Buceo de la perla en el Golfo de California, 1899

Marilyn Monroe luciendo además de su belleza natural, la belleza inaudita de las Perlas del Mar de Cortés.

Texto tomado del libro Baja California Ilustrada, publicado en 1899, escrito por John Reginald Southworth.

“Comparativamente son pocas las personas que habitan el Continente Americano que estén al tanto de que en sus playa se encuentran las perlas, las mas valiosas joyas del mar, y que el gran golfo de California, cuyas olas azules se levantan rizadas por los vientos entre las playas mexicanas de tierra firme y las de la península de la Baja California, es el sitio donde están atesoradas estas inmensas riquezas. Y sin embargo, durante largo transcurso de varios siglos, las zonas perlíferas del Golfo han sido explotadas con muy buenos resultados y han producido fortunas fabulosas. Cortéz, cuando estaba empeñado en la conquista de México, encontró entre los despojos de la famosa capital de Montezuma muchísimas perlas de gran valor. Se resolvió á buscar inmediatamente el lugar de su origen, y en seguida envió varias expediciones para explorar el país hasta entonces desconocido de la Costa de Occidente. Sus exploradores trajeron a su regreso del golfo que llamaron “Mar de Cortéz,” varios quintales de perlas carísimas y de gran precio, y probablemente con el objeto de que se despertaría entre la gente acostumbrada á una vida pacífica y tranquila, la avidez de riquezas y aventuras, esparcieron por todas partes las relaciones más extraordinarias de los riquísimos tesoros que se encontraban en las aguas de los mares nuevamente descubiertos. El resultado fue que numerosas caravanas de aventureros se agolparan en esas playas, y así tuvo su origen la industria perlífera.

Vapor utilizado a finales del siglo XIX para la extracción de las Perlas del Mar de Cortés.

Todavía no hace veinte años que se hacía uso de los métodos primitivos para el buceo de la perla en el golfo. El buzo se desnudaba y se arrojaba al mar, permaneciendo bajo la superficie durante un intervalo que no excedía de sesenta segundos, y al salir llevaba en sus manos todo lo que podía encontrar en aquel breve espacio de tiempo. Ese método tenía algo de romántico si se compara con el sistema práctico que actualmente se emplea; pero también tenía sus desventajas. Los feroces tiburones que infestan las aguas del Golfo descubrieron que los cuerpos desnudos eran un plato apetecible, y muchos de los buzos que bajaban al fondo del mar para volver á la superficie dentro de sesenta segundos, no volvían a subir otra vez. Muchos de los buzos de la antigua escuela no podían descender á una profundidad de más de doce brazas, entre tanto que de las investigaciones recientes resulta que muchas de las mejores perlas se encuentran en una profundidad doble de aquella. La invención de los aparatos modernos de buceo de la perla convierten al buzo en un jornalero submarino que viste un traje de hule y anda libremente en el fondo del mar juntando la madre-perla en un canasto, el cual cuando está lleno lo sube á los botes que lo están esperando para recibirlos. Se mantiene una corriente de aire por medio de bombas, y así pueden permanecer bajo del agua durante algunas horas. En lugar de tener los ataques de los tiburones el traje grotesco del buzo lo convierte en un terror que ahuyenta al monstruo marino. La mantarraya es el único enemigo temido por el buzo, pero es raro encontrarse con una de ellas.

En las costas de Baja California Sur fue tal la abundancia de Perlas que en la época colonial se le llamó a las islas que vemos al fondo, la del Espíritu Santo y Cerralvo las “Islas de las Perlas”.

Las zonas perlíferas abrazan toda la costa del golfo de la Baja California desde el Cabo San Lucas hasta la embocadura del Rio Colorado, mientras que las zonas más ricas en madre-perlas se encuentran en las playas de las islas situadas frente á nuestras costas. Las zonas más importantes de esas islas son las siguientes: Espíritu Santo, Cerralvo, San José, Santa Cruz, Catalina, Montserrat, San Marcos, Tortugas, San Pedro Mártir, San Lorenzo, etc. Las concesiones ó contratos hechos por el Gobierno General para la explotación de las zonas perlíferas pertenecen á la Compañía Exploradora Mangara Limitada, de Londres, Inglaterra, y á los Srs. Vives y Ruffo de La Paz. También se encuentran algunos criaderos de madre-perla en la costa del Pacífico de la Baja California. El buceo de la perla empieza en el mes de Mayo en las inmediaciones del Cabo de San Lucas y siguiendo de allí hacia la desembocadura del golfo, continúan los trabajos hasta el mes de Octubre y muchas veces más tarde. En el año de 1872, el Gobierno Mexicano con el objeto de impedir la destrucción de la madre-perla, expidió un decreto dividiendo el litoral perlífero de la Baja California en cuatro secciones, permitiendo el buceo durante un año solo en cada una de ellas, y dejando á la madre-perla tres años de descanso para crecer y multiplicarse.

La Perla negra, tesoro escondido durante siglos en el Mar de Cortés.

Durante la temporada se emplea una armada de goletas en ese tráfico, llevando víveres á los diferentes placeres y transportando las conchas para la ciudad de La Paz, la cual es el centro de esa industria. En esa ciudad se juntan los armadores de aparatos para el buceo, víveres y mercancías que usan en la pesca, y desde allí las conchas y las perlas se embarcan para todas partes del mundo. El producto anual del buceo de la perla y su concha en las zonas del golfo asciende á cerca de medio millón de pesos. Algunas de las perlas mas grandes y mas perfectas que se conocen en el mundo han sido descubiertas en el golfo. Osio, uno de los más antiguos armadores de buques para el buceo de la perla, envió en una ocasión á la Reina de España una perla de un color rojizo del tamaño de un huevo de paloma y valuada en $55,000. Esa perla figura actualmente entre las joyas de la corona de España. La perla Cleopatra, descubierta en el año 1891, fue vendida en París por la suma de $17,000. Casi todas las perlas negras que se cuentan entre las más raras, han sido descubiertas en los placeres del golfo. Las perlas de Ceilán, Tahití y el Golfo Pérsico, son, por lo general, de color blanco y amarillo.

La Paz fue el centro comercializador de Perlas durante mucho tiempo, en la foto una escena callejera, en el centro de la población, a finales del silgo XIX, cuando este reportaje fue escrito.

El comercio de la concha-perla es un ramo de la industria que produce muy buenas ganancias. Se embarcan para San Francisco y Europa, en donde se usan par la fabricación de innumerables artículos de modas. Se llama madre-perla el interior de la concha-perla. De quince á veinte mil toneladas se emplean cada año por los fabricantes en todas partes del mundo, y y casi la mitad de esa cantidad se obtiene en los placeres del golfo. Cosa de mil hombres ocupan constantemente en el buceo de la madre-perla”.

Espléndidas piezas se siguen produciendo en las aguas del Mar de Cortés, transformándose en magníficas obras de joyería.

Una vez más nos sorprendemos con la creatividad de la gente de Guaymas, puedes informarte más de la historia de las Perlas y la producción actual en el sitio:
http://www.perlas.com.mx/