La primera cosa que me llamó enormemente la atención en la primera incursión que hice a los pueblos de Yucatán fueron las Cruces Vestidas que vi en una pequeña población en la carretera libre un poco más adelante de Leona Vicario, en Catzín, Yucatán. Era un altar lleno de imágenes religiosas católicas, que incluían a los Reyes Magos de un lado y a tres Cruces Vestidas del otro. Curiosa analogía del número 3, cuyo significado lo vimos en el sincretismo que se dio en estos rumbos cuando los franciscanos adaptaron la veneración que había a tres deidades propias de las cosechas hacia el concepto de los Reyes Magos que aquí adquirieron el título de Santos.
Fue luego en Chemax en donde vi un altar al aire libre que incluía a las tres cruces, uno de los lectores de El Bable me comentó, atinadamente, que se trataba del culto a la Cruz Parlante, que había algo publicado en la revista Arqueología Mexicana al respecto. Allí fue otro indicio, pues nos remitió a la Guerra de Castas para entender la razón del culto a la Cruz Parlante. En esta fotografía que tiene al menos 30 años vemos el estado en que se encontraba el Santuario de la Cruz Parlante en Felipe Carrillo Puerto. En la actualidad se encuentra en un mejor estado muy distinto a lo que aquí y en las siguientes dos fotografías se ve, pues se acondicionó el lugar con una palapa, y el altar quedó en la parte interna, dándole un aspecto de misterio pero, sobre todo, de gran misticismo y espiritualidad.
Vi luego en el Museo Maya de Cancún y en el Museo de Sitio en Dzibilchaltún representaciones de las Cruces Vestidas con poca información. Finalmente, estando en Tulúm, supe de la existencia de un Centro Ceremonial Maya en el cual el acceso es permitido pero está prohibido tomar fotografías, hay que entrar descalzo y el altar lo tienen totalmente cubierto con una cortina que solo en ocasiones especiales la corren, seguramente el 3 de mayo, día de la Santa Cruz, sucederá. Por cierto, el Centro Ceremonial de Tulúm es uno de los cuatro que existen en la actualidad, el principal, en donde fue iniciada esta veneración, se localiza en Felipe Carrillo Puerto, en un sitio que se llamó Kampocolché Cá; lo puedes ver en el siguiente diagrama.
Fui luego hasta allá, a Felipe Carrillo Puerto, que antes se llamó Chan Santa Cruz, uno de los varios nombres que ha llevado este pueblo que fue el centro del desarrollo del levantamiento maya en contra de la opresión yucateca, es decir, en contra de aquellos que no fueran de origen maya y que los estaban despojando de sus tierras. Estando allí fue que pude platicar con el General o Guardián de esa semana en el Centro Ceremonial, los sitios, a este punto ya los había visto, ahora correspondería encontrar los datos suficientes que nos "iluminen" sobre el tema y, como suele suceder, en el lugar menos esperado es en donde está eso que buscas:
"En 1847 los mayas se rebelaron en Tepich y Tihosuco contra mestizos y blancos yucatecos. El 30 de julio de ese año los indígenas masacraron a la población de Valladolid, Yucatán. la Guerra de Castas había comenzado. Durante esa larga lucha se formó un movimiento religioso militar al rededor de lo que sería conocido como Cruz Parlante. A tres años de iniciada la insurrección indígena, los mayas se habían replegado hacia las zonas deshabitadas del oriente de la Península de Yucatán (hoy parte de Quintana Roo); algunos grupos se reunieron en Kampocolché, donde se encontraba José María Barrera, mestizo que primero perteneció al ejército yucateco y después se incorporó a la lucha indígena.
"Las fuentes informativas yucatecas sostienen que, a mediados de 1850, Barrera descubrió cerca de Kampocolché un manantial, y para marcar su localización grabó tres cruces en un árbol de caoba adyacente; poco a poco los indígenas dispersos en la selva encontraron las tres cruces, se instalaron en los alrededores y colocaron ofrendas y velas ante ellas.
"Barrera aprovechó estos acontecimientos y mandó fabricar tres cruces de madera; convenció a la población de que habían descendido del cielo para apoyar la rebelión indígena. En este intento fue apoyado por el ventrílocuo maya Manuel Nahuat quien, como intérprete de la Cruz, transmitía a los indígenas los mensajes divinos y podría haber ejercido funciones de carácter sacerdotal. Desde la época prehispánica los mayas estaban ya familiarizados con las cruces e ídolos parlantes. Así como en la religión católica la Triada está representada por Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo; para los mayas de tiempos precolombinos, la Triada representaba a Kinich Ahau, señor del cielo; Uh, señora del cielo y Lahum Chan, divinidad del amanecer y atardecer. Además había un ídolo parlante en la antigua Cuzamil (hoy Cozumel) e ídolos similares continuaron la tradición a lo largo de la época de la Colonia.
"No se sabe a ciencia cierta si Barrera fue o no el creador del culto de la Cruz Parlante, lo cierto es que este soldado mestizo trasladó su cuartel general al cenote de Santa Cruz (hoy Felipe Carrillo Puerto) entre marzo y octubre de 1850; y que la cruz fue instalada en un templo de paja llamado X-Balám Ná, en donde transmitió el que se considera su primer mensaje escrito el 15 de octubre de ese mismo año. En él se comparaba la Pasión de Cristo con el conflicto racial de la Guerra de Castas, los mayas -como pueblo elegido de Dios- debían liberarse, destruir a los yucatecos e imponer un nuevo orden bajo los dictados de la Cruz; también les aconsejaba que dejaran de lado las disensiones internas y que se unieran en la lucha contra Yucatán bajo la protección de la Cruz y la autoridad de Barrera.
"El asentamiento fundado por los mayas dispersos alrededor de las cruces se llamó Noh Cah Santa Cruz Blam Ná, conocido simplemente como Santa Cruz o Chan Santa Cruz y posteriormente se llamó a sus pobladores los cruzoob (los cruces). Los cruzoob atacaron Tecax el 4 de noviembre, mataron a los soldados y se apoderaron de todo el armamento. Más tarde, atacaron Kampocolché sin éxito, algunos mayas fueron apresados y por ellos los soldados yucatecos supieron del nuevo culto. Las tropas del gobierno atacaron Santa Cruz el 23 de marzo de 1851, destruyeron viviendas, mataron a Manuel Nahuat y se llevaron las tres cruces. José María Barrera, que logró escapar del ataque, volvió a instalar otras tres cruces que fueron consideradas como hijas de las anteriores, una de ellas se convirtió en La Santísima, es decir, en la venerada Cruz Parlante que seguiría transmitiendo sus designios a los cruzoob.
"Santa Cruz se convirtió en los hechos en un estado independiente de Yucatán y se mantuvo en guerra hasta principios del siglo XX. Poco después aparecieron muchas otras cruces con características sagradas de menor importancia que se repartieron en pueblos, casas y santuarios menores; los mayas las vistieron como corresponde a su sexo, con hipiles, faldas y cintas de colores; éstas eran veneradas como símbolo de Dios y de la Santísima Trinidad". (1)
"José María Barrera murió a fines de 1852, en circunstancias que indican que probablemente fue asesinad o por su estrecha relación con los mayas de Chichanhá; no obstante, el culto de la Cruz, con diferentes líderes continuó en ascenso. Este mismo año el ejército yucateco decidió emprender una acción definitiva contra los cruzoob, avanzó desde Tihosuco hacia Santa Cruz, a donde llegaron el 24 de febrero encontrándola desierta. En ese momento los yucatecos pensaron que la Guerra de Castas había terminado, toda vez que los mayas, aparentemente, se habían dispersado y refugiado en el interior de la selva. El ejército entonces inició su retirada hacia el occidente. Al año siguiente en Yucatán se hablaba de dejar a los indios en el abandono de las selvas orientales, ya que jamás podían ser civilizados; y como el presupuesto miliar significaba un enorme egreso para el estado, las autoridades decidieron concentrar sus esfuerzos en la reconstrucción y la reorganización del resto de la península.
"Los mayas por su parte, aun sin la presencia de sus principales líderes, realizaron varios ataques a los poblados cercanos sin que representaran mayor problema las pequeñas guarniciones militares que los defendían. Sin la continua presencia de las tropas yucatecas, los cruzoob se dedicaron a consolidar la organización interna de su santuario, su estrategia militar y sus relaciones con comerciantes ingleses que les proveían de armamento. En 1857, bajo el liderazgo de Venancio Puc la Cruz Parlante alcanzó su máximo apogeo y existió un relativo equilibrio en la jerarquía político-militar de Santa Cruz. El cargo de intérprete de la Cruz lo ocupaba Apolinar Sánchez; el Órgano de la Divina Palabra, José Nah; y el tata nojoch dzul era Bonifacio Novelo.
"En 1858 se inició la construcción del templo de la Cruz Parlante, llamado Balam Ná, fue una magna obra edificada en piedra, tenía 35 metros de largo, 20 de ancho y 14 de altura; ahí se colocaron las campanas de la iglesia de Bacalar, poblado que ese año tras un cruento episodio quedó en manos de los rebeldes; dentro del templo, la Santísima fue colocada en un altar llamado la Gloria, oculta a la mirada de los indígenas por una cortina de palma y al que sólo podían entrar los sacerdotes ayudantes y guardianes. Este templo aun existe y está dedicado al culto católico. (Es el que vemos en la siguiente fotografía).
"En los años siguientes, los mayas continuaron sus incursiones militares, casi todas con éxito. En 1863 líderes mayas asesinaron a Venancio Puc y a partir de ese año se sucedieron numerosas y constantes rencillas entre los jefes mayas, de tal manera que la sucesión del poder generalmene fue dererminada a través de lo que se podría calificar como golpes de estado. Este sería el inicio del decaimiento del culto a la Cruz Parlante. Otro de los factores que probablemente influyó en la disminución del poder de la Santísima, fue el surgimiento de otras cruces, como la Cruz Parlante del Oriente con sede en Kantunilkín (1859) y la Cruz Parlante de Tulúm, cuyos mensajes eran interpretados por la sacerdotisa María Uicab en 1871. (2)
Esta fotografía la tomé en Kantunilkín, el templo estaba dedicado a la Concepción, pero allí había dos Cruces Vestidas y estaba abierto, no se veían guardianes, o al menos no había el rigor que en los Centros Ceremoniales de Tulúm y de Carrillo Puerto.
"El culto a la Cruz Parlante continua vigente; en la zona maya (de Quintana Roo) existen cuatro centros ceremoniales: Tixcacal Guardia, Chancah Veracruz, Tulúm y Chumpón, en los que se mantiene el sistema rotativo de guardias a la Cruz con base en una organización teocrática combinada con cargos militares, y cuyos responsables son conocidos como dignatarios mayas. El más importante de estos centros es Tixcacal Guardia, en donde custodia a la Santísima Cruz Parlante. la organización política ahora es en gran parte ejercida por los delegados municipales que están vinculados con las autoridades de Felipe Carrillo Puerto; no obstante, en el ámbito religioso-militar la máxima autoridad es el nohoch tata o tatich, quien sigue ejerciendo las funciones de intermediario de Dios, interpreta los mensajes de la Cruz y celebra diversos eventos religiosos; debajo de esta autoridad se encuentran los comandantes supremos, que ostentan por lo regular el grado de general y que son los principales líderes de la guardia o la compañía de esos pueblos. Cada semana las distintas comunidades se turnan para efectuar la guardia a la Santísima en el templo de Tixcacal, cada vez se encuentra más alejada de la mirada de extraños". (3)
Al Centro Ceremonial de Felipe Carrillo Puerto también entré. A diferencia del de Tulúm, aquí la Cruz es visible como toda el área que denominan La Gloria, en ambos lugares hay que entrar descalzo y no es permitido tomar fotos. Fue en el de Carrillo Puerto en donde conversé por casi una hora con el general, ahora que veo este video del INAH, me doy cuenta de que era él, el que aparece con camisa azul, con quien tuve esa plática enigmática e hipnótica.
Al aunar esta tradición de la Cruz Parlante, con el majestuoso templo del Niño Dios en Tihosuco y la ruta de templos del municipio de José María Morelos, bien podemos incluir a Quintana Roo en los programas de turismo cultural y no dejarlo solo con la cosa de sol y playa y de zonas arqueológicas pues de que aquí hay historia, la hay...
1.- Enciclopedia de Quintana Roo. Director Juan Ángel Xacur Maiza. Tomo 2. Gobierno del Estado de Quintana Roo. Chetumal. 1998. pp. 378-381.
2.- Ibid. pp. 383-385
3.- Ibid. pp. 387.
2.- Ibid. pp. 383-385
3.- Ibid. pp. 387.
Excellent coverage of this theme.
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