Yo no comencé ni con Hombrecitos ni El Gato con Botas o Tom Sawyer... ni nada de esas obras propias para niños, claro es que sí leí (por convicción y no porque me lo mandara el programa escolar) El Principito y de lo primero que leí fue Macario, de Traven y, como adolescente que era me dejé ir por Best Sellers y libros y temas de moda... como aquellos ladrillos que eran las novelas de Irving Wallace con su La Isla de las Sirenas que todo lector decía era magnífica obra, la leí pero no fue precisamente lo que andaba en búsqueda de... recuerdo otra Isla, la de los Hombres solos, de José León Sánchez que se ubicaba en una prisión de Nicaragua, si mal no recuerdo... muchos dijeron que era un relato parecido a Papillon de Charriere, también sobre una prisión, pero en la Guyana Francesa. Otra prisión, es decir otra novela, que incluso fue galardonado su autor, Solzheniszin, Un día en la vida de Iván Denisovich...
El Tercer Ojo y todo lo de Lobsang Rampa que resultó ser un autor argentino (más bien los libros se editaban en aquel país, el autor era canadiense... o británico) fueron libros obligados en mi época, esas teorías que comenzaron, luego del movimiento hippie y el Peace&Love, de la pirámide y las fuerzas internas y superiores y cósmicas... otra lectura obligada en ese tiempo fue Love Story...
Ya un poco más acá, es decir ochentas, la cosa política me interesó, uno de los imprescindibles fue Vecinos distantes, que si lo leemos actualmente veremos que no han habido grandes diferencias de lo que era y lo que es la relación México-Estados Unidos, más aun con el actual presidente de aquel país. Recuerdo otro, sobre Briebich, el Gobernador más joven que ha habido en México...
Los de Marco A. Almazán eran obligados casi, casi... e indispensables para aquellos que querían pasar un buen rato con una lectura sumamente amena, ni que decir de La vuelta al mundo con ochenta tías... o El rediezcubrimiento de México... dentro del rubro de risa e ironías están los de Jorge Ibarguengoitia....
Los que no vivíamos en la ciudad de México y que medio nos enteramos de lo sucedido en Tlatelolco, la aparición del libro de Poniatowska fue contundente sobre el tema... otro de entonces y que es clásico es, sin lugar a dudas El diario de Ana Frank, quizá fue allí cuando me interesé por el tema del holocausto, aunque más bien quedé impactado con el de Los hornos de Hitler... de Olga Lengyel.
Aunque el oscurantismo de la Edad Media había ocurrido hace mucho tiempo, a mi me tocó vivir la época del oscurantismo sexual, en el que siendo tema tabú no se hablaba, de pronto, cuando comenzaron todas las revoluciones que nos fueron cambiando las ideas y aparece este libro que fue Best Seller mucho tiempo, el tema comenzó a volverse tan normal, como normal es el sexo.
Todo esto lo traigo a colación porque ahora, que han proliferado los tianguis sabatinos y dominicales, he ido encontrando los libros que leí y que fui dejando por donde viví y el solo ver las portadas me hacen recordar muchas cosas... me gustaría enumerar más y más de mis lecturas, pero sería bastante largo y, no tanto por eso, sino porque de pronto ya no lo recuerdo, y al topar en estos sitios mencionados, me viene a la cabeza la que fue en su momento una amena lectura.
En otra ocasión sacaré la lista de los libros que fueron dando forma a mis ideas, la mayoría de ellos del Fondo de Cultura Económica...
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