domingo, 22 de diciembre de 2019

La construcción de la Capilla del Pocito en la Villa de Guadalupe y su indulgencia

   Fue edificada, según se refiere, por albañiles de la ciudad de México que iban los domingos á trabajar en ella, tomando el trabajo con tal ardor, que era imposible quitarlos de allí, sucediendo otro tanto con varias señoras y personas de distinción, que solían presentarse para acarrear materiales y contribuir á la prosecución de la obra de la manera que les era posible.
   El plano antiguo que se conserva en el Ayuntamiento y cuyo título literal aparece inserto en la nota de la página 15, en una de sus referencias dice:

  "La Primer ermita del Pocito que de su peculio hizo el Sr. D. Luís Lazo, año de 1648 ó 49, al presente una hermosa y vistosa Capilla, como lo demuestra su primorosa disposición, curiosidad y simetría: abriéronse los cimientos el Io de Junio de 1777 y se continuó la fábrica á los principios á la solicitud de D. Calixto González Avenserraje, Tercero de N. P. S. Francisco que cuidaba de la primer ermita y cultos de la Santísima Señora, después á la de D. Nicolás Zumurategui, comerciante de México, contribuyendo en toda su fábrica material las limosnas de tantos miserables, las faenas que semanaria-mente se hacían: al presente por omisión del Venerable Cabildo de la Real Colegiata, cuida de sus aumentos el Sr. Magistral D. Francisco Vélez y Escalante."

   En la sacristía del templo se conserva el retrato de D. Calixto González Avenserraje y en él se ve una inscripción que comienza por referir la fecha y lugar de su nacimiento, las peripecias de su carrera militar, etc., concluyendo así:
   …y el año de 40 (1740) llegó á este Santuario de N. S. Sra. María de Guadalupe, estuvo de ermitaño 7 años y 33 del hábito descubierto de mi Padre Sr. S. Francisco y colectó las limosnas para la obra del Pocito. Dióse principio á esta obra el día 1° de Junio de 1777. Falleció en 21 de Noviembre de 1786.

   Tiene de Oriente á Poniente 35 varas y veintiuna de Norte á Sur: está coronada por una cúpula de bastante altura, cuya circunferencia ocupa toda la capilla, siendo su diámetro de quince varas una tercia. En el interior hay cuatro sitios de forma especial, destinados á colocar igual número de apariciones de la Virgen, estando la principal en el altar mayor, con una Imagen que se quiso fuera el traslado exacto de la original. Tiene dos entradas: una por la parte del Poniente donde se halla el Pocito, y la otra por la del Sur. La arquitectura de esa obra pertenece al orden corintio y la dirigió gratuitamente el arquitecto D. Francisco Guerrero y Torres.
   Se concluyó en el espacio de catorce anos, á fines de 1791; su costo ascendió á la cantidad de cincuenta mil pesos, dados en gran parte por el Arzobispo D. Alonzo Núñez de Haro y Peralta y con limosnas colectadas al efecto.

  Una inscripción puesta en los muros interiores nos hace saber que: «Se comenzó á reedificar esta Capilla el 3 de Jumo de 1880 y concluyó el 19 de Julio de 1882.» Esta capilla está muy aseada, tiene bastante luz y presenta un aspecto alegre.
   Existe en la sacristía un cuadro curioso y poco conocido sin duda, que se presenta como el retrato auténtico de Juán Diego. La leyenda que á su calce se ve, dice:
   «Fiel retrato del dichosícimo indio Juán Diego, á quien la Santísima Virgen María, Madre de Dios y Señora Nuestra, se apareció en el cerro de Guadalupe el día 9 de Diciembre de 1531 y le aseguró venir á ser Madre Nuestra, como lo ha sido y se ha experimentado en la continuación de sus beneficios, por medio de su milagrosa Imagen que el día 12 del propio Diciembre dejó estampada en la Tilma ó capa de este indio, y dura ileza hasta hoy 12 de Abril de 1777.»  


Fuente:

De la Torre, Juan. La Villa de Guadalupe. Imprenta de Juan Cumplido. México, 1887. pp. 34-36

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