Es en Cadereyta, Querétaro donde comienza a sentirse un ambiente distinto, donde las características de la Sierra Gorda, aunque lejana por varios kilómetros, nos dice que hemos llegado a esa parte de México un poco desconocida para muchos y que encierra una buena cantidad de sorpresas. Cadereyta se dedica un poco a la agricultura, digo un poco porque está en el semidesierto y no es muy fértil la tierra, pero eso no es impedimento para otra riqueza, el mármol y el ópalo. Hay abundancia de calizas, de la cual se extrae la base para materiales para la construcción, a lo largo del camino podemos ir viendo esas extracciones, los cerros recortados y el paisaje seco.
Toparse con un monumento a un Virrey es algo curioso, se que en muchos lados de Michoacán se le recuerda muy bien a don Antonio de Mendoza, el primero de la larga lista de Virreyes de la Nueva España, el que se ve en la fotografía es Lope Diez de Armendáriz, Marqués de Cadereyta, (1575-1640) ambos tiene una característica, además de haber dirigido los intereses de la Corona Española, pues ambos fueron Caballeros de Santiago, eso lo comprobamos con las cruces que adornan su capa. Hay una característica muy interesante en este Virrey, que será, seguramente la razón por la cual se decidió levantarle un monumento, independientemente de que la ciudad lleve su nombre. Lope Diez de Armendáriz es el primer Virrey que hubo en México de origen criollo, el nació en Quito, Ecuador, que en ese tiempo era territorio del Virreinato del Perú.
Al marqués de Cadereyta le toco precisamente el momento en que "una Bula promulgada por el Papa Urbano VIII el 22 de abril de 1639 prohibió la esclavitud en las colonias de España y Portugal en América. La medida fue aprobada por el Rey de España Felipe IV sobre los indígenas, pero permitió la esclavitud de los esclavos africanos. Muchos de éstos esclavos, conocidos como Cimarrones consiguieron su libertad al escaparse y refugiarse en las montañas, sobre todo en la porción actual de lo que es el estado de Veracruz." Las medidas tomadas por el marqués de Cadereyta creó problemas debido a los fuertes intereses económicos ya arraigados, fue objeto de todo tipo de bloqueos, todos gestados desde Puebla, ciudad que competía con la México por apoderarse del poder central, así fue que el Obispo Juan de Palafox y Mendoza lo hizo la vida imposible, fueron solo cinco años los del Virreinato del marqués de Cadereyta, el cual tuvo que abandonar la Nueva España al ser un opositor a la política real de aumentar la recaudación en las colonias, el marqués de Cadereyta fue destituido por el rey, sin mediar explicación alguna y sometido a juicio de residencia. Ese mismo año murió en su tierra natal.
El marqués de Cadereyta es quién impulso el desarrollo de la Sierra Gorda, la que fuera Villa fundada por españoles que residían en Huichapan, actual estado de Hidalgo, pronto pasó a ser Ciudad y fue precisamente a la salida del marqués cuando se decidió que llevara su nombre, cosa que en lo que fuera el territorio del Nuevo Reino de León (actual Nuevo León), sucedió también al fundarse otra población que ostenta el mismo nombre y el mismo recuerdo al decimosexto Virrey de la Nueva España, el primero que se preocupó por la vida normal y libre de los mexicanos. Le tocó también la emergencia que hubo en la Ciudad de México, debido a la ruptura de los diques que ocasionó una grave inundación, cosa habitual al no mantener la precisión que los Aztecas tenían en Tenochtitlán y que pudieron en, su tiempo de esplendor, evitar las inundaciones.
Al caminar por Cadereyta nos damos cuenta de inmediato de su trazo en el casco viejo, sus calles son amplias, así lo son también las plazas. El color de las casas y edificios es el armónico ocre que se usa en todas su tonalidades aderezándose con el naranja, dando un aspecto de singular belleza. Este manejo de color lo iremos viendo a lo largo de las poblaciones que se levantan en la Sierra Gorda de Querétaro.
Hace tiempo, cuando existían los verdaderos caballeros, es decir, los que andan arriba de un caballo, necesitaban de lugares en donde amarrar al animal cercano a la casa. En las haciendas había peones que se hacían cargo de la bestia, como si fuera un servicio “valet” y en los pueblos se llegaron a usar incluso cornamentas para tal fin, aquí en Cadereyta encontré una reminiscencia.
El manejo de color se ha llevado de forma sencilla, elegante y tradicional, aquí unos fuertes contrastes con los mosaicos que cubren parte de la cúpula del templo de San Francisco, creo ese es su nombre.
Así como los hay en el noroeste de Guanajuato, también están presentes en Cadereyta los pilones o contrafuertes que protegen las esquinas de las casas.
Característico de los pueblos tranquilos de la provincia mexicana son los portones, flanqueados por ventanales enormes, como enormes eran antes los techos de las construcciones, el detalle de las bugambilias le dan ese toque de romanticismo y candor.
Esta es una muy particular cruz tequitqui, no se si será auténtica del siglo XVI, cuando proliferó su uso, es de origien agustino al tener al centro la cabeza de Cristo, la policromía le da un toque extraño, pues siempre las hemos visto en piedra o cantera solamente. Si te interesa saber mas sobre el arte teqitqui, aquí en El Bable hay una nota al respecto:
http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/04/tequitqui.html
De los muchos templos que he visitado, nunca me había encontrado con uno que en lugar de los cuatro medallones que habitualmente hay cerca de la base de la cúpula, con uno que muestra esculturas de bulto de los santos, el que se ve es uno de los Doctores de la Iglesia, no me atrevería a adivinar cual de ellos es ¿Ambrosio? ¿Jerónimo? ¿Agustín? ¿Gregorio? No lo se.
Aunque este es un trabajo moderno, se irá viendo en toda la Sierra Gorda lo que es la pintura que le da volúmen y dimensión a las paredes planas, como es el caso de lo que vemos en la foto. Es una tradició que perdura luego de haber levantado las impresionantes Misiones Franciscanas las cuales son obras maestras en el manejo de la pintura de volúmen.
Reminisencia agustina en la placa de consagración del templo, lo intuyo por el diagrama que se ve al centro de una cruz que sale del corazón, característico de los agustinos. 1737 el año del Señor.
En la parte de atrás del templo vemos este interesante nicho a la Eucaristía, justo a la altura del altar mayor y perfectamente bien orientado, obvio, al oriente, por donde sale el sol.
Mi gusto por recorrer los panteones no incluye las funerarias, esta foto es mas que nada para ver el manejo de color que hay en las calles de Cadereyta, Querétaro.
En esta fachada que aparenta sencillez, pónle atención a la torre y ve como el segundo cuerpo gira para darle un efecto de movimiento muy bien logarado.
Perdí una hoja de apuntes que hice de Cadereyta, allí tenía los datos de este templo ¿María Auxiliadora? no lo se, no lo recuerdo pero luce espléndido con los colores que le aplicaron, nota que hay a la derecha un contrafuerte, ese se los ponían para soportar todo el peso de la bóveda y evitar su caída.
Supongo has notado algo extraordinario que hay en Cadereyta: su limpieza. Imagina que asi fueran todas y cada una de las ciudades mexicanas. Serían aun mas maravillosas de lo que son. No cabe duda que la limpieza engalana aun mas a la belleza. Eso se debe gracias a que se mantiene la añeja tradición de salir muy temprano a barrer la parte de la calle que le corresponde a cada quien.
Siendo una zona semiarida, exiten los magueyes en abundancia y la tradición de la barbacoa auténtica, la que lleva maguey.
Una prueba mas de la belleza, tarnquilidad y limpieza de las calles de Cadereyta, Querétaro lo tenemos en esa foto. Iniciar el recorrido de la Sierra Gorda por Cadereyta es una buena elección, el pueblo ofrece todo tipo de servicios, una tranquilidad muy agradable y será unos kilómetros mas adelante que iniciaremos la entrada y ascenso a la Sierra, es en Cadereyta donde la carretera recta y plana termina, un poco mas adelante será un desfile de casi dos horas de curva tras curva, tras curva, un viaje, en verdad único e inolvidable.
Más detalles de la vida del Marqués de Cadereyta aquí:
http://elotroecuador.wordpress.com/2009/01/17/historia-xxxviii/
http://elotroecuador.wordpress.com/2009/01/17/historia-xxxviii/
la cruz atrial de arte tequitqui, en donde estaba???
ResponderEliminarEsa cruz esmaltada la vi en el Baptisterio del templo de la izquierda que se ve en la tercera foto.
ResponderEliminarSaludos y gracias por leer El Bable.
Muy buen articulo sobre mi pueblo Benjamin. saludos
ResponderEliminarBuenos días, estimado señor Arredondo, dice que la cruz tequitqui es de origen agustino, porque lleva el rostro de Cristo en el cruce, pues mire, en Zacatlán tenemos dos cruces atriales franciscanas que llevan el rostro de Cristo en el mismo sitio, lo que quiere decir que no son agustinas, pues estos jamás estuvieron en esta región norte de Puebla, habrá que ir olvidando que el uso del rostro solo era privativo de esa orden, sino que fue usado indistintamente por las dos órdenes.
ResponderEliminarGracias por el comentario. Efectivamente, luego de 7 años que escribí ésto y de ver una buena cantidad de cruces atriales corroboré que aquello que leí localmente (en Salamanca, donde se dice que es tequitqui la cruz que hay), que no es una regla el que haya o no haya rostro, el que tenga o no un círculo de obsidiana y varios etcéteras más. Y peor aun, la mencionada cruz de Salamanca, resultó ser obra del último cuarto del XIX, lo del "tequitqui" fue una mera licencia que se permitió quién así lo afirmó.
EliminarUn excelente recorrido por mi precioso pueblo mágico!!
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