martes, 15 de septiembre de 2009

El "Grito" de Independencia que nunca se dio

Creo que para nosotros los mexicanos, con el paso del tiempo, nos hemos ido habituando al manejo de dos historias, una, la versión oficial, la que se publica en los periódicos, la que se transmite por la televisión la que es parte del discurso político y, la otra, la verdadera historia, la que nos cuenta lo que en realidad pasó, es la que nos lleva mas tiempo localizar. El 14 de febrero te conté en El Bable que la historia de México es tan interesante que de pronto se antoja como si fuera un cuento, solo que hay veces en que es un cuento lo que nos cuentan que fue la historia, como la de hoy, 15 de Septiembre, día del Grito de Independencia.

Muchos saldrán a festejar el “grito”, la ya institucionalizada Ceremonia del Grito de Independencia, la cual no tiene razón de existencia, ya que el verdadero origen de esta fiesta es el cumpleaños de Porfirio Díaz, el que fuera presidente vitalicio de México, el que hiciera una de las inversiones federales mas grandes de la historia y al cual ni un solo monumento recuerda su obra ya que él pasó a la parte de los “malos” de nuestra historia. Siendo que durante sus 30 años de gobierno, fue cuando se dio más impulso a las comunicaciones de ferrocarril y telégrafo, que era lo más avanzado de la época.

Juan de Jesús Porfirio Díaz Mori nació un 15 de Septiembre de 1830 en Oaxaca, Oaxaca. Cuando contaba con 60 años de vida, llevaba ya doce siendo Presidente y solía celebrar su cumpleaños con una fiesta, misma que reunía a sus amigos en el propio Palacio Nacional, no era la gastronomía mexicana la que se degustaba ahí dentro, sino la francesa, tan asociada al lujo y esplendor de la “gente bien”, la clase acomodada de finales del siglo XIX. Y como había algo, que pudiéramos clasificar, eufemísticamente, de democracia, don Porfirio enviaba charolas con tacos y algunas otras comidas populares para que, a la gente que por casualidad se reunía en el zócalo esa tarde, gozaran también del festejo de un aniversario más de vida de don Porfirio.

Fue en 1896 que la ya mítica campana que colgaba de la torre de la Parroquia de Dolores, Guanajuato, es llevada a México para ser colocada al centro de la fachada del Palacio Nacional y por una mera casualidad, cuando la fiesta de aniversario de don Porfirio estaba en pleno, él asomó al balcón y para llamar la atención como diciéndole al pueblo, aquí estoy, la hizo repicar (recordemos que no había luces ni cámaras en esa época) y de allí fue que por una mera casualidad y un capricho personal, se generó una celebración que el día de hoy nos vende todo lo vendible relacionado a un falso nacionalismo.

El grito de Dolores nunca existió, el único despierto a las 11 de la noche del 15 de septiembre de 1810 era Ignacio Allende que llevaba la noticia de que la conspiración había sido ya descubierta. Don Miguel Hidalgo llamó a misa, como todos los domingos a la “hora prima” como antiguamente se le llamaba a las primeras campanadas, es decir, a las 5:30 de la mañana del 16 de Septiembre y fue allí que ante unos cuantos, los que solían ir a misa, los invitó a participar en el inicio de la lucha libertadora. La misa comenzó a las 6:00 horas.

Y tú… ¿qué festejarás hoy? Las primeras cinco fotografías corresponden a la plaza Manuel Mijares (personaje de origen español, por cierto) en San José del Cabo, BCS. La última está tomada en la Parroquia de Dolores Hidalgo, Gto.


Nexos publicó hace poco un artículo de Luis González de Alba sobre ciertos aspectos que te harán reflexionar a profundidad de la verdadera historia de México, este artículo es de los imperdibles, si es que realmente te gusta conocer la verdad de las cosas:

http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=786

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