lunes, 18 de diciembre de 2017

Señores de carros, bueyes y mulas: El transporte al iniciar el siglo XVII en México

   Encuentro un dato curioso que bien lo podemos asociar al Camino Real de Tierra Adentro, es sobre los que hoy día llamaríamos como empresarios del transporte que, de acuerdo al documento, en 1601 se les conocía como Señores de Carros, Bueyes y Mulas, encuentro, además el nombre de nueve de ellos que, bien podemos pensar eran los principales en el rubro y que se habían juntado en la Ciudad de México para formar una Hermandad; consultando los nombres en el AGN es Francisco de Medina al que más activo vemos en la primera década del siglo XVII, veamos:

 22 de abril de 1601
Juan Martín, Jácome Vela, Juan Gutiérrez Rojo, Dionisio de Medina, Fransico Bernal de la Parra, Antón Gómez Casillas, Antonio Núñez Cabrera, Hernando de Cárdenas, Francisco Mejía. Vecinos, señores de carros, bueyes, y mulas, por ellos y por los demás señores de carros y mulas vecinos de la ciudad de México, otorgan poder al padre fray Francisco Bautista, predicador y lector en santa teología de la orden de Nuestra Señora del Carmen de dicha ciudad que de presente va a los reinos de Castilla a negocios de a dicha orden, especialmente para que por ellos y en nombre de todos los demás señores de carros, bueyes y mulas de la dicha ciudad pueda parecer ante su santidad, su delegado y ante quien con derecho pueda y deba, para que pida y suplique se les de licencia y júbilo de formar una cofradía y hermandad, atento que los otorgantes han hecho y fundado su entierro en el convento de Nuestra Señora del Carmen de dicha ciudad donde quieren fundar una cofradía y hermandad con el título y advocación de Nuestra Señora de Eguía la cual ha de permanecer en dicho convento de San Sebastián de Carmelitas Descalzos de dicha ciudad, siendo tal hermandad de sangre pura que pueda salir el Jueves Santo en la tarde y los cofrades de ella puedan ganar indulgencia plenaria, además de que todas las personas que acompañen la dicha procesión ganen indulgencia propia después de haberse confesado y comulgado y de haber visitado la capilla de la cofradía en el dicho convento.

  Los otorgantes dan poder a dicho fray Francisco Bautista también para pedir que se le conceda a la dicha cofradía y hermandad la facultad de no aceptar a ningún hermano a no ser por acuerdo de la mayor parte de los otros hermanos, además de ser del mismo oficio o descendiente de persona que lo haya ejercido y comulgado, gane indulgencia plenaria. Para pedir que la cofradía pueda hacer todos los años una fiesta a la Madre de Dios el Domingo de Infraoctava de la Asunción, y ese día todos los fieles que confesados y comulgados visiten desde las primeras vísperas la dicha capilla de la cofradía obtengan indulgencia plenaria e indulgencia propia. Para pedir que el oficial y prior de dicho convento, o cualquiera de ellos, con los dichos señores de carros, bueyes y mulas puedan hacer las capitulaciones y construcciones que pareciere convenir al bien y utilidad de la dicha hermandad, las cuales se guarden y cumplan por los hermanos de ella. Para pedir que el día de San Juan Bautista se gane júbilo y remisión de todos los pecados para todos los hermanos o no hermanos confesados de a dicha cofradía confesados y comulgados o que visitaren la dicha capilla de Nuestra Señora de Eguía con el propósito de confesarse. Para pedir que en el altar de la dicha hermandad y advocación de Nuestra Señora de Eguía para que se saque ánima en la misa que se dijere así en él, ya fuese mandada de dar por los propios hermanos o por otras personas.

  Para que pida y alcance una cuenta de indulgencia que esté en la dicha capilla y para todo lo que dicho es pida, alcance y saque la bula o bulas que fueren concedidas y una vez sacado todo lo anterior lo pase por el Real Consejo de Indias y lo envíen por recaudo a la dicha ciudad y dicho convento para que éste último se lo dé a los otorgantes. En caso de ser necesario, los otorgantes dan facultad a Fray Francisco Bautista de sustituir este poder en quién él quisiere.

  Firmaron los que supieron y por los que no testigo. El licenciado Esteba Porras, el Dr. Juan de Cárdenas y Fray Juan de Jesús.

  De este modo podemos añadir algunos nombres al tema del CRTA amén del del beato Sebastián de Aparicio, Juan Munoz de Sayas y Pascual Carrasco. Anotamos también que el referido convento de San Sebastián de Carmelitas fue desaparecido, el templo que aun no conozco por dentro, está muy dañado, por el rumbo de Tepito, veremos en una próxima ida a la ciudad de México si sigue aun esa capilla o esa imagen.

Fuente:

Archivo de Notarías Ciudad de México, N.1, Vol. 114, f.784-784v

No hay comentarios:

Publicar un comentario