miércoles, 19 de mayo de 2010

Un hecho sorprendente sucedió en Sarabia, Guanajuato. Mayo de 1769.

Esta historia que te contaré el día de hoy nació gracias a la casualidad. Situaciones en las que, afortunadamente, siempre me he visto favorecido. Se que todos dicen que “cada quien habla según le va en la feria” y es muy cierto, pero también creo que cada quién contribuye a que lo sucedido llegue a buen termino, como fue éste el caso.


Si has seguido este blog de El Bable, te habrás dado cuenta de que suelo ir a los panteones, pues el llamado arte funerario me atrae mucho. Y como esto me sucedió en el 2009, que fue el Año Internacional de la Astronomía, el tema brotó con facilidad. Fue en el panteón de San José del Cabo, BCS. Allí llegué pues me enteré de una leyenda que se ha vuelto casi un ritual entre las adolescentes de la zona, y que la tumba de una persona fallecida en el último cuarto del siglo XIX se ha vuelto lugar de una cierta veneración por parte de las mismas.


Como el panteón, además de estar muy bien cuidado, es grande y contiene tumbas muy antiguas, que datan desde su creación, luego de la secularización de los cementerios a consecuencia de las Leyes de Reforma; me fue difícil dar con la tumba que buscaba, así que, busqué a uno de los encargados del recinto. De inmediato supo de lo que le hablaba, me indicó con el dedo la ubicación, pero entre tantas cruces, no identificaba cual era la que él me decía, así que, me acompañó hasta la misma, le pregunté si había más tumbas que guardaran alguna leyenda, me contestó que no, pero que hacía poco tiempo, digamos que mediados del 2009, habían llegado unos franceses que buscaban la tumba de un astrónomo que había muerto en San José del Cabo.


Me comentó que, estuvieron buscando por todo el panteón pero que nunca dieron con la tumba del francés, y que él, un día estando en su rutina de mantenimiento la encontró. Me llevó a ella, era una tumba antigua, se alcanzaba a ver claramente el nombre sobre la lápida de mármol pues había sido cincelado a la perfección, es decir, un profesional la había hecho. Seguramente en Mazatlán, como se puede ver en casi todas las lápidas bien trabajadas o que ostentan esculturas. Al verla dudé de que fuera ese el personaje francés pues la tumba claramente decía el nombre y lugar de origen, el cual era en la isla Margarita de Italia.


La idea me quedó en la cabeza dando vueltas pero a nada pude llegar, incluso fui a hablar con el párroco de la ciudad para preguntarle si había algún dato al respecto, cosa que no sucedió pues no había el mínimo testimonio de un astrónomo francés y, sucedió lo que continuamente me sucede, una casualidad. Casualidad que me llevó a los pocos días a la ciudad de La Paz, por lo tanto tuve la oportunidad de ir a una de las librerías mejor surtidas, la de CONACULTA, y encontré allí un libro que hacía más de un año había visto pero que no le di la importancia debida: Voyage en Californie. Pour l’observation du PASSAGE DE VÈNUS sur le disque du soleil. Nombre largo como solían llamarse los libros en esa época.


Lo compré y comencé a leer esa misma noche y no dormí hasta que lo terminé pues resultó ser una historia de lo más interesante, de algo que sucedió en México hacia 1769, poco tiempo antes de que comenzaran los severos problemas entre España y Francia, los cuales terminaron en la invasión del territorio español, la imposición de José Napoleón y, en buena medida, dieran las bases para que se gestara la lucha liberadora de México del yugo ibérico.


En esa época, el acceso a todo extranjero, es decir, a todo aquél que no fuera español en territorio de la Nueva España, estaba totalmente restringido, pues se temía a que fueran espías que dieran testimonio de las riquezas y ubicación de las mismas. Riquezas que eran más que sabidas por los españoles que sí existían. Es entonces que aparece el personaje central del libro, que no es una novela, sino el diario de un viaje que se convierte en testimonio de un recorrido científico por el México Novoshispano del siglo XVIII: Jean Baptist Chappe d’Auteroche.


Al igual que todos los viajeros que estuvieron en el período colonial de México, Chappe d’Auteroche pasó por los mismos lugares del Camino Real de Tierra Adentro, pues él llegó de Francia a Veracruz, allí siguió a la Ciudad de México y luego se trasladaría al puerto de San Blas, en el Pacífico, para embarcarse hacia la Baja California. Por lo tanto el trayecto fue, saliendo de México, rumbo a Arroyo Zarco, Querétaro, Celaya, Irapuato y Guadalajara.


En su diario de viaje lo anota así en su lengua original: Desde San Francisco se llega al ramal de Hacienda Arroyo Arcos (se refiere a Arroyozarco), que está a 4 leguas. Cinco leguas más lejos encontramos la granja del Cuervo. Pasado el Cuervo, descendimos perpendicularmente hasta la pequeña ciudad de San Juan del Reyo, (San Juan del Río), que está a 4 leguas de otra ciudad llamada Querétaro, donde destaca un hermosos acueducto. Diez leguas mas lejos esta la ciudad de Zelaya (evidentemente se refiere a Celaya), que dejándola atrás llegamos al caserío del Molino que está a 6 leguas. De Molino hasta la pequeña ciudad de Ira Poito, (Irapuato), hay más o menos 4 leguas y 5 hasta el cruce de Nourangarnde… “. (1)


Jean-Baptiste nació en Mauriac, comunidad de Auvergne, Francia, el 2 de marzo de 1728, sus estudios los realiza en el colegio jesuita, donde demostró gran habilidad para el dibujo y las matemáticas, dadas las condiciones de la época, decide obtener las órdenes sacerdotales a fin de continuar estudiando. Aunque no existen documentos que lo identifiquen como sacerdote, si los hay en donde a él se le conoce como Abad, título que usó toda su vida. Su pasión surgió por la astronomía, hizo trabajos independientes en los cuales destacó. “Otras investigaciones de este personaje fueron sobre la electricidad atmosférica y sus estudios sobre el rayo usando “una vara de metal puntiaguda arreglada con una base aislante, construyendo el primer conductor o un electroscopio”. Sin embargo le faltó el éxito que asistió a Benjamín Franklin”. (2). Dado el interés y sobre todo, la calidad de su trabajo astronómico, es seleccionado por el Observatorio de París para que sea él quien lo represente en el avistamiento del pasaje de Venus que sucedió en 1769.


Luego de largos trámites, la corona española, otorga el salvoconducto a Le Chappe para que los avistamientos sean realizados en la remota aldea de San José del Cabo, al sur de la península californiana. La expedición llega procedente de Cádiz a Veracruz, luego de 77 días de “aburrido viaje”. Era el 6 de marzo de 1769. Son recibidos por el Intendente de Veracruz y luego, en la ciudad de México por el virrey, Carlos Francisco de Croix, finalmente la caravana sale con rumbo norte, enfilando, días más tarde, por el Bajío siguiendo el Camino Real de Tierra Adentro. “En Querétaro, Chappe comprobó que sus ideas sobre el rayo, no lejos de la aldea del Molino, una tarde hizo una demostración espectacular que lo dejó convencido que su teoría era correcta” (3)


Le Chappe anota en su diario “El 3 de mayo, encontrándome cerca de Molino, pequeño caserío a 36 leguas de México, vi, a lo lejos, una gran nube negra elevada a media altura por encima del horizonte: todo el resto del hemisferio parecía incendiado alrededor nuestro. Esa nube estaba compuesta por tres tipos de columnas, a igual distancia una de otra y en las que la base casi tocaba el horizonte. Mientras estuvieron así, destellos vivos y frecuentes parpadeaban alrededor nuestro como una aurora boreal, puntos en el horizonte que respondían por debajo”. (4)


Será bueno recordar que Franklin, en su muy conocido experimento de la llave amarrada a un papalote fue el que le condujo a desarrollar la teoría de la conducción de la electricidad, “En 1752 lleva a cabo en Filadelfia su famoso experimento con la cometa. Ató una cometa con esqueleto de metal a un hilo de seda, en cuyo extremo llevaba una llave también metálica. Haciéndola volar un día de tormenta, confirmó que la llave se cargaba de electricidad, demostrando así que las nubes están cargadas de electricidad y los rayos son descargas eléctricas. Gracias a este experimento creó su más famoso invento, el pararrayos. A partir de ahí, se instalaron por todo el estado (había ya 400 en 1782), llegando a Europa en la década de los '60. Presentó la teoría del fluido único (ésta afirmaba que cualquier fenómeno eléctrico era causado por un fluido eléctrico, la "electricidad positiva", mientras que la ausencia del mismo podía considerarse "electricidad negativa") para explicar los dos tipos de electricidad atmosférica a partir de la observación del comportamiento de las varillas de ámbar, o del conductor eléctrico, entre otros”. (5)


Chappe sigue su camino, llega a San José del Cabo, luego de un penoso viaje para acabar en un final trágico. San José era victima del tifo, la población fue diezmada grandemente, él se contagia y muere en Santa Ana, lugar en donde había instalado su rústico observatorio. Santa Ana se ubica entre los minerales de El Triunfo y San Antonio. De sus restos no se sabe su paradero, como quiera, sus observaciones astronómicas ayudaron a determinar las medidas exactas del planeta en el cual tu y yo habitamos. Quienes vivimos en El Bajío quizá no hemos notado la importancia que tuvo durante varios siglos el Molino de Sarabia, lugar que en la actualidad es punto de referencia por existir allí un Campo Militar. Al adentrarnos en su historia vemos otra rica veta la cual ansía ser explotada.


Será necesario, si es que gustas de este tipo de averiguaciones, que nos pongamos ya a entender los movimientos astrales, estamos en la antesala del evento más grande no del año, no de la década, no del siglo, sino de la ERA y será una gran coincidencia que, en el mismo año del cambio de Era, se realice también un transito de Venus. Si comulgas con mis ideas, estamos pensando en que somos afortunados al tener la posibilidad de ser testigos presenciales de lo que en buena mediad nos cambiará los rumbos.


“Según una vieja profecía maya el nuevo mundo de la conciencia nacerá durante el “pasaje de Venus”, el 6 de junio del año 2012. Los “pasajes de Venus” son sucesos astronómicos inusuales que tienen lugar aproximadamente una vez cada siglo, cuando el planeta Venus eclipsa al Sol. Dos “pasajes de Venus” acontecerán el 8 de junio de 2004 y el 6 de junio de 2012, cada uno con una duración de 7 horas. Estos “pasajes” son los “espejos cósmicos” cuya llegada ha sido profe­tizada no sólo por los mayas, sino también por otras tradiciones antiguas. El primer pasaje puede considerarse como el gran ensayo, mientras que el segundo señala la culminación de la creación y el arribo de una era de paz y armonía.


La mayoría de las grandes religiones hablan de una fase culminadora de la creación, diferentes tradiciones predicen su llegada en las próximas décadas. Según el pueblo maya, cuya descripción del ritmo de la evolución de la con­ciencia ha sido la más exacta hasta ahora conocida, el nuevo mundo nacerá apro­ximadamente cuando suceda el espejo cósmico en el año 2012”. (6)


Fuentes:


1.- Chappe D’Auteroche, Jean Baptiste. Voyage en Californie. Jombert Libraire. París, 1772.


2.- Gaxiola López, José. Prologo a la edición mexicana del libro de Chappe. Publicado por El Colegio de Sinaloa. Culiacán, 2004.


3.- Ibid.


4.- Voyage en Californie.


5.- Wikipedia.

http://es.wikipedia.org/wiki/Benjamin_Franklin


6.- http://www.esquinamagica.com/articulos.php?idar=227&id1=6


Si te interesa el tema del Pasaje de Venus, entra aquí:


http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/09/el-transito-de-venus-en-1769-visto-en.html



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