De acuerdo con la información censal disponible, en 1900 la ciudad de México tenía 110.438 viviendas en 56.850 edificios dando un promedio de 1,94 viviendas por edificio; para 1929 ese promedio se elevó a 2,82 al contabilizarse 284.954 viviendas en 101.024 edificios (INEGI, 1994). Aunque los censos siguientes no contemplaban esa información, podemos inferir el progreso de los edificios con apartamentos si consideramos por ejemplo, que en 1950 el 75% de las viviendas de la capital estaban rentadas.21 Ahora bien, hasta finales de los treinta, esos edificios multifamiliares eran mayoritariamente construcciones de tres a cuatro pisos como máximo con 12 a 48 departamentos, realizados por inversionistas privados para dejarlos en alquiler (Barragán, 1994, p. 142). (1)
De esta manera, la construcción de grandes bloques residenciales desarrollados en altura no comenzó verdaderamente en México sino hasta finales de los años cuarenta, con la edificación de la Unidad Esperanza (1948) y con el Conjunto Presidente Alemán (1949), acuñándose así el término de “multifamiliar” para referirse a este tipo de edificios ya que su tipología difería consistentemente de los edificios departamentales producidos hasta entonces por inversionistas privados. (2)
Grata fue la experiencia de conocer la Unidad Esperanza, que bien podemos entender como el inicio de la masificación de la vivienda en la ciudad de México y, por consecuencia, de todo el país. Eran los tiempos en que la mancha urbana era más bien corta y el límite sur de la ciudad llegaba al río de la Piedad, la Hacienda de Narvarte había ya desaparecido y sus terrenos daban paso a modernas construcciones. El primitivo templo de Nuestra Señora de la Piedad había ya desaparecido, en su lugar se construyeron casas y un campo de beis bol.
Fue justo ahí que se levantó el conjunto habitacional, primero de su tipo en México, para albergar a buena parte de los refugiados españoles avecindados en México, de ahí que el nombre dado fuera el de "Esperanza". De ahí la idea fructificaría en más espacios, como el Multifamiliar Miguel Alemán (1947), el Centro Urbano Benito Juárez (1952), la Unidad Santa Fe (1957), la Unidad Independencia (1960), para finalizar con la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco (1964).
El crecimiento de la población, con el consecuente crecimiento de las ciudades y la necesidad de vivienda a precio accesible, trajeron por consecuencia la creación del Infonavit, para 1972 en la Unidad Habitacional El Rosario, de ahí comenzarían a difundirse por todo el país las Unidades Habitciones del Infonavit que siguen aumentando en número y reduciendo sus espacios.
Me cuentan que fue aquí, en la Unidad Esperanza que vivieron, dos de los más distinguidos (o en todo caso famosos) personajes, Fidel Castro y el Ché Guevara.
Fuente:
1 y 2.- Sánchez Rueda, Guillermo. Origen y desarrollo de la Supermanzana y del Multifamiliar en la Ciudad de México. (El artículo lo puedes leer completo buscando en la red con ese nombre.)
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