En la viña del Señor a cada quién le da por ver las cosas desde distintos ángulos. El mío es desde el punto numérico que, creo, es el que marca el orden dentro del desorden que hay en el calendario litúrgico, en el santoral que es justo la cosa que me intriga y se me ha vuelto una obsesión que he ido plasmando en este espacio llamado El Bable. Mucho hemos comentado acerca del 3, del 4, del 7, del 13, del 260, del 360+5 y de como estos números nos han ido ordenando el ritmo de vida con eso que llamamos horas, días, semanas, meses, estaciones, etc., &c., &c. El pasado domingo, 26 de mayo, el calendario marcó la Santísima Trinidad, una de las misas más solemnes de las muchas que había y que fueron siendo eliminadas al paso del tiempo, pero ese día no ha ido perdiendo su importancia y solemnidad.
La fórmula que encuentro en la determinación del día de la Santísima Trinidad es un juego del 40, el 7 y el 10. Como punto de partida tenemos el 25 de diciembre, que es la Navidad del Señor y que es la traducción al Cristianismo de la festividad romana del Natalis Solis Invictus. Entendemos muy bien lo que son las cuaresmas o cuarentenas, el concepto sigue vigente en nuestros días, así que sale de sobra la explicación. Sumemos pues, 40 días al 25 de diciembre y llegamos al 2 de febrero, fecha que se considera como la Candelaria, según la religión, fecha que antes, se consideraba como el día de la Purificación de la Tierra.
Dentro de la tradición Judía el número 10 es de suma importancia, recordemos, por ejemplo que uno que movió precisamente al pueblo judío fue Moisés y fue él quien transmitió el mensaje de los 10 mandamientos. Los cuales, a como recuerdo con el Catecismo que recibí primero de la madre Amadita y luego de la madre (se me fue el nombre), se dividían en 3 y 7... aparecen los números, números precisos y repetitivos que iremos viendo al paso del tiempo y que cada vez menos podemos interpretar o, en todo caso, menos atención le ponemos. Esa es mi obsesión.
Pues bien. Si al 2 de febrero le aumentamos 10 días llegamos al 12 de febrero, que fue el Martes de Carnaval, al día siguiente fue el Miércoles de Ceniza y comenzó la Cuaresma. Esto significa que aritméticamente los días van así: 40 + 10 + 40 y... casualidades de la vida 90 son los días que dura una estación del año. Eso los mexicas lo interpretaron como 90 x 4 = 360 + 5 (días inexistentes) = 365. De la suma de esas dos cuarentenas más diez llegamos al día que conocemos, en el calendario como Domingo de Ramos, es decir, el inicio de la Semana Santa que son 7 días que concluyen con la Pascua de Resurrección. Por lo tanto la fórmula aumenta a: 40 + 10 + 40 + 7.
Del Domingo de Resurrección o Pascua de Resurrección ... por cierto hay tres Pascuas en el calendario, el número tres aparece de nueva cuenta. Pues bien, de ese domingo que fue el 31 de marzo, contamos 40 días y llegamos al Jueves de la Ascensión, otra de las que fuera celebraciones importantísimas y que ahora se le cataloga como "día de devoción", además fue trasladado al siguiente domingo. Como quiera la precisión numérica queda allí. El Jueves de la Ascensión fue el 9 de mayo. Aumentamos 10 días y llegamos a la Pascua de Pentecostés. Te sugiero leas este enlace para encontrar la relación entre las festividades judías y como fue que se fueron incorporando a las Católicas.
El 3 es el misterio de las Tres Personas: Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. El Padre es el creador, está allá arriba, es, digamos, etéreo. Dios Hijo es la representación humana que, el Jueves de la Ascensión (su nombre lo indica) sube, asciende al cielo, se vuelve etéreo. Y diez días después, en Pentecostés es cuando el Espíritu Santo se manifiesta y lo etéreo se vuelve visible, quizá la imagen de Judas Tadeo sea la que mejor conozcas, esa llama que tiene en la cabeza es la manifestación del Espíritu Santo, cosa que, de acuerdo al calendario, se recuerda en Pentecostés. 7 días más tarde será el día de la Santísima Trinidad, diría que es la manifestación suprema del número 3.
Por lo tanto la fórmula es: 40 + 10 + 40 + 7 + 40 + 10 + 7 .... No sé si mi obsesión por descifrar estas relaciones calendárico-numéricas me lleva a alucinaciones, pero veo que hay un orden, al menos hasta lo que hemos vivido en estos días desde Navidad hasta la Trinidad... sigue el Corpus Cristi, día de los Manueles, como muchos lo conocen, o también de las mulas. Es decir, que si contamos 3 días luego de la Trinidad, llegamos al Jueves de Corpus, día que "Se trataba de la fiesta de la recolección, día de regocijo y de acción de gracias (Ex 23:16), en que se ofrecían las primicias de lo producido por la tierra". ¡Habemus Sincretismus!
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