El Camino Real de Tierra Adentro, según nos lo narra el Diccionario Universal de Historia y Geografía que coordinara don Manuel de Orozco y Berra en 1856 establece que partiendo de la ciudad de México la siguiente escala sería en Cuautitlán, distante 5 leguas, para luego continuar a Tepeji del Río a 7 leguas de distancia. Lo que estamos viendo es la fachada principal del templo de San Francisco en Tepeji del Río, que fue nombrado patrimonio de la Humanidad junto con el Ex convento dentro del programa Camino Real de Tierra Adentro.
Hace poco más de un año y medio visité por primera vez el lugar, me llamó la atención la sencillez de su diseño, algo que bien podemos decir, la pureza de línea, pero con reminisencias medievales, la buena dimensión de su atrio y, sobre todo...
Las tan particulares almenas que coronan toda la barda perimetral, esas que nos remiten a la línea que se trazó al diseñar los Atlantes de Tula, sin lugar a dudas ese estilo tolteca influyó a los diseñadores del Convento Franciscano de Tepeji.
Hace un año y medio lo vi en lo que supongo fue su color original: un amarillo más afortunado y sin tanto contraste con esta especie de café oxidado, el cual daba la armonía correcta a esos detalles en piedra que vemos todos lados y ahora nos topamos con esta no muy afortunada combinación, un amarillo más bien desagradable y un café que dista mucho de ser el tono que haga el debido contraste.
A un lado del Convento vemos que hay estos vestigios de lo que seguramente fue el sistema hidráulico que hacia más grata la vida a los franciscanos que tenían la enorme tarea de evangelizar los territorios desconocidos del norte de la ciudad de México, no lejos de allí estaba la capital del Señorío de Xilotepec y más la norte las tierras "bárbaras" de los chichimecas.
Aquí vemos con más claridad esas obras de ingeniería hidáulica del siglo XVI.
En esta visita a Tepeji me tocaron las vísperas del día de San Francisco de Asís, santo patrono de la población y así lucía el altar mayor.
Una de la dos entrdas, la que no es la principal.
El púlpitio está hecho en una sola pieza de cantera... impresionante.
Esta es la otra entrada, la que va de la plaza principal al atrio. Y nuevamente me pregunto ¿por qué ese tono de amarillo? creo se vería mejor en un tono más pálido, el edificio es bastante grande...
Otra pieza magnífica que hay en el recinto es la pila de agua bendita, hecha también en una sola pieza y manteniendo el diseño de la cenefa que decora tanto al templo como al convento.
No se si esta también se le denomine cenefa, tengo entendido que la cenefa corre horizontalmente en el edificio y esta hace un marco en ambos lados a lo que es el gran arco que delimita al presbiterio.
Detalle de la pintura de ánimas en donde alcanzamos a ver a San Francisco de Asis, Santa Gertrudis y San Miguel Arcángel.
San José con el Niño y un Arcángel más.
San Pedro en uno de los frescos que se están restaurando en la planta alta del ex convento.
Me tocó ver una exposición que con motivo de las fiestas patronales exhibía algunas obras de arte religioso de ese templo y de la Catedral de Tula.
A San Rafael lo podemos distinguir por su atributo, los pescados en la mano, en este caso en singular, el pescado que lleva a su derecha.
Me gusta que hable de un pasado que exige y grita el testimonio de vida de aquellos que lo habitaron.
ResponderEliminarFr.Otto.OFM
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