martes, 3 de diciembre de 2019

Juan de Jaso, el Estanciero –II-

   En una segunda entrega que hace el Sr. Rodríguez Frausto de la historia de un personaje crucial para la historia de Guanajuato el tema a tratar son las tierras que fue recibiendo en el territorio de Chichimecas, actual Estado de Guanajuato, veamos:

   El capitán Juan de Jaso, a imitación de todos los conquistadores de las Indias, cotizó a muy buen precio todos y cada uno de los servicios prestados a Su Majestad. Con excepción de su primer descalabro que lo privó de la encomienda de Huauchinango, todo lo que después invocó, todo le fue concedido. Primero numerosos solares para construir su casa, de la que siempre se sintió orgulloso porque la tenía “probada, armas y caballos…”, después algunos nombramientos para desempeñar puestos públicos y al final grandes extensiones de tierra en los Chichimecas.
  Fue precisamente a raíz de su participación en la guerra contra los alzados de Jalisco (1542) cuando don Juan alcanzó del virrey don Antonio de Mendoza una merced, la primera que se le concedió en los dominios de los bárbaros guamares, para dos Estancias “en un sitio que se dice y nombra Comanja, donde hay dos lagunas que la una seca en verano y la otra tiene mucho atole y entre el río que viene de Comanja, y hay ojos de agua caliente en ella y cerca de ella muchos árboles de sauces, y hay aparejo donde se pudiese tomar las dichas dos Estancias…” la merced se expidió en la ciudad de México, a los trece de mayo de 1536, y cumplió con tal mandato entre el silencio de D. Rodrigo de Vázquez, el Justicia Mayor de Chichimecas, don Antonio de Godoy, el lunes siete de junio del mismo año, quien “tomó de la mano al dicho don Juan de Jaso y lo trajo paseando por los dichos sitios y cortando matas, tomó posesión ante mí el Escribano, y ante testigo. Pedro Munguía, Antonio Solís y Pedro Ledesma, la cual dicha posesión tomó sin contradicción de dicho Rodríguez Velázquez, por cuanto no mostró título ni merced por el Virrey (1).
  Lo anterior nos revela claramente que el primer estanciero que sentó sus reales en lo que hoy conocemos por el Bajío guanajuatense, amparado legalmente por una merced real, fue don Juan de Jaso y no don Rodrigo Velázquez, quien hubo de esperar cerca de tres meses para legalizar la posesión de la Estancia que más tarde recibió el nombre de Guanajuato.
   A la merced anterior siguieron muchas más. Por su trascendencia transcribiremos solamente las siguientes que se otorgaron el mismo día:
   “Yo don Luis de Velasco, etc., por la presente, en nombre de Su Majestad, hago merced a vos Juan de jaso, vecino de la ciudad de México, de un sitio de Estancia en términos de Chichimecas, en el río de San Miguel, por la Estancia de los herederos de Luis Martín, por el río arriba, una legua poco más o menos, en un coecillo, por mi mandado vio Juan de Villagómez, Justicia de los Chichimecas, y declaró estar sin perjuicio…”.
   “En México, 21 de marzo de 1551, se hizo merced a Juan de jaso de otro sitio de Estancia, en los Chichimecas, en un arroyo que baja de las sierras de Comanja, en una pozanca que tiene una peña en el mismo arroyo, hecho ut supra”.
   Este mismo día se hizo merced a Juan de Jaso de otro sitio para Estancia en el mismo término, en la junta del río y un arroyo que viene de las sierras de Comanja, que vio Juan de Villagómez.
  Yo, don Luis de Velasco, etc., por la presente, hago merced a vos Juan de Jaso… de una caballería y media de tierra, en términos de los Chichimecas, en una hoya, entre unas sierra que es un humedal y unos manantiales de agua que están norte sur del pozán, con tierras baldas, para que sea vuestra y de vuestros sucesores”.
  En este día e hizo merced a Juan de Jaso de otra caballería y media de tierra en los Chichimecas, entre dos sitios de Estancia del mismo donde se nombra Pozancón,  a la junta de dichos ríos, en un robledal y un arroyo abajo, que tiene un cejo de peñas, a la mano derecha… hecho ut supra” (2).
   De esta serie de Estancias y Caballerías de tierra concedidas a don Juan de Jaso, la primera se ha inmortalizado, convirtiéndose en el celebérrimo Balneario de Comanjilla. La que obtuvo en el río de San Miguel la dejó años más tarde para que sobre sus dominios se fundara la actual ciudad de San Felipe, el año de 1562, y la que se le dio sobre el río de Comanja, surgió la Estancia de Señora, que tuvo una existencia de 25 años, al cabo de los cuales sobre sus límites surgió mi tierra, la hoy progresista ciudad de León.

Referencias:
1.- AHG. PC 1696, f.107
2.- AGN. Mercedes, Vol 2, f.209

Fuente:
Rodríguez Frausto, Jesús. Estado de Guanajuato. Año XVII. No.817. 25 de Julio de 1959, p.3


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