en Yucatán, estas Enramadas se usan también en la zona maya de Quintana Roo; quizá siguen vigentes en Campeche, pero de eso no estoy seguro. Lo que me parece interesante es la razón por la cual se levantan: como ofrenda a las deidades para pedir una cosecha sana y abundantes lluvias que darán sus frutos, especialmente el maíz, para tener los "mantenimientos" necesarios.

    Cuencos con agua, incensarios, semillas y velas son los elementos dominantes, representando los cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego respectivamente y todo esto se desarrolla en un plano cuadrado que nos indica la antigua creencia de los cuatro rumbos del mundo. 

    Una parte baja que nos recuerda aquella idea del inframundo, esa dualidad de vida y muerte, de muerte y resurrección... en fin, una buena cantidad de conceptos que, si los analizamos más allá de la imagen "folclórica" que todo turista ve en esto; nos está diciendo de un profundo significado en cada uno de los elementos que se van disponiendo dentro de la enramada.

   Si vives atento al calendario, más aun, al calendario litúrgico, sabrás que han pasado 60 semanas desde la que conocemos como Semana Santa, es decir, una cuarentena y media. Esta nos marca la festividad del Corpus Cristi, la cual, por ¿casualidades? de la vida, en la añeja Europa se celebraba con enramadas. Estamos frente a un caso más de las coincidencias que facilitaron en mucho la evangelización y dieron paso al sincretismo que vemos en cada una de las fiestas que sobreviven en México.

   Tres arcos que se unen, tres arcos que surgen de un cuadrado... la manifestación del 7. El 4, numero asociado con lo terreno, con el hombre. El 3 el número de la divinidad. El 7: la unión de lo divino con lo terreno. Estas que algunos consideran "primitivas" manifestaciones nos están dando una lección de lo que es vivir en armonía con la naturaleza, concepto que muchos han olvidado y que todos estamos padeciendo con la ahora abundancia de calor y carencia de agua.

    Y esta es la otra enramada que se acostumbra en la región maya, pero es la asociada con la muerte, usada, tengo entendido, para los altares de muertos del 2 de noviembre.