Estamos ya a punto de cerrar el álbum que hace un par de semanas abrimos. Nos hemos ido a emblemáticos lugares, a cual más interesante el uno del otro y ahora nos vamos a uno muy remoto, quizá el más remoto en el que he estado en mi Historia personal. El país es Túnez y la zona es la sur. Allí paré por tres meses, la temporada larga en Hammamet, un poco al norte y una temporada corta en la isla de Djerba, esto me dio la oportunidad de conocer casi todo el país. Lo que hoy veremos es, en buena medida el recuento de esos meses.
Para mí Túnez fue uno de los viajes más interesantes debido a que, en Europa y Sudamérica se ven maravillas, de eso no hay duda, en el mundo occidental nos cambia solo el principio, mientras nos adaptamos al uso horario, pero llegar a un país musulmán implica el cambio de muchas cosas, y eso, teniendo en cuenta de que Túnez es un país muy abierto al mundo, aquí no había extremismos, como quiera, la lengua, los horarios, la escritura y, en general, el ritmo de vida era otro; en Túnez implicó aprender muchos modos de comportamiento para poder andar por ahí sin problema alguno.
Sorprendente fue llegar a un país que en realidad vive del turismo. Si consideramos su extensión, su población y el número de turistas que llegan anualmente, estamos ante una verdadera potencia. En el aeropuerto de Monastir, eran cientos de autobuses los que se aprestaban a recibir cada día una oleada enorme de turistas, estamos en pleno verano, la temporada de mayor afluencia... el calor era tolerable, lo único extraño fue el día que me tocó el sirocco, ese viento que cargado de polvo del desierto cubre las ciudades; por lo demás todo fue tranquilidad y cada día más interesante que el anterior.
Estamos aquí en una zona llamada Tamerza. Un auténtico oasis de palmas datileras que aparece al inicio del desierto. Digo que al inicio considerando que, fuera de la zona costera donde se ve algo de verde, el resto es arena, arena y más arena, así que, encontrar de pronto una zona verde era algo sorprendente...
Por toda esta región oirás, como turista, algo continuamente, que por aquí fue donde se filmó la película Star Wars... algo de llamar la atención, pero, si apuntamos hacia nuestro país, cuando estamos en Puerto Vallarta, tarde que temprano oiremos sobre la filmación de La Noche de la Iguana... no hay gran diferencia.
Tamerza fue un antiguo asentamiento romano, su importancia estaba en que por allí siempre hay agua. El lugar fue abandonado luego de que fuera inundado por una crecida de esa especie de río que por allí hay. En las siguientes fotografías verás como la sabiduría de la naturaleza no olvida que el agua es necesaria en todos lados y como, de pronto surge en mitad de los 50 grados centígrados habituales de la región...
Ahora vamos cruzando el llamado Chot El Djerid, chot quiere decir lago, es un lago salado. En esta especie de canal que va al lado de la carretera podemos notar, por lo rojo de su agua la elevada concentración de sal, y a los lados, eso blanco que se ve es precisamente la sal.
Ahora estamos en Medenine, más al sur, pero cercanos al Mediterráneo y a Libia, lo que vemos son las Ghorfas, unas especies de trojes del siglo XVII en donde se almacenaban granos. Aquí nuevamente volvemos a oír la constante del lugar, la filmación de Star Wars.
Ir a los países del mundo árabe implica, entre otras cosas, aprender una buena cantidad de palabras, por ejemplo lo que vemos ahora en este conjunto de ghorfas, nos da la idea de lo que es un Ksar. Te recomiendo entres en los enlaces para que tengas una mejor idea de lo que te voy contando.
Si has recorrido México en su zona rural, guardando las debidas distancias, a momentos no sentirás mucha diferencia al estar en Túnez. Por un lado es la mezcla de razas. Así como nosotros tenemos de dulce, chile y manteca, por esos rumbos es igual. A mi de pronto me daba la impresión de andar en Veracruz, al ver a la gente y al andar por las calles, la verdad no sentí mucha diferencia. Continuamente me hablaban en árabe, pensando que yo era de allá.
Como aquí. Esta calle cercana a esas antiguas trojes, es donde se pone el mercado, al fondo alcanzamos a ver el minarete de la mezquita. Si quitamos el letrero en árabe que se ve a la izquierda, no creo que exista gran diferencia con cualquiera de los pueblos que por acá tenemos en México...
En este pueblo tan apartado y ya metido en el desierto, el comercio tradicional se da con facilidad. Este es un mercado de especies, cosa importantísima en la dieta tunecina y en general de todo el mundo árabe. Granos y especies se venden aquí, es de lo más reconfortante pasar frente a ellos pues, además de ver el colorido los aromas que despide son fantásticos.
Ahora estamos en un lugar ligeramente más al norte, cercano a la ciudad de Sfax, el sitio arqueológico se llama El Djem. En este sitio nos llevamos la enorme sorpresa de encontrar un anfiteatro que en términos de monumentalidad adquiere el tercer o cuarto lugar de todos los construidos en el Imperio Romano.
El anfiteatro de El Djem adquirió el título de Patrimonio de la Humanidad en 1979. Fue construido en el siglo III y su aforo era de 35 mil espectadores.
Para que no tengas confusiones, en árabe la J así como nosotros la pronunciamos se hace más suave al anteponer la D, así toda palabra como El Djem o Djerba, se pronuncia El Jem o Jerba, pero recuerda, con la J suave.
Dentro de las particularidades del país era que todo aquel que me preguntaba mi nombre y se los decía, me miraban como extrañados y me decían: no, tu te llamas Alejandro. ¿Motivo? que en ese momento una de las telenovelas de Televisa estaba de gran éxito: María la del Barrio en donde el personaje masculino se llamaba Alejandro precisamente, por consecuencia todo mexicano, de los pocos que por allá aparecían, se deberían llamar Alejandro. ¿Otro personaje conocido de nuestro país? Hugo Sánchez. (Recueda, yo fui en 1994)
Nuevamente enfilamos al sur, a un sitio llamado Chenin, lugar constuido en el siglo IX por los pobladores del desierto, los bereber que no querían tener contacto alguno con otros pueblos. Lo que ahora vemos son las ruinas de esa ciudad, la cual tiene la peculiaridad de estar constuida en laderas muy escarpadas y de difícil acceso.
Una vez iba de un pueblo a otro en un servicio que hay, igual que en Estado de México, en donde aparecen taxis colectivos que van de pueblo en pueblo... pero en esa ocasión era un viernes. De pronto el taxista se paró en mitad de la nada pues era el momento del Salat del mediodía, puso una alfombrilla y comenzó a hacer todas sus oraciones. A eso medio me había acostumbrado pues tanto en la radio como en la televisión cortaban la programación a la hora de los rezos.
Y finalmente llegamos a Matmata, otro impresionante sitio bereber en donde las construcciones se han hecho en el interior de la tierra, luego de dexcavar. Se les considera una especie de modernos trogloditas... nos quedan muchos sitios por ver en este país que si bien no es de mucha extensión, si nos ofrece una infinidad de cosas a cual más interesante. Hammamet, Douz, Kairouan, Tozeur... pero creo que eso será en otra ocasión que vuelva a abrir el Álbum privado de El Bable...
Quiero al Sahara porque en el vivió y murio mi muy querido y amado Hermano Carlos de Jesús, el ahora Beato Charles de Foucauld, aunque el vivió en la parte de Argelia.
ResponderEliminarSL2!!