martes, 15 de noviembre de 2011

El altar del Señor del Socorro en el día del Buen Temporal; Salvatierra, Guanajuato.

El propio nombre de la festividad nos da la base de la idea en que gira en torno la celebración: El Buen Temporal; se está agradeciendo ahora que las cosechas están terminando y que las parcelas reposarán algunas semanas para luego plantar en ellas las semillas que para la primavera nos darán los nuevos frutos. Se está cumpliendo un ciclo más, se agradece por lo que fue y se pide por lo que será, esto es lo que encuentro en el concepto de la fiesta del Señor del Socorro en Salvatierra, Guanajuato.

La fiesta comienza a las 4 de la mañana del segundo domingo de noviembre, la llamada alborada, se hará el recorrido por los distinos templos de Salvatierra en procesión nada solemne sino más bien festiva, una especie de carnaval en la madrugada que terminará al mediodía cuando los participantes de la fiesta, la mayoría agotados por la ingesta etílica decidan ir a dormir la mona... "la malilla" oí decir a alguien que estaba a punto de desfallecer en mitad del atrio.

Este templo de sencilla manufactura se construyó a mediados del siglo XVII, mantiene sus tres nichos vacíos, el superior y los laterales, no tengo idea que imagenes pudieron haber estado allí pero, si el templo se levanta a San Juan Bautista, seguramente era él quien aparecía en el nicho superior, dato confirmado no lo tengo.

En el atrio notamos que el adorno del templo mantiene la misma idea de los frutos de la tierra que recién cosechados se ofrendan al Señor del Socorro. Calabazas, cacahuates y mazorcas, los tres productos que en abundancia crecen en rededor del valle que conforma esta última parte sureste del Bajío...

...naranjas y mandarinas también hacen su aparición en racimos...

Muy bien aprovechados los nichos vacíos para colocar allí calabazas...

Sabemos todos, por acá en el Bajío, que los mejores cacahuates que se producen en la región son los que vienen de Salvatierra y aquí los vemos en ensartas...

...miles y miles de cacahuates que, si en gamas de color hablamos en función al decorado, vemos que hacen una combinación perfecta entre el maíz las piedras y rocas de las paredes del templo.

Al ser una fachada sencilla, practicamente lisa, se implementó una pintura decorativa que, luego de más de tres siglos aun se nota. Bien podemos imaginar lo interesante que lucía en su tiempo cuando toda la pintura roja, casi morada, estaba en pleno...

La cruz atrial fue también objeto de galanura, con calabazas y ensartas de tejocotes...

Y es esta la razón de la fiesta, pues gira en torno a Cristo en su advocación de El Señor del Socorro. Siendo este un pueblo de indios, seguramente la fiesta tiene su origen en una de las tradiciones del antiguo México en que, cuando los dioses principales se reunían cada año al finalizar la cosecha de maíz, se les ofrendaba precisamente los frutos de la tierra. Esta historia la podrás leer aquí.

El interior del templo es igual de sencillo que su exterior. Su planta de cruz latina es también de reducido tamaño, al entrar notamos que el ambiente está impregnado del olor a pino que emana de las ensartas de cacahuates y pino que cuelgan del techo.

Y llegamos al altar mayor que es una explosiva muestra de colores, olores y formas que producen todos los vegetales imaginables: betabeles, pimientos, coliflores, zanahorias, cebollas, nabos... y frutas: papayas, piñas, plátanos, manzanas, naranjas, melones, jícamas, y todo esto enmarcado en cañas de azúcar la cual le da un marco como si fuera un enorme, gigantesco penacho...

...como aquí lo podemos ver.










El próximo año se "empalmarán" las fiestas, pues el segundo domingo de noviembre de 2012 será el día 11, día se San Martín Caballero, las fiestas serán por muchos rumbos del Bajío.

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