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viernes, 22 de julio de 2016

De cruces de marcaje del siglo XVII y XVIII en Cuernavaca, Morelos

   A distancia estamos visitando Cuernavaca pues, cuando anduve por allí no me percaté de que sobrevive entre los muchos pueblos que fueron de indios y que en la actualidad se han integrado a la ciudad mantienen una vieja tradición asociada a las cruces atriales que, para ser precisos son las cruces de marcaje que delimitan los terrenos dados a cada pueblo. Habíamos ya comentado sobre el altépetl que era la organización social en el México prehispánico y si algo no había en ellos era la cordialidad entre unos y otros. De ahí (creo yo) que nos venga ese modo que tenemos en México de ser excesivamente localistas que nos lleva al extremo de pensar solamente en nuestra ciudad (si lo sabré yo que cada que hago una presentación debo de adaptar mi discurso a cosas locales de la población en donde me encuentre) y ya que estamos en una ciudad nos interesa solamente lo que ocurre en un barrio o colonia en específico y el extremo llega a que, cuando hablamos de un barrio nos interesa solamente la calle en la que vivimos...

   Esto lo vieron claramente los franciscanos, primeros evangelizadores en México, y fue así que, al congregar a los pueblos indígenas bajo el concepto de "pueblo de indios", asignaron un territorio para cada comunidad, territorio que quedaba marcado con cruces, algunas monumentales, como las que vimos en la calle Leyva en el centro de Cuernavaca. Esta vez veremos a través de Street Finder las cruces que han sobrevivido o que han sido reemplazadas (no lo sé) en los distintos pueblos que conforman Cuernavaca.

  Esta es la capilla de San Dieguito, vemos en lo alto una cuz, quizá era una de esas cruces de marcaje que, para protegerla de la barbarie (es decir la nueva "civilización") la colocaron en lo alto. Según el libro que anteriormente comenté (no tengo el título) existe una cruz del siglo XVII. Se trata de Acapantzingo.

  Estamos ahora en el pueblo de Chamilpa, aquí veremos claramente lo que fueron las cruces de marcaje, las que delimitaban el territorio del pueblo, tampoco sé si son las originales o han sido sustituidas, lo interesante aquí es que nos dice cuál era su función. Eran cinco, construidas en el siglo XVII. El templo está dedicado a San Lorenzo.






  Ahora estamos en el pueblo de Ocotepec, allí también hay cinco cruces, fueron instaladas en el siglo XVII, ignoro si son las originales, y leo en la página oficial de Ayuntamiento de Cuernavaca que las cinco cruces representan las cinco llagas. Esto hace mucho sentido pues la región tuvo fuerte presencia franciscana, para ellos, incluso llegan a ser el otro escudo de la orden. En este pueblo es en el único que he encontrado referencias sobre las cinco cruces en páginas de la red. Pero, al buscarlas en Street Finder solamente pude ubicar una, además de la que ahora vemos.


  En el pueblo de San Antón Analco hay una cruz, justo en el ángulo de su antigua capilla. Se dice que solamente hubo una, quiero pensar que es la misma.

  Ahora estamos en Santa María Ahuacatitlán, aquí, de acuerdo al libro que vi, hay 6 cruces, esto rompe la teoría de las cinco llagas... solamente pude localizar una en el mapa satelital.

  Por último, se menciona que en el pueblo de Ahuatepec hay tres cruces, datan del siglo XVIII. Esto hacen 21 cruces, adicionales a las que vimos anteriormente, que fueron 9, podemos afirmar que hay 30 cruces, algunas del tipo atrial (las menos) y la mayoría del tipo marcaje.

jueves, 21 de julio de 2016

De Cuernavaca y sus cruces atriales del siglo XVI

    El tema lo he acariciado mucho y creo es el momento ideal para compartirlo públicamente pues estamos iniciando las tan ansiadas vacaciones que muchos tendrán y podrán ejercer el noble oficio de turista. Pero, si queremos ser buenos turistas es necesario documentarnos antes de que comience le tourné (el tour, el viaje, el recorrido, el paseo, etc.) para optimizar nuestros tiempos. Así pues, si tienes en proyecto pasar unos días por Cuernavaca, no pierdas el tiempo en el tema del Cuau, sino ve algo extraordinario que la ciudad guarda: sus cruces atriales.

  En Cuernavaca sobreviven nueve cruces atriales, del siglo XVI (luego veremos las de los siglos XVII). Quizá solamente sean ocho pues hubo una que no encontré. Algunos datos de las cruces los obtuve de un libro que lamentablemente olvidé anotar su nombre y autor, era una guía turística ya vieja, que encontré en una biblioteca cercana a la Catedral, los otros a fuerza de caminar y de preguntar por la calle sobre el paradero de las cruces.

  Las primeras tres se localizan en la Catedral, una está al centro del atrio-jardín que tiene por límites la capilla del Tercer Orden y la Capilla Abierta, es la que veremos en la siguiente fotografía, la otra está empotrada, no la pude ver pues estaba en trabajo de restauración la portada lateral de la Catedral, es la que vemos en la imagen blanco y negro. Una más, en la fotografía anterior, está en la pared norte, es decir, también en la lateral.

   Desconozco si hubo (o hay) más cruces en la Catedral, solamente vi estas tres, las empotradas me recordó mucho las cruces Pasionarias que vi en Tepeapulco, Hidalgo. Como no conozco cabalmente la ciudad de "la eterna primavera", se me hizo un poco complicado entender su distribución, y orientarme por sus múltiples pueblos, todos de nombre náhuatl: Acapantizngo, Amatitlán, Ocotepec, Analco, etc. Ahora entiendo que, ante el crecimiento poblacional la que originalmente fueron numerosos pueblos de indios, ahora están todos integrados en una ciudad: Cuernavaca. 

   En el pueblo, ahora barrio de Cuernavaca, de nombre Tlaltenango, dicen que hay tres cruces, una de ellas es la que vemos en la imagen, es la primera que veo que fue pintada, para saber más de este barrio, entra aquí.

   La otra cruz está en la barda perimetral de la parroquia, no la pude ver pues fui al lugar exactamente el día que comenzaba su fiesta, eran tal la cantidad de puestos que no la vi, ahora, usando la tecnología de Street Finder, la podemos apreciar en tan singular ubicación.

  A este barrio no fui, la imagen la ubiqué en el blog que menciono, se trata de la cruz atrial que sobrevive en Tetela del Monte, en el atrio del templo de los Santos Reyes.

  Hasta aquí hemos visto unas cruces atriales que bien podríamos catalogar de "normales", en el sentido de que están o estaban en el centro del atrio, como ombligo. Recordamos que los atrios fueron cementerios originalmente, y que allí estaban con sus curces. Cementerios que luego se volvieron atrios. Recordamos también que encuentro una fuerte relación entre el Altépetl y el significado de la Cruz Atrial como punto de referencia. Todo esto lo menciono por lo siguiente: 

   En el mencionado libro decían de unas cruces que se localizan sobre una calle, la de Francisco Leyva, me pareció curioso que no estuvieran ubicadas dentro de un templo, así que fui a en busca de la calle, me dieron la indicación que por el rumbo de la terminal de autobuses, no la principal, sino la del Pullman de Morelos, y de por ahí me mandaron hasta... donde se localiza esta: en mitad de la calle mencionada, entre Cuautemotzin y González Bocanegra.

   Por demás extraño que una cruz atrial no esté en su lugar: un atrio, sino en plena calle. Al ver la placa que al igual que la cruz sobreviven a la intemperie y a los humanos, se alcanza a leer que es franciscana y del siglo XVI, también que fue desplazada de su lugar original, además, que está catalogada por INAH.




   Y las sorpresas no terminan ahí, justo en la esquina de Leyva y Cuautemotzin está otra cruz, también del siglo XVI, sobre la calle... ¿por qué?

   Pues creo que esto viene a confirmar la teoría de que las cruces las había de diferentes tipos, digamos que las del cementerio, las propiamente atriales, las empotradas y estas que marcaban los límites del barrio.





lunes, 28 de marzo de 2016

Las artesanías del estado de Morelos: Vistas por El Bable

   Caminando por la calle Hidalgo, luego de visitar la Catedral de Cuernavaca y en dirección al Palacio de Cortés, dos de los sitios más emblemáticos de la ciudad, cuando, pasando frente a un aparador, vi un objeto decorado profusamente y de colores intensos, luego vi por la ventana varias mesas con buena cantidad de objetos artesanales, no lo dudé y entre. Se trataba del Museo Morelense de Arte Popular y esto fue lo que allí vi.


   Esto que ves allí es un Cuexcomate... único lugar, Morelos, en donde aun los encuentras.









   Y, como en todo México, hay la presencia del Toro... larga historia.




 Extraordinario traje de bodas.