Ahora que estamos cerrando {por decirlo de algún modo} el año de 2019, la segunda década del siglo XXI que nos está tocando vivir, vuelvo a voltear a uno de los varios temas obsesivos que he compartido en este blog, el de las puertas azules. Sé muy bien que he contagiado a varias personas de esta manía, de esta obsesión. Obsesión buena, pues esta idea a forzado a quienes no suelen poner atención a los detalles, a eso que defino como "ver la parte y no el todo", que es la mentalidad de El Bable, y que han ido descubriendo que en este México, especialmente el rural, está lleno de vestigios de puertas y ventanas azules. Estos "contagiados" me han enviado fotos de puertas y ventanas azules que antes de terminar este 2019 compartiré, y todavía estamos a tiempo de que, si quieres participar, en Facebook me encuentras con facilidad para recibir ahí tus fotos, o al correo: oficina.utt@hotmail.com. La foto que vemos ahora es por el rumbo de La Valenciana, en Guanajuato.
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