Este, como todos los templos de Oaxaca, manifiesta un cuerpo robusto, para soportar los continuos temblores y, como muchos de ellos, aparece la cantera verde, color tan característico de ese rumbo de México. Se trata del templo de la Inmaculada, levantado por la Compañía de Jesús, de ahí que sea más conocido con el nombre de la Orden Religiosa.
Fue muy temprano cuando lo visité, las 7:30, razón por la cual las fotos en el interior me fueron difíciles de tomar pues no me gusta usar flash. Agreguemos a ello que es de pocas y pequeñas ventanas, así que más bien domina la oscuridad.
La fachada no presenta mucha ornamentación, como en otros recintos jesuitas, lo cual no quiere decir que carezca de belleza, por el contrario, lograron una interesante mole, lo digo por las proporciones que se guardan, no puse atención a sus muros pero no dudo tengan 1.20 metros de ancho, quizá más.
En el interior se guardan algunas reliquias, hay que tener buena visión (que no es mi caso) para leer las fichas que identifican a cada una de ellas. Y si te interesa leer una interesante descripción del recinto, te recomiendo entrar a este enlace, de Cervantes Virtual, para que tengas toda una relación histórica del lugar.
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