En Salamanca existió hace ya más de un siglo, el tren denominado La Burra, que conectaba a Salamanca con Valle de Santiago y Jaral del Progreso, esa historia, de cómo comenzó y en que fechas la habíamos ya visto aquí en El Bable, lo que estamos viendo hoy son los vestigios de la que fuera la estación intermedia entre Salamanca y Valle, en la comunidad denominada Los Lobos, a escasos 15 kilómetros de Salamanca.
Fue la primera en desaparecer cuando La Burra dejó de prestar servicio de pasajeros. Poco a poco se fue deteriorando hasta quedar solamente algunas paredes de adobe de lo que fue la estación del tren que daba servicio a toda la comunidad rural de esa zona. Esos muros son utilizados en la actualidad para anunciar los próximos bailes y también algún candidato a algún puesto político. Por lo pronto sigue en pie, recordando los años dorados en que era parada obligada de “La Burra”.
A lo largo de la geografía guanajuatense nos topamos con las estaciones de ferrocarril ya en desuso, ojalá en un futuro próximo sean restauradas ya que forman parte del patrimonio cultural del estado. El ferrocarril fue durante un siglo, el mejor y más rápido medio de comunicación en casi todo el país, Porfirio Díaz se dio a la tarea de modernizar a México autorizando la construcción de los caminos de fierro que ahora se han ido olvidando. Son las estaciones del tren, lugares llenos de nostalgia. Con ingenio y sobre todo, ganas, pueden llegarse a convertir en estupendos edificios que exhiban la abundante cultura del Bajío.
A lo largo de la geografía guanajuatense nos topamos con las estaciones de ferrocarril ya en desuso, ojalá en un futuro próximo sean restauradas ya que forman parte del patrimonio cultural del estado. El ferrocarril fue durante un siglo, el mejor y más rápido medio de comunicación en casi todo el país, Porfirio Díaz se dio a la tarea de modernizar a México autorizando la construcción de los caminos de fierro que ahora se han ido olvidando. Son las estaciones del tren, lugares llenos de nostalgia. Con ingenio y sobre todo, ganas, pueden llegarse a convertir en estupendos edificios que exhiban la abundante cultura del Bajío.
Para leer la historia de La Burra, entra a esta liga:
http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/04/la-burra-valle.html
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De verdad que es una pena que estén abandonadas. ¿Qué tal la de Salamanca? Ahora, si no lo haces caminando, es imposible verla y me parece preciosa. Creo que se necesita más que dinero para rescatarla.
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