Recordarás que hace poco, cuando regresé a los rumbos del Bajío, te conté sobre ese monumento casi escondido que se levantó en el sitio en donde fue ejecutado Ignacio Comonfort, pues bien, retomando ese relato, te comparto ahora las fotografías que tomé durante la caminata, pero enfocándome, esta vez hacia el lado poniente, ya que en aquella ocasión las que viste son las del lado oriente, pues íbamos en busca del monumento, ahora comenzamos a pocos metros de la calle principal de San Juan de la Vega y nos topamos primero con estos edificios de los Ferrocarriles que aparentan estar en desuso.
Pasamos frente a la estación del Ferrocarril, una de las tantas que hay en la región ya que, cerca de allí se encuentra el pueblo de Empalme Escobedo, si se llama empalme es debido a que eso hay allí, un empalme de vías de tren y una zona de servicio de los Ferrocarriles Nacionales (que ya no son nacionales sino de inversión norteamericana), de la línea México-Laredo. Tan solo entre Comonfort y Celaya están las estaciones de Empalme, San Juan y Santa Rita.... vamos por San Juan de la Vega...
Todavía encontramos el letrero de la estación hecho en fierro. Recuerdo que cuando fui a Santa Rita, en busca de una de las estelas de Cabeza de Águila de la Ruta de Hidalgo, que no existe, pero lo que sí vi fue un muy artístico aviso del nombre de la estación, espero siga allí, es todo un ejemplo de los letreros que ponían a mitad del siglo XX en cada una de las estaciones, lo puedes ver aquí.
Seguimos la caminata... este rumbo me invita a volver, alcanzo a ver los restos de una hacienda, se trata de la de San Antonio, desde lejos veo una troje rodeada por cuatro esbeltos torreones... más adelante aparecerán los restos de otra hacienda, la de Guadalupe, ambas cercanas al río de La Laja, de donde se abastecían de agua. En la actualidad las haciendas están en ruinas y el río casi sin agua y la poca que lleva va contaminada. ¿Te acuerdas cuando andábamos por Atotonilco y encontramos el Laja casi putrefacto?
Seguimos... vamos en dirección Norte, por un lado de la vía, el tren hace maniobras continuamente, de aquí, a pocos kilómetros, se integra la vía a lo que fue el Ferrocarril Central Mexicano, el que va de México a Ciudad Juárez, el próximo entronque será en Irapuato, donde parte la línea para Guadalajara. Se ve todo seco, esto quiere decir que hubo pocas lluvias en el verano, los pirules marcan el cauce del Laja.
Hubo una vez, hace como dos siglos, que toda la región se volvía un poco complicada para cruzar en la temporada "de aguas" de agosto y septiembre, debido a la cantidad de agua que había, esa fue la razón más poderosa para que Treguerras, el arquitecto celayense, construyera el puente sobre el Camino Real, razón también para que el ejército Insurgente desviara su ruta un poco para poder entrar en Celaya. Ahora esto es lo que vemos justo luego de la temporada de lluvias.
Ya vamos a la mitad del camino entre San Juan de la Vega y Soria, quizá 5 kilómetros en cada dirección, tal vez un poco más... caminar sobre la grava que ponen junto a la vía hace complicado el andar...
Y llegamos a Soria, que fuera la Hacienda del Molino de Soria y que luego, don Eusebio González transofrmara en la fábrica de textiles más próspera de todo Guanajuato. Aquí fue creada una población que, desde mi óptica, mantiene todos los parámetros establecidos por Tomás Moro en su Utopía, de hecho pienso que Soria es una ciudad utópica. Esta era la entrada a la Fábrica de Soria.
Aquí tenemos el acceso a la Fábrica de Soria, digamos que era el acceso de suministros y la salida de las telas y casimires que allí se producían -y siguen- pues se ubica frente a la vía del tren. Eusebio González era español y caso con una salmantina de nombre Emeteria Valencia, no tuvieron hijos pero crearon un emporio que incluía fábricas en Celaya, Salamanca y Salvatierra, además de la de Soria.
La hacienda y fábrica eran enormes, esta es apenas una partecita de ella...
El puente, como todos los que construyeron los Ferrocarriles, mantienen el mismo diseño y muchos incluyen el color naranja, característico de la región.
Y como el miedo no anda en burro, vemos que los torreones incluyen esas rendijas por donde salían los rifles durante los enfrentamientos armados antes y después de la Revolución.
Y el Laja... bueno, lo que queda del Laja.
Ya llegamos a Escobedo...
La verdad vengo ya cansado, de lo contrario me seguiría rumbo a la hacienda de Guadalupe, pero no creo aguantar, mejor reposo frente a la parroquia...
¿Por que habrán sacado la Custodia? quiero pensar que la llevaron a darle una pulida.
Y con esta peculiar vista de la parroquia de Empalme Escobedo terminamos esta, digamos, avanzada... para la próxima vez que venga por acá incluiré recorridos por las haciendas de la región, que son muchas... al tiempo.
En mi lista de visitas pendientes. Muchas han sido porque conocí de esos lugares gracias a lo que publicas por aquí.
ResponderEliminarBuen día!
ResponderEliminarYo viví en esa, antes hermosa, estación de ferrocarril de San Juan de la Vega durante aproximadamente 20 años y la verdad era una delicia. Contaba con una hermosa chimenea, patios grandes con dos enormes árboles de pirul que daban fresca sombra en los atardeceres calurosos y una bugambilia coloreaba en patio principal. Sus enormes ventanales ofrecían una perfecta vista al paso del tren.
Realmente es una pena que ahora este tan destruída ya que es una verdadera obra de arquitectura, elaborada totalmente en cantera y con enormes portones de gruesas maderas.
Saludos con nostalgía.
Buenos días,
ResponderEliminarSabes donde fue la batalla de Salamanca de 1858???
Saludos!
En Arroyo Feo, del lado norte de la Carretera Federal 45.
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