Por motivos varios el calendario cívico mexicano se ha ido adaptando a los tiempos y circunstancias que nos dejan ver una continua imprecisión. La más clara es la celebración de la Independencia, el día en que comenzó la guerra de independencia y no cuando se hace la independencia. Y la fiesta que debería ser el 16 de septiembre, se hace más bien el 15 que, comparando con una fiesta no cívica, no religiosa, sino meramente calendárica, la fiesta del 31 de diciembre nos deja sin fuerza para la verdadera fiesta que es el 1° de enero. Esa fiesta del 15 se ha dicho que fue debido a que Porfirio Díaz celebraba su cumpleaños y movió la celebración del Grito para ese día de su cumpleaños. Siendo que el Grito se dio el 16. Y creo lo mismo ocurre con la Consumación que el calendario nos marca el 27 Septiembre pero que en realidad se hizo el 28. Quizá sea debido al cumpleaños del consumador, Agustín de Iturbide que era el 27.
Hay otra fiesta que se organiza, no a nivel nacional, ni estatal, sino local, en la ciudad de Guanajuato el 28 de septiembre, pues se recuerda la Toma de Granaditas. Celebración de uno de los episodios más crueles de la primera etapa de la guerra de independencia, en el que se mostró el odio hacia los españoles que estaban fortificados en la Alhóndiga y que fueron sacrificados no por el enfrentamiento en sí, sino por degüello. Se dice que eran ríos de sangre los que bajaban por la calle oriente del edificio...
Y si el 27 de septiembre se marca en el calendario como el día de la Consumación, al ver los documentos de la época, 1821, vemos que el 28 de septiembre, luego de la entrada triunfal del Ejército Trigarante, se emite el Acta de Indpendencia pero, en la compilación de Leyes publicada en 1901, se le anota a la fecha como Segunda acta de la Independencia mexicana. Y si hay una segunda quiere decir que hubo una primera. Y sí la hay, fue la que se proclamó el 6 de noviembre de 1813 en Chilpancingo, que se desprende del Congreso de Anáhuac.
Y volviendo a 1821 habrá que entender que el 27 se hizo la cosa festiva, al día siguiente, 28 de septiembre se volvió oficial, en "blanco y negro" pues fue cuando se emitió el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, pronunciada por su Junta Soberana en la Capital. Y sobre el documento hay algo curioso, no su texto, no sus firmantes, sino lo ocurrido con el documento, con el papel en sí.
"El Acta de Independencia del Imperio Mexicano es el documento mediante el cual el Imperio Mexicano declaró su independencia del Imperio español. El documento fundador del Estado Mexicano fue redactado en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, el 24 de septiembre de 1821 por Juan José Espinosa de los Monteros, secretario de la Suprema Junta Provisional Gubernativa. Se redactaron dos ejemplares originales del acta. Un ejemplar permaneció en el salón de sesiones de la Cámara de Diputados hasta que fue destruida en el incendio de la Cámara en 1909. La otra copia, fue robada y vendida en 1830. Esta copia fue recuperada por Maximiliano de Habsburgo y tras el fusilamiento de éste, fue sacada del país por Agustín Fischer, confesor del emperador. Tiempo después, el anticuario español Gabriel Sánchez vendió el acta al historiador Joaquín García Icazbalceta, quien la conservó y posteriormente heredó a su hijo Luis García Pimentel, quien la vendió a Florencio Gavito. Gavito estipuló en su testamento que al morir se entregara el Acta al presidente Adolfo López Mateos. El 14 de noviembre del mismo año (1961) se entregó el resultado de dos dictámenes mediante los cuales se comprobó que el Acta es una de las dos originales suscritas en 1821 y el 21 de noviembre, Florencio Gavito Jáuregui, hijo del fallecido Gavito, entregó de mano propia el Acta al Presidente de la República. El documento de 52.9 por 71.8 centímetros, se conserva actualmente en el Archivo General de la Nación. (Wikipedia)
Dudo que, con lo intrincado que está el asunto político en México, se esté ya planeando algún festejo, sea para el 27 que el 28 de Septiembre de 2021, año del Bicentenario, y fecha en que concluyen los Festejos del Bicentenario.
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