Te contaré una más de mis historias, sucedió en la década de los ochenta del pasado siglo, tiempos en los que vivía en Cancún, solía ir dos veces al año, sea por motivos de trabajo que por vacaciones, a la ciudad de México pues, así como los de CDMX se van de vacaciones a la playa, los que viven en la playa se van de vacaciones a una ciudad, creo que eso afirma el justo balance que debemos tener en la vida.
En una de esas "idas" un buen amigo me invitó a un espectáculo, pues más que obra de teatro era un montaje espectacular que Jesusa Rodríguez hizo en uno de los espacios de Ciudad Universitaria, en el teatro que está frente a la Sala Netzahualcóyotl. No recuerdo el nombre de la obra, fue un montaje alucinante que me impactó de tal manera que de ahí surgió un cuento que escribí al regresar al, en aquel entonces, tranquilo Cancún. Creo que lo tengo por ahí guardado y creo que algún día lo publicaré pero no estoy del todo seguro que lo haga. El punto es que en el montaje se hablaba de seres míticos: Basilisco y Quimera.
Pasó luego que, en 1992, tuve la oportunidad de ir a Sevilla, no tanto a visitar la ciudad, sino la Exposición Universal. Allí, en la que era la sala introductoria a todas las maravillas que dentro del recinto se exponían, el montaje que se mostraba era, como se estableció el tema central de la Expo: La era de los descubrimientos, aquello que en la fantasía europea cargada de las ideas medievales, pensaban encontrar en el llamado Nuevo Mundo: seres míticos. De eso versa esta entrada que ahora lees:
El unicornio es una criatura mitológica representada habitualmente como un caballo blanco con patas de antílope, ojos y barba de chivo y un cuerno en la frente. En las representaciones modernas, sin embargo, es idéntico a un caballo, solo diferenciándose en la existencia del cuerno. El unicornio es protagonista de numerosas historias y leyendas. En la Edad Media significaba fuerza y estaba considerado como un animal fabuloso capaz de derrotar a animales más fuertes físicamente, incluso elefantes. (Wikipedia... seguir leyendo, aquí.)
El basilisco (del latín basiliscus, y este del griego βασιλίσκος basilískos: «pequeño rey») era un ser mitológico creado por la mitología griega que se describía como una serpiente gigante cargada de veneno letal y que podía matar con la simple mirada, que consideraban el rey de las serpientes. Posteriormente se lo ha representado de diversas maneras siempre con características reptilianas. En el siglo VIII, el basilisco era considerado una serpiente dotada de una cresta con forma de corona o mitra en su cabeza, siendo el animal en sí de tamaño variado. Supuestamente, el basilisco nacía de un huevo de gallina empollado por un sapo, lo opuesto al cocatriz, que según se decía nacía de un huevo de sapo o serpiente empollado por una gallina. Más tarde, sin embargo, los rasgos de ambas criaturas comenzaron a ser indistinguibles. (Wikipedia, seguir leyendo aquí.)
El dragón (del latín draco, y este del griego δράκων , drákon, ‘serpiente’) es un ser mitológico que aparece de diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados. Hay dos tradiciones principales sobre dragones: los dragones europeos, derivados de las tradiciones populares europeas y de la mitología de Grecia y Oriente Próximo, y los dragones orientales, de origen chino, pero conocidos también en Japón, Corea y otros países asiáticos. Las dos tradiciones surgieron probablemente de forma independiente, pero en su desarrollo se han influido mutuamente. La palabra aparece también en la tradición cristiana: el Apocalipsis se refiere a Satanás como el gran dragón, la serpiente antigua. (Wikipedia.)
En la mitología griega, Quimera (en griego antiguo Χίμαιρα Khimaira que significa animal fabuloso; en latín Chimæra) era un monstruo híbrido, que aparece generalmente como hija de Tifón y de Equidna, aunque para el poeta Hesíodo la madre de la Quimera está designada por un pronombre que puede referirse tanto a Equidna como a la Hidra de Lerna. La quimera vagaba por las regiones de Asia Menor aterrorizando a las poblaciones y engullendo animales, y hasta rebaños enteros. Es posible que de su unión con Ortro nacieran la Esfinge y el León de Nemea.Las descripciones varían desde las que decían que tenía el cuerpo de una cabra, la cola de una serpiente o un dragón y la cabeza de un león, hasta las que afirmaban que tenía tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón o serpiente, que nacía en la cola. Se dice que escupía fuego. (Wikipedida.)
Las sirenas (en griego antiguo: Σειρήν - Seirēn; pl.: Σειρῆνες - Seirēnes, «las que atan y desatan/encadenan», quizá relacionado con el semítico Sir, «canto», y con el griego Χίμαιρα - Khimaira, «quimera») son criaturas marinas mitológicas pertenecientes a las leyendas y al folclore. Figura antropomorfa creada a partir de una raya disecada y recortada. Museo de Mashhad, (Irán). Originalmente, en la Antigüedad clásica, se las representaba como seres híbridos con rostro o torso de mujer y cuerpo de ave (similares al Ba de la mitología egipcia) que habitaban en una isla rocosa; a partir de la Edad Media adquirieron apariencia pisciforme: hermosas mujeres con cola de pez en lugar de piernas que moraban en las profundidades. En ambos casos se les atribuía una irresistible voz melodiosa con la que atraían locamente a los marineros. Debido a esa doble forma con que se han presentado a lo largo de la historia, muchas lenguas no latinas distinguen la sirena clásica mujer-ave (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez (inglés mermaid, alemán Meerjungfrau), tratándose de hecho de dos criaturas diferentes. (Wikipedia.)
En la mitología griega, el fénix (griego antiguo: φοῖνιξ, romanización: phoînix, pronunciación: pʰó͜ɪ̀nikʰs (clásica), pʰˈyːnikʰs (koiné), ɸˈyniks (medieval o bizantina) es un ave de larga vida que se regenera cíclicamente, es decir, nace de nuevo. Asociado con el Sol, un fénix obtiene nueva vida al surgir de las cenizas de su predecesor. Según algunas fuentes, el fénix muere en un espectáculo de llamas y combustión, aunque hay otras fuentes que afirman que el ave legendaria muere y simplemente se descompone antes de nacer de nuevo. Existen diferentes tradiciones con respecto a la vida útil del fénix, pero en la mayoría de los casos el fénix vivió 500 años antes del renacimiento. Heródoto, Lucano, Plinio el Viejo, papa Clemente I, Lactancio, Ovidio, e Isidoro de Sevilla están entre los que han contribuido al recuento y transmisión del tema del Ave Fénix. (Wikipedia.)
Son muchos más los seres míticos, esto fue apenas una muestra... creo que próximamente publicaré algo sobre los seres míticos del antiguo México...
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