Las palmeras se están muriendo en Salamanca

Son ya varios correos que me llegan con el tema cada vez más alarmante de la contaminación, la escasez de agua, el cambio climático, el inevitable 2012 con sus montones de cambios que traerá y que todo lo que estamos sintiendo no es otra cosa más que una muestra de lo que significa el cambio de era. Por si no lo has leído en otro sitio, en el solsticio invierno del 2012 termina la era de acuario que lleva 5122 de haber comenzado, es decir, fue en el 3113 a.C. cuando dio inicio, era cuando el Imperio Egipcio se estaba formando, cuando la escritura jeroglífica nació. Para tener una idea de lo que significa esta antigüedad, este inicio de era, pensemos tan solo que la más antigua de las civilizaciones mesoamericanas, la Olmeca, tiene como fecha remota el 1200 a.C. casi a la mitad de la era de Acuario.

No sé lo que esté pasando en otras partes del mundo pero aquí en Salamanca el calor es cada día más fuerte, en esta semana llegó a 36 grados, cosa insólita, pero no se ve para cuando vaya a terminar esta temperatura, la lluvia aun no llega y las consecuencias son evidentes. En notas anteriores hemos visto como los volcanes de Valle de Santiago han quedado secos, eso a consecuencia de la sobre explotación de los mantos freáticos causado por la necesidad cada vez mayor de agua. La alarma ya está dada, se han identificado, desde hace dos años, diez ciudades del centro de México que están peligrando por hundimientos debido a que es probable que colapsen las cavernas subterráneas que se encuentran ya sin agua.

Aquí en Salamanca y en varias ciudades del Bajío cada vez es más notorio el hundimiento que hay en las llamadas fallas, esas han estado allí desde hace tiempo, pero cada vez son más grandes y son parte de ese sistema subterráneo que desconocemos. Cuando visité la Hoya de Yuriria me comentaron de cómo fue que se vació ese cráter del agua que formaba una laguna precisamente al día siguiente del terremoto de la ciudad de México en 1985. Esto es un ejemplo contundente de que todo lo subterráneo está conectado y esa falla que cruza buena parte del Bajío sigue creciendo y creciendo. ¿Necesitamos más advertencias para entender?

Desde que volví a Salamanca una cosa me llamó la atención: las palmeras secas. Son varias las calles que durante años, desde que fueron hechas, han estado sus camellones con enormes palmeras, mismas que están totalmente secas debido a una plaga que apareció hace cosa de un año. Pensé que los contaminantes que emiten las petroquímicas establecidas en Salamanca eran las causantes, pero no, las palmeras están secas ya en toda la región. Recuerdo que en el Caribe mexicano en los años ochenta del siglo XX las palmeras tenían una fiebre amarilla, incluso les pusieron suero para revivirlas, pero siguen en su "amarillamiento letal", según se le denominó. La leyenda corrió diciendo que aires contaminados por una sustancia que el ejército norteamericano había esparcido por territorio cubano para aniquilar toda la producción de coco se había salido de control y por eso había llegado a México. ¿Guerra química?

Aquí no se ha creado ningún tipo de leyenda urbana en torno a la plaga que está aniquilando a las palmeras de la zona, pero, viéndola con ojos previsores, creo que esto es una alerta mas que se nos está planteando. Es hora de bajarle, de respetar a la tierra, de cuidar los recursos naturales, de moderar el consumo de agua, de reciclar. Las cosas no son ya como antes, no esperen a que alguien tenga la brillante idea de decir “nos están distrayendo”, no señores, no, es hora de actuar. Criticando sin hacer nada a ningún lado llegaremos, comienza por tu casa ¿Qué te parece si revisas todas las llaves del agua? ¿Estás seguro de que no tienes fugas en tu casa? Cuando las arregles, entonces luego nos vamos a exigirle a la autoridad que arregle las públicas. Y de la basura, en otra ocasión hablamos.