sábado, 20 de junio de 2009

El fuego, el ritual mas antiguo de la humanidad. A propósito del día E.

Nos podríamos perder en la noche de los tiempos y encontraríamos la salida gracias al fuego. El fuego desde que se conoció gestó un cambio contundente en la vida cotidiana, dio calor cuando hacía frió, dio luz en la oscuridad, dio protección en la noche, gracias a él los alimentos se volvieron sabrosos y, al poco tiempo se volvió objeto de culto y parte fundamental en los rituales de purificación, se convirtió en el elemento purificador junto con el agua. En el bautismo junto al agua el fuego está presente, en el ritual del matrimonio la pareja está flaqueada por sendas velas y ni que decir en la muerte cuando antes de ser enterrados seremos velados, en mitad de los cuatro ángulos que señalan los confines del mundo y que marca el fuego de las velas. Nuestra vida está ligada al fuego, no en balde se le llama hogar al lugar en donde arde la llama, la que da calor, precisamente en el hogar, que no es otra cosa que la casa, pobre o rica, chica o grande, es lo que entendemos como el cálido seno que nos aloja en esta vida.

Los rituales de fuego en el antiguo México fueron importantísimos, había el fuego sagrado que ardía durante 52 años en el Templo Mayor para luego ser extinguido y esperar, luego de los días noetami o inexistentes, la llegada del fuego nuevo, el fuego renovador, la esperanza de vida por un amarre de tiempo mas, que era la forma en que los aztecas entendían al siglo, un amarre en el tiempo que comenzaba y terminaba con el fuego. Nuestra herencia, tanto la auténticamente mexicana que es lo que nos dejaron las civilizaciones mesoamericanas; como la que nos llegó del lado oriente de la Mar Océano, como se le llamó al Atlántico, generó una simbiosis, una mezcla afortunada de ideas, de creencias, de ritos, de lineamientos a seguir en los que el fuego siempre estuvo presente.

Esa vida mestiza tan nuestra, tan indiana, tan criolla, tan… mexicana, nos da las bondades de una y de la otra de nuestras raíces, nos hace ser tan particulares y tan comunes, tan distintos y tan iguales, nos hace sentir, nos hace temblar, nos hace olvidar, nos hace evadir… nuestra mexicanidad es tan, tan nuestra, que con enjundia la defendemos cuando somos atacados y nos permite ser tan tolerantes, que entre nosotros, normalmente, solo nos entendemos. Queremos y odiamos, aceptamos y rechazamos, ponemos cara de alegría cuando estamos tristes y de tristeza cuando la alegría nos inunda, nuestras celebraciones son por demás particulares.

Yo que nací aquí, en México, en el Bajío, en Guanajuato, específicamente en Salamanca, la de acá, la Salamanca del Nuevo Mundo, el día de hoy no acabo de sorprenderme, de maravillarme de lo que somos capaces cuando, luego de tanto hablar y decir y alegar y refutar somos capaces de hacer… de volver viva la antigua tradición que no comienza hace uno no dos sino mas siglos, hace tantos que la memoria no nos alcanza, es difícil entender como, luego de tanto tiempo los rituales siguen vivos, por fortuna aun están vivos. Con matices distintos, con alcances diferentes, con otras IDEAS, pero rituales al fin y con un objetivo específico: darle gracias a la fuerza creadora del universo por permitirnos estar vivos. Eso para mí ha significado la celebración del Corpus que acaba de terminar.

El Corpus y la Octava de Corpus, una celebración que sabiéndola apreciar desde su más mística concepción nos traduce en palabras las imágenes claras de lo que somos, la mezcla de la que venimos de un mundo medieval europeo y una riquísima civilización autóctona que no nos hemos atrevido a entender debido a lo profundo de sus conceptos. Estas festividades son, efectivamente dedicadas al Santísimo, al Creador, al Todopoderoso, a una divinidad que… pongámosle el nombre que le pongamos es una y solo una: la fuerza creadora del universo.

En estas festividades de Corpus se celebra a la Eucaristía, se celebra al Jesús triunfador, al que ascendió a los cielos, no al crucificado, sino al que domina y controla, al hijo del que todo creó… al que es adorado con fuego, al igual que con fuego nuestros más antiguos antepasados adoraron al sol, a la luna, a la lluvia y a la tierra. En sus festividades se bailaba, se cantaba, se le llevaban ofrendas, flores aromáticas, incienso exquisito. Las cosas no han cambiado, a pesar del paso del tiempo y de una apreciación de vida “moderna”. En estas festividades hay algo que es, encima de todo una gran Fe. Fe que se centra en una bien cimentada idea de que esa fuerza creadora existe y está allí. Eso es la Fe. Fe que muchos han perdido, que muchos no pueden comprender, que muchos la tienen pero la niegan y otros no la conocen pero afirman tenerla. El fuego limpia, el fuego purifica, el fuego nos hace reflexionar…

Mestizos, somos orgullosamente mestizos, somos morenos, ni blancos ni negros, morenos, tenemos el poder de captar el significado de las cosas heredadas de los antiguos mexicanos y de los que se volvieron mexicanos pero que llegaron de mas allá del horizonte, ellos trajeron cosas e ideas, aquí las habían ya, tanto cosas como ideas y lo que nosotros somos en la actualidad no es más que la fusión de lo mejor de una y de otra cultura, somos productos de dos excelencias tan fuertes que no hemos logrado aun entender. Estamos a tiempo de hacerlo, ojalá y suceda pronto.

Las fotografías que acompañan esta reflexión fueron tomadas a lo largo de la semana del Corpus Christi en Salamanca, que es una de las más arraigadas tradiciones que tenemos, la cual muchas ciudades estarían orgullosas de tener y que aquí, lamentablemente, mucha gente se empeña en no admirar, mucho menos entender.

Con esta entrada quiero celebrar, El Día E, el día del idioma Español, el que tu y yo y otros 400 millones de personas hablamos alrededor del mundo. Por cierto, mi palabra favorita en español es ESPELUZNANTE. ¿La tuya?

¿No sabes lo que es el día E? entérate en http://www.eldiae.es/



2 comentarios:

  1. Hola desde Paraná, soy Celestacha, ante todo fue un placer leer tu acercamiento al fuego. Seguiré pasándome por aquí, creo que habrá mucho interesante para mi almita.
    Por otro lado, gracias por pasear por el Arca de las palabras. Ése fue casi un rinconcito que va solo, respira solito y sobrevive porque amo las palabras. Mi blog principal es http://celestacha.blogspot.com ( Alma de diamante ). Te invito a que te des una vuelta.
    Un gran saludo desde el Sur.

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  2. somos productos de dos excelencias tan fuertes que no hemos logrado aun entender. Estamos a tiempo de hacerlo, ojalá y suceda pronto.

    El dicky dijo;
    Una gran verdad!!...definitivamente...sigo reconmendando tu blog...amigo mio..saludos!!

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