Si has visitado Tepotzotlán de seguro recuerdas que en la capilla al interior del templo hay un punto en el que, para facilitar su admiración, instalaron un espejo y a través de ese reflejo se puede ver con más calma lo que aparece en esta fotografía, la cual, en apariencia es un solo plano. Al final del artículo quedarás aun más soprendido, si no has estado allí, de dónde se encuentra ubicado, pues esto que ves es la cúpula de la capilla de Nuestra Señora de Loreto.
Cada órden religiosa tiene adoptada una Advocación Mariana, todos por parejo veneran a Nuestra Señora de Guadalupe en México. A nivel mundial, en el caso de los Franciscanos a Nuestra Señora de los Ángeles, los Dominicos a Nuestra Señora del Rosario, los Agustinos a Nuestra Señora de la Consolación y los Jesuitas a Nuestra Señora de Loreto, la cual incluye la escena denominada "la traslación de la Santa Casa", una leyenda medieval que dice que fueron los ángeles del cielo quienes trasladaron la casa de la Vírgen hasta un poblado cerano a Ancona, Italia. Al entrar en la capilla vemos la iconografía de esta milagrosa traslación.
Esta capilla tiene una forma bastante peculiar, aparentemente es igual a todas, pero no es así, al entrar veremos que hay una casa dentro de la capilla; es la Casa Santa, la cual podemos traspasar solo por angostos pasillos hacia la parte de atrás, rodeando completamente esa sección de la capilla en donde vemos el retablo con San Miguel Arcángel en la parte superior, teniendo a la derecha a San Francisco Javier y a la izquierda a San Luis Gonzaga. Al centro observamos a Nuestra Señora de Loreto, a la derecha el fundador de la órden, San Ignacio de Loyola, a la izquierda San Francisco Borja. Más arriba alcanzamos a ver dos especies de puntos blancos, allí estuvieron en algún momento un par de reliquias. Y si observas con atención verás que el nicho de la virgen tiene algo atrás, un espacio más grande.
Y así es, detrás de ella, es donde se ubica la cúpula, un lugar que fue utilizado para la reflexión, para la oración, seguramente también para los ejercitantes. Recordemos que fue San Igancio de Loyola quién implementó los Ejercicios Espirituales y este sería el recinto ideal para su realización. Lo que vemos es apenas una cuarta parte de lo que es la base de la cúpula.
Esta es la parte trasera del nicho de Nuestra Señora de Loreto, creo que ahora vamos entendiendo mejor como están distribuídos los espacios.
Este recinto es más bien oscuro, son pocas las entradas que hay de luz y el día que lo visité estaba nublado. Está todo lleno de detalles de soberbia exquisitesz como esta representación del águila austriaca, en retablo de oro.
Y ahora vemos como se integran esos arcángeles que sostienen a la corte celestial, notarás que a la altura de las rodillas del arcángel aparece el sol de oro y la luna de plata, sostienen la bóveda celeste, la cual está en hileras donde van apareciendo las caras de tronos, querubines, potestades, coros.. hasta llegar al Espíritu Santo.
Un detalle más de los trabajos de estuco y de talla en madera.
Ve muy bien con atención estos relieves que forman algo así como los pilares donde se sostiene la bóveda, o al menos es donde se forman los ángulos, el rojo les hace destacar aun más. Notarás que son representaciones de personajes negros, pues no, no lo son, están hechos, o forrados, en plata, pero como no se les ha dado la limpieza necesaria no resalta su brillo, tal vez esa era la intención, para similar personas de raza negra.
Al entrar a la zona que actualmente es el restorán y la cafetería del museo pasarás por la parte trasera de la capilla, es ahora que te darás mejor cuenta de cuán magnífico trabajo hay allí adentro. La cúpula se va formando por una especie de chapitel octogonal que va reduciendo su tamaño más y más, eso es lo que vimos por dentro representando a la Corte Celestial. Sencillamente grandioso!
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