"El henequén cambió no solo la mentalidad del empresario de la época: cambió la ciudad y el campo. La primera recibió múltiples beneficios, entre ellos amplias avenidas, electrificación, construcción de hospitales y oficinas públicas, parques y jardines, teatros, escuelas, y la mayor parte de la arquitectura de los nuevos edificios fue suntuosa y afrancesada. El campo yucateco también se transformó: el área noroeste se dedicó al monocultivo y el espacio físico estuvo dominado por los henequenales" (1).
102.- Ex hacienda San José, Tixkokob.
103.- Ex hacienda Carolina, Mocochá.
104.- Ex hacienda Kankabal, Tunkas.
105.- Ex hacienda Xocnaceh, Ticul.
106.- Ex hacienda San Antonio Chum, Umán.
107.- Ex hacienda San Lorenzo Oxmán, Valladolid.
108.- Ex hacienda Hunkanab, Huncumá.
109.- Ex hacienda Oxcum, Umán.
110.- Ex hacienda San Antonio Chichí de los Lagos, Homún.
111.- Ex hacienda San Isidro Ochil, Homún.
112.- Ex hacienda Chuncanán, Cuzamá.
113.- Ex hacienda Eknakan, Cuzamá.
114.- Ex hacienda Uayalceh, Abalá.
115.- Ex hacienda Chantún, Mérida.
116.- Ex hacienda de Santa María Ontiveros, Chicxulub.
117.- Ex hacienda Chucmichén, Temax.
118.- Ex hacienda Hoboyná, Ucú.
119.- Ex hacienda Nochán, Seyé.
120.- Ex hacienda San Esteban Dzuiché, Hoctún.
121.- Ex hacienda Holactún, Seyé.
122.- Ex hacienda Toó, Mocochá.
123.- Ex hacienda Dzunucán, Motul.
124.- Ex hacienda Xcumpich, Mérida.
125.- Ex hacienda de Dziná, Motul.
Fuente:
1.- Negroe Sierra, Genny. Haciendas henequeners de Yucatán. Dante. Mérida, 2006, p.5
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